Capítulo 4.

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Justo cuando estaba por impulsarse y brincar sintió como una mano lo sujetó por la cintura, tirándolo de regreso al piso del balcón.

—¡Pero qué...!—quiso gritar, sin embargo quedó enmudecido cuando el olor a sándalo llegó a sus fosas nasales.

—Está prohibido subir aquí, puede ser peligroso— dijo una voz grave tranquilamente. Era tan parecida a la que escuchaba en su cabeza cuando estaba en forma de lobo, pero al mismo tiempo tan diferente. Sentía la fuerza que tenía y como cada palabra lo hacía vibrar.

Giró su cabeza para empezar a discutir, pero volvió a quedar en silencio cuando apreció al hombre que lo tenía sujetado. Era la primera vez que veía a Lan Zhan en su forma humana, y era deslumbrante, un hombre realmente apuesto y alto, con largos cabellos oscuros que revoloteaban ligeramente por el viento. Con sus túnicas blancas daba la apariencia de un ser celestial. Y sus ojos dorados parecían brillar, no había dejado de verlo en ningún momento. Inconscientemente un leve rubor se cruzó por el rostro del omega, sentía su corazón golpear con fuerza.

Recobrando un poco la compostura se apartó rápidamente del alfa.

—¿Hay algo que sí se pueda hacer en este lugar?—dijo el omega tratando de parecer normal después del pequeño trance.

—Ni una noche llevas y ya intentas escapar—mencionó Lan WangJi, parecía estar molesto, pero era difícil saberlo, su rostro no mostraba ningún cambio, apenas pudo ver como sus cejas se fruncían levemente, casi imperceptible.

—No quería escapar, ¿por qué haría eso? —el omega ahora sí estaba de mal humor. ¿Qué clase de imagen le dio para que pensara así de él? —Sólo iba a ir un momento al lago —trató de explicar la situación.

El alfa lo observó un momento más para después asentir con la cabeza. Se veía más relajado ahora.

—Yo te llevaré al lago después— dijo colocándole su túnica exterior sobre los hombros al omega para protegerlo del frío y después tomándolo de la mano para empezar a caminar—Ahora hay que comer.

Al decir la palabra "comer" los ojos de Wei Ying brillaron como si de estrellas se tratasen.

Lan Zhan percibió la emoción del chico y algo cálido se formó en su pecho.
A medio camino Wei Ying recordó que sus manos seguían unidas, no sabía el motivo, pero sentía que quemaba de donde lo sujetaba el Lan. Aunque se rehusaba a mostrar alguna señal de nerviosismo, no pudo dejar de observar cómo ambas manos parecían encajar perfectamente, por lo que decidió dejarlas así por lo que restaba del camino.

Siguieron hasta el comedor donde la mayoría ya se encontraban sentados. Había muy poco ruido, y cada persona procuraba hablar muy despacio.
Estaban varias mesas ubicadas en las orillas del gran salón, en la cabeza una mesa un poco más grande que las demás. Ahí en el centro se encontraba un hombre con una horrenda barba desde la perspectiva de Wei Ying. Lo reconoció de inmediato, era el actual líder del clan, Lan QiRen. En la mesa también estaban sentados Lan XiChen junto a Jiang Cheng. Lan Zhan le indicó al omega donde sentarse, para después tomar asiento a su lado.

Wei Ying notó como varios pares de ojos estaban puestos sobre él, unos miraban de forma disimulada, otros no tanto. No sabía si era por ser el nuevo del lugar o porque traía una túnica que le quedaba bastante grande sobre sus hombros, haciéndolo lucir algo gracioso, pero esas miradas lo hacían sentirse un poco incómodo, además de que en el momento que vio la comida sintió su estómago rugir con más fuerza, esperaba que nadie hubiera escuchado.

Una vez que todos estuvieron en sus lugares Lan QiRen se levantó de su asiento y empezó a hablar.

—Hoy damos la bienvenida al nuevo miembro del clan—dijo el hombre dirigiendo su vista al omega recién llegado. —Como dicta la tradición ahora... es uno de los nuestros, el joven WuXian, pareja de mi sobrino menor Lan WangJi.

Noche de CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora