Capítulo 20.

29.2K 3.3K 1.4K
                                    

En cuanto el sonido de la puerta cerrándose les indicó que estaban solos Wei Ying cayó de rodillas al piso.

Los ojos dorados de Lan Zhan se abrieron con preocupación, se acercó lo más rápido que pudo para sostenerlo con sus brazos.

—Wei Ying—llamó al omega pero los ojos de este estaban idos—Wei Ying...—con delicadeza sobó la parte trasera de su espalda, soltó un poco de su aroma para tranquilizarlo, después de unos segundos parecía funcionar. Eso hizo suspirar de alivio a WangJi.

—Yo... Yo...—en realidad Wei WuXian no sabía que decir. Tratando de buscar respuestas miró el rostro de su alfa, había clara preocupación y miedo ante su reacción, por lo que Wei Ying suspiró profundo y trató de calmarse.

—¿Estás mejor?—cuestionó el Lan al ver que su pareja ya se veía centrada y más tranquila. No pensó que iría a tomarse la noticia de esa manera.

—¿Por qué no me dijiste?—preguntó en voz baja sin despegar la vista de sus ojos.

—Quería que tú lo descubrieras...—Sabía que su omega podía ser despistado en ciertas cosas, pero no se imaginó que realmente el omega no llegó a pensar en esa posibilidad después de todo lo que había pasado. Tenía la esperanza de que al menos una vez se lo hubiera pensado.

—Debo ser la peor madre el mundo, no pude ni sentir a mi cachorro—su voz decaía y el aroma a manzanas se tornaba un poco agrio.

—No digas eso, Wei Ying no es mala madre, no tienes que ponerte así, tranquilo —trató de consolar el alfa acariciando sus manos.—Además, no estás solo.

—Pero lo estaré...—dijo con voz rota y unas emergentes lágrimas—Tú tendrás que ir a luchar y yo estaré quien sabe donde esperando por ti ¡Lejos de ti!

Sin poder contenerlo más se enterró en el pecho del Lan y lloró con un dolor en su pecho que no disminuía. Lan WangJi sólo pudo sostenerlo con fuerza, no quería dejarlo, pero si no se acababa esta guerra jamás podría disfrutar de la paz con su familia.

—Regresaré—Afirmó el alfa. Ya no se trataba sólo de su omega, ahora se sumaba su cachorro en sus prioridades y preocupaciones. No los dejaría solos.

—¡Lan Zhan, Lan WangJi, HanGuangJun! ¡Promete que volverás sano y salvo!—exigió el menor.

Sabía que con su cachorro a bordo las cosas cambiaban, no podía arriesgarlo a él también. Sólo y únicamente por eso trataría de refugiarse. Pero eso no evitaba que sintiera esa desagradable sensación de separación, incluso ahora el alfa estaba a su lado sentía que lo perdía.

—Lo prometo—Lan Zhan tomó la pequeña mano del de ojos grises y le dio un cálido beso, después la soltó para acariciar su rostro y besar su frente, así descendiendo poco a poco iba besando hasta llegar a sus labios.

El beso tenía un sabor salado por las lagrimas de Wei Ying pero algo lo volvía dulce al hacer una promesa tan anhelante.

—Mañana mismo partirás junto a tus hermanos hacia el sur, hay un fuerte donde estarán a salvo.

Wei Ying apretó sus manos en forma de puño. Cada parte de él quería oponerse pero en esta ocasión se contuvo de hacer rabietas y escuchó atentamente.

—Pon atención HanGuangJun, sólo por esta ocasión te haré caso ¡Pero tendrás que compensarme de alguna forma!

Lan WangJi estaba serio pero en sus ojos se podía ver diversión.

—Compensaré a Wei Ying una vez que esto termine.

El omega sonrió y volvió abrazarlo, no quería soltar y dejar ese fascinante aroma a sándalo. Ahora con un montón de pensamientos en su mente empezó acariciar su aún plano vientre.

Noche de CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora