Capítulo 40. Final.

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Por la cantidad de luz que entraba en la habitación se sabía que era alrededor de las diez u once de la mañana. Wei Ying podía sentir una mirada penetrante sobre su espalda, motivo por el cual había despertado de su dulce sueño, así que de forma lenta y perezosa estiró sus extremidades mientras abría sus ojos para mirar a su acosador.

El omega parpadeó varias veces tratando de adaptarse a la iluminación y girando su cuerpo descubrió unos brillantes ojos dorados que le miraban atentamente.

—¿Llevas mucho tiempo ahí?—preguntó el omega mientras bostezaba.

La pequeña niña de tres años que se encontraba parada a lado de la cama negó.

—¿Ya comiste algo?—Wei Ying estaba seguro que si, Lan Zhan siempre se ocupaba de alistar y alimentar a sus hijos a primera hora. Aún no entendía como aquellos tres lograban despertar tan temprano.

—Mn—tal como supuso la pequeña Jia asintió de manera afirmativa.

Wei Ying sonrió al ver lo parecida que era su hija con su pareja, era la misma gota de agua.—¿Tu padre te mandó para despertarme y asegurarse de que comiera algo?

Los ojos ambarinos de la menor se desviaron y lentamente volvió asentir.

El omega no se pudo resistir y jaló a su hija tomándola en brazos, la menor no se resistió pero se notaba que estaba avergonzada por las acciones de WuXian.

—¡Eres tan hermosa!—gritó mientras empezaba a repartir besos sonoros en todo el rostro de la pequeña alfa.

—...Mamá...—al igual que a Lan WangJi las orejas de Lan Jia se tornaron de color rojizo.

Wei Ying sólo empezó a reír con más fuerza mientras le abrazaba sin intenciones de soltarle.

Unos golpes en la puerta hicieron que el omega soltara el agarre de su hija, aunque esta permaneció a lado de su madre sin intenciones de alejarse.

—¿Mamá?—Sonó la voz de SiZhui al otro lado de la puerta—¿Puedo pasar?

—Claro que si.

Un niño de nueve años entró a la habitación.

—Padre dice que deberías comer algo, ya es muy tarde—comentó A-Yuan.

Como el adulto responsable que era, el omega se cubrió con las sábanas, negándose a salir.

—¡No quiero! ¡Aún es muy temprano!

—¡Mamá!—gritaron ambos niños al ver como Wei Ying empezaba con su actitud infantil.

Entre ambos niños trataron de quitar las sábanas pero WuXian se encontraba muy bien envuelto, además de sujetarlas con fuerza.

—Sal ahora. Padre llegará dentro de poco—trató de convencer SiZhui.

—¡No me importa!—contestó el omega mientras trataba de aguantar la risa.

—Por favor mamá—nuevamente insistió su primogénito. Lan Yuan estaba bañado en paciencia, así que intentó convencerle nuevamente.—Mis tíos también llegaran dentro de poco.

—Sigue sin importarme—repitió el omega en tono cantarín.

Lan SiZhui suspiró y Lan Jia murmuró—Papá se moleta...

La voz de WuXian sonó decidida—¡Si tu padre quiere que salga entonces que venga el mismo a sacarme!

—¡Mamá sólo sal!—A-Yuan ya se empezaba a cansar de insistirle, el tiempo de se agotaba.

Wei Ying siguió aferrado a las sábanas, pero sintió como los tirones se detuvieron al igual que la insistencia de sus hijos, por lo que sacó levemente la cabeza de las sábanas.

Noche de CaceríaWhere stories live. Discover now