Capítulo 25.

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Dos omegas veían atentamente un estanque de loto, el aroma de las flores junto al clima cálido daba una sensación de paz.

—¿No se pueden quedar un poco más?—preguntó Jiang Cheng en voz baja con tono molesto. En realidad estaba triste porque su hermano se regresaría a la montaña GusuLan. Ya se había acostumbrado a tenerlo cerca, pero ahora volverían a estar separados.

—Ya tenemos una semana aquí, hay que regresar y hacernos cargo de la manada. Lan Zhan dice que el viejo QiRen ha cuidado hasta el momento de los Lan, pero que ahora es su turno—respondió Wei Ying mirando las pequeñas ondas que se formaban en la cristalina agua. —Ahora estará más ocupado, no podré pasar tanto tiempo con él—hizo un puchero.

—No es como si Lan WangJi se fuera a otro lugar—le dijo su hermano al ver que empezaba con sus dramas—¡Pero tampoco le pongas más carga encima!—ahora ya no estaría ahí para vigilarle.

Wei Ying desvió la mirada haciéndose el desentendido. Sonrió y sin decir nada abrazó al Jiang. Al principio este se desconcertó, pero después correspondió el abrazo.

Esta sería la primera vez de Wei Ying alejado por completo de los Jiang, sin embargo el omega se sentía tranquilo porque Lan Zhan estaba a su lado, aunque eso no evitaría que les echaría mucho de menos.

Al día siguiente partieron a primera hora de Yunmeng, prometiendo que se verían después del nacimiento de sus cachorros, ya que dudaban poder viajar antes de tiempo. Aunque trataron de evitarlo los omegas terminaron llorando, sus hormonas sólo les hacía más sentimentales.

Ambos hermanos Lan también se despidieron, sería la primera vez en su vida que estarían viviendo separados, estaban tranquilos ya que sabían que cuando uno necesitara del otro ahí estaría.

Aún con la despedida se sentía una tranquilidad en el ambiente. En cuanto Wei Ying y Lan Zhan llegaron a Yunmeng se mandaron cartas al resto de clanes para avisar de su aparición. Ahora parecía que podían respirar sin temor y restauran sus vidas.

—Tengan buen viaje—dijo un sonriente XiChen.

—No causes problemas WuXian—recordó Jiang Cheng.

El omega nombrando sonrió divertido—No prometo nada—Wei Ying, quien estaba montado sobre un lobo blanco se despidió con la mano. Así la pareja emprendió el viaje de regreso a la montaña de GusuLan.

Lan WangJi estaba casi recuperado por completo, así que esta vez le prohibido a Wei Ying transformarse en lobo, ya que según el alfa Yunmeng estaba demasiado retirado de GusuLan, por lo que Lan Zhan lo llevaría en su lomo todo el camino, dándoles un pequeño dejavú de la primera vez que el omega viajó a GusuLan y terminó dormido. Esta vez la situación era diferente, ya que aquella vez temía de llegar a un lugar extraño, pero ahora lo había convertido en su hogar.

—Me pregunto si Wen Ning y su hermana estarán bien con los Nie—dijo Wei Ying, pues Nie MingJue les había ofrecido una estancia permanente—. Aunque MingJue es un buen alfa.

Ante esas palabras un gruñido se le escapó al lobo.

—¡No me gruñas!—respondió Wei Ying con aparente enojo. Después sonrió y abrazó al lobo—Sólo era un comentario, tú eres mil veces mejor que cualquier alfa—Eso había complacido al Lan, quien discretamente movió su cola.

Cuando menos lo pensó Wei Ying terminó cayendo en un profundo sueño. En la seguridad de su alfa nada podría perturbarle.

En el momento que volvió abrir los ojos estaba recostado en una cama, la habitación le era muy conocida y casi con alivio suspiró. Se sintió algo triste al notar que Lan WangJi no estaba junto a él. Giró su rostro y pudo ver que a lado de su almohada había una peonía de color rojo brillante. Una sonrisa enorme atravesó su rostro.

Noche de CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora