Capítulo 27.

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—Lan Zhan—le llamó WuXian subiéndose al pecho del alfa—Lan Zhan...

—Mn—contestó despertándose de su sueño y mirándole a los ojos.

—Quiero un poco de sopa dulce y nísperos—dijo con una sonrisa.

—Wei Ying es más de media noche, si comes demasiado tarde puede ser pesado—contestó en voz baja el alfa.

El omega puso mala cara—Podrías recordarme ¿Quién fue el que dijo que cumpliría todos mis antojos sin falta, a modo de disculpa por haberse propasado la noche de la ascensión a líder?—le recriminó con fingida molestia—Además es tu cachorro quien quiere esas cosas, no yo...—Bueno los nísperos en realidad no se le antojaban, pero quería complicarle la vida al Lan a modo de castigo, castigo que al principio lo intentó con abstinencia, pero no funcionó, ya que al final también sucumbía al deseo carnal.
Después quiso provocarle de otras formas... salió peor, era como si el karma le regresara las cosas de un golpe duro.

—Wei Ying no creo que haya sopa dulce—dijo con voz baja y de forma paciente, de hecho amanecería en unas horas más, lo mejor sería esperar, pero dudaba que el omega aceptara tan fácilmente.

WuXian le dió la espalda—Quiero sopa dulce y nísperos.

—Wei Ying...—dijo acercándose.

—¡Ni se te ocurra hablarme o tocarme si no es para darme mi sopa dulce y nísperos!—grito cubriéndose con la sabana hasta la cabeza.

En silencio Lan WangJi se levantó de la cama y salió de la habitación.

Wei Ying se rió un poco al haber logrado su objetivo, pero después de casi treinta minutos de espera su risa murió.
Tal vez se había pasado un poco con sus exigencias, si bien realmente se le antojaba una sopa dulce, no hubiera pasado nada si esperaba a primera hora de la mañana cuando las cocinas eran abiertas para pedir a alguien un poco.

Algo inquieto el omega se sentó en la cama y siguió contando el tiempo que transcurría. Quizás Lan Zhan se había cansado de sus berrinches y le había dejado solo para dormir en otra habitación, el hecho de que ya pasaran más de cuarenta minutos sólo aumentaba más esa desagradable sensación.

Estaba a punto de salir a buscarle cuando la puerta fue abierta revelando a un alfa que cargaba con una bandeja donde reposaba un tazón de sopa dulce y una pequeña canasta con nísperos.

—¡Lan Zhan!—sus ojos se iluminaron.

Si no fuese por esa bandeja ya le hubiera saltado a los brazos.

Lan WangJi posó la bandeja a un lado de forma rápida, algo poco usual en él ya que solía hacer movimientos tranquilos, después con premura abrazó a Wei Ying.

—¿Qué pasa? Te sentí muy inquieto ¿Te duele algo?—preguntó alejándose un poco para escanearlo completo.

Wei Ying abrazó al Lan con fuerza para que sus nervios desaparecieran, aspirando el sándalo se sintió mucho más relajado.

—Pensé que te habías molestado por ser tan insistente con la sopa...

Los ojos dorados se abrieron algo sorprendidos pero después del alfa negó mientras sonreía de forma casi imperceptible.

—No me moleta que me digas tus antojos—dijo frotándole la espalda al menor—Anda, come antes de que se enfríe.

Lan WangJi tomó al omega y lo sentó en sus piernas para que empezara a comer.
De mejor humor Wei Ying empezó a devorar el plato de sopa dulce, y mientras sonreía entre cada bocado Lan Zhan le acariciaba su cabello y respiraba de su aroma que desprendía una esencia maternal.

Noche de CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora