Capítulo 7.

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Se sentía confundido, su cabeza era un caos, no tenía ánimos de salir del cuarto. Empezaba a darse cuenta que relacionarse con un alfa no era tan simple como inocentemente creyó, pues habían muchas cosas que debían aclarar si querían llevar las cosas en paz.

Wei Ying giró su rostro levemente y quedó sorprendido. A lado de su almohada se encontraba una peonía roja como la sangre, justo como el día anterior. Al verla sintió su corazón latir en respuesta, con eso surgió la esperanza de que Lan WangJi no estuviera molesto como creyó.

Aún algo confundido se alistó lo más rápido posible y salió con nuevo ánimos recobrados. Era increíble como un simple detalle le devolvía su vitalidad, sentía que tenía que encontrar al alfa y hablar, no sabía que le diría, pero necesitaba verlo.

Buscó por un largo rato la fragancia de Lan WangJi o cualquier cosa que le indicara su paradero, pero nunca lo encontró. Nuevamente el estado de ánimo del omega empezó a ir en declive.

«¿Y si lo estaba evitando?»

—Ya es muy tarde y aún no almuerzas. ¿Te quieres morir o qué?—la voz de Jiang Cheng resonó a sus espaldas.

Wei Ying se había olvidado por completo de comer algo, pero eso no le importaba.
Su hermano pudo ver signos de cansancio en el mayor y pequeñas ojeras en su bello rostro.

—Luces horrible... más de lo usual ¿estás bien?—aunque no pareciera Jiang Cheng se preocupaba demasiado por su hermano—No me digas que Lan WangJi se opuso. ¡Me va a escuchar cuando lo vea!

Wei Ying negó levemente con la cabeza. —Él no se opuso, dijo que estaba bien...—su voz sonaba baja, pero su hermano había escuchado fuerte y claro.

Ahí WanYin dejó de gritar para analizar a Wei Wuxian. —¿Entonces por qué parece que una avalancha pasó sobre ti?

—Eso no importa... ¿Has visto a Lan Zhan? 

—Él y Lan Huan se fueron desde muy temprano, regresarán por la tarde —WuXian suspiró, por lo menos ahora sabía que su búsqueda era inútil, ya no había otra cosa que hacer más que esperar. WanYin chasqueó la lengua al verlo tan decaído. —Quita esa cara y ve directo a comer algo. ¿Entendido?

Wei Ying sonrió a su hermano e hizo lo que le indicó antes de que explotara. Estaba seguro que tanto mal genio no le haría bien a su cuerpo, pero tampoco tentaría a la suerte. Era algo en lo que Jiang Cheng se parecía a su madre. Ambos eran terroríficos.

Ya más tarde, después de estar ayudando en algunas actividades, como recolectar frutos en el invernadero interior o vigilar a los niños del clan Lan, que según Jiang Cheng, Wei Ying era el niño que más vigilancia requería. El omega iba por uno de los pasillos para regresar a sus aposentos y descansar un rato antes de la cena.

En medio camino vio a la doctora hablar con una figuras bastante conocida. Era Lan WangJi, eso hizo que se parara de golpe, quería hablar con Lan Zhan, pero a solas. Buscó alguna vía de escape en la cual podría irse sin ser visto, sin embargo fue demasiado tarde.

—Joven Wuxian que bueno que lo encuentro.

—Si verdad...—murmuró el omega, ya resignado se acercó al alfa y beta.

—HanGuangJun está de acuerdo para el uso de supresores —empezó a decir la doctora—, podrás pasar por ellos cuando gustes. Por lo que recuerdo tus celos son estables y tienen una duración de tres días, aunque dijiste que el último fue un poco intenso, incluso con supresores necesitaste tocarte —dijo mientras se tocaba la barbilla y parecía meditar—. Pero creo que con unos regulares deberías estar bien —dijo con su habitual sonrisa, mientras el omega sentía que salía vapor de sus orejas. ¡Esa es información privada! —Bueno yo me retiro, con su permiso —se inclinó antes de irse.

Noche de CaceríaOnde histórias criam vida. Descubra agora