Un disparo a mi corazón. EDITANDO

Capitulo 24: Problemas familiares

Seguían todavía tumbados en el ring. Helena estaba prácticamente tumbada encima de él, sus codos descansaban sobre el pecho del chico y le miraba dulcemente mientras le sonreía. “Me podía pasar todo la vida mirándole, es tan guapo. Y es ¡miiioooo!!! ¡De nadie más! Qué tontería acabo de decir. No es mío pero…me gustaría algún día pensar así” –se dijo riendo. Con su dedo índice le recorría la barba cortada como siempre al ras, dibujaba la silueta hasta llegar a los labios que perfilo mientras se mordía ella misma sus labios. Él, tenía puesta una mano en la nuca y otra en la espalda desnuda de la chica que no paraba de masajear. “Me gusta como está ahora y no solo porque este sin camiseta…aunque eso es un punto extra sino porque no deja de sonreírme, y ¡Me encanta! También que me pase su dedo por la barba eso es nuevo para mí normalmente no me dejo involucrar tanto con “mis chicas” bueno es una novedad siempre tengo que estar abierto. Es tan guapa que me la comería ¡a besos!” –Se rio

-¿Qué te hace tanta gracia? –le pregunto ella

-Tu pelo –ella le miro con las cejas levantadas –Esta revuelto y la goma del pelo –Alzo la mano –La tengo yo

-¿Cuándo me la has quitado?

-En una de las veces –Contesto

-Am –La chica se acerco a su barbilla y le mordió ligeramente, el gruño un poco -¿Para qué has traído la camiseta? –Él le miro con media sonrisa y enseguida supo para que –Pensabas atarme las manos –Le dijo riendo –Que malo eres –le dijo haciendo un pucherito

El se rio –Si. No sabía si te ibas a dejar ya sabes…así que se me ha ocurrido pero te has portado. Además me la vas a poner tú y yo te pondré la tuya.

-¿Así? Y… -Se chupo los labios –Si no quiero ponértela –Se acerco a los labios del chico y se los chupo después le volvió a morder la barbilla un poco más fuerte que antes.

-Helena estás jugando de nuevo –La chica se rio de medio lado –Te recuerdo que tenemos una comida familiar el sábado, no te conviene ir mas marcada de lo que me falta por marcarte

-¿Mas marcada? ¿Te parece poco todo lo que me has hecho?

-No he terminado, por tu cuerpo no están los quince –Ella le miro un poco enfadada –Si no me hubieras insultado…

-Pero ya te he pedido perdón –Hizo un puchero grande –Anda no me marques mas por fa. Te prometo que no volveré a insultarte –le dijo con voz de niña buena

El negó –No te libras –ella respiro hondo –Ven, acércate –se acerco. Justo cuando le iba a dar un beso se levanto un poco. El se puso serio, estaba jugando. Volvió a intentar besarle pero se volvió a separar –Como lo hagas otra vez me enfadare de verdad –Le advirtió

-No quiero que me beses –le dijo riendo –Si me vas a marcar más, te lo tienes que ganar –le amenazo –Sabes que no me gusta que me hagas tantos chupetones porque me haces daño –esto se lo dijo ya seria

-Vale me lo ganare. Levanta pero quédate sentada.

“Mierda ya se ha enfadado. ¿Por qué cuando no se hace lo que quiere se enfada? ¡No es justo! lo que daría por entender a este hombre. ¿Cómo se ha vuelto tan seria la conversación? Solo estoy jugando no es justo el puede jugar conmigo pero yo con el no.” –se dijo mientras se levantaba del cuerpo del chico.

El abrió las piernas y se puso detrás de ella. –Junta las manos –ella frunció el ceño…

-¡No! –Grito –Se levanto un poco pero él le sujeto la cadera –Quino ¿Esto es porque no te he dejado besarme? –Giro la cabeza. El chico estaba muy serio y su mandíbula tensa –Esta bien –dijo bajando la vista. Le ato con su propia camiseta pero no le hizo daño. –No es justo