-Jodido amor

878 77 9
                                    

La cita no fue nada bien. Por lo menos por mi parte. Sus canciones son demasiado... Superficiales. No van más allá de la lógica masculina, y lo que busca en una chica... Corporal, por supuesto. Y de la canción que me dedicó mejor ni hablemos. Me he ofendido, en verdad. 

La magia de su sonrisa y los encantadores zafiros en su rostro a los que llamaba ojos, desapareció al momento que quise comenzar una conversación con él. Es muy atento, parece buen chico, pero ahí termina todo. Fuera de eso no es más que un modelito de revista -porque sí, modela para revistas- con ganas de ser digno a alguna mujer que sueña con la historia perfecta para llevar a hollywood. Pero no lleva bien eso. Cuando me trajo a casa intentó besarme. Por supuesto que no lo dejé. Y cuando preguntó si volveríamos a vernos, me limité a sonreír y decirle "Buenas noches". 

Creo que no lo ha entendido del todo, porque sonrió. Pero no me interesa, no tiene mi número ni cómo contactarse conmigo. Y le pediré a Raini que por ninguna razón por más extrema que sea se lo de. No entiendo cómo no me advirtió de su forma de ser. Supongo que Raini creyó esa mierda hollywoodense que él intentaba vender. Suele pasarle muchas veces. Ay Rai, qué haré contigo... 

También me pasó que estuve demasiado distraída. Ross, obviamente. No podía ser de otra forma. Pero es que me pegó muy duro la forma en la que él se fue. Estaba enojado. Demasiado. 

Tal vez debería llamarlo, ver si está de humor para charlar... A quién quiero engañar, claro que no lo está. Y probablemente ni me atienda el teléfono. Lo que no sería justo porque no fui yo exactamente quien lo llamó "prostituta" en su cara. Aunque se disculpó, y debería superarlo, pero aún resuenan sus palabras en mi cabeza y duele. 

Después de pensarlo unos 20 o 30 minutos decido que llamarlo sería buena idea. Y así lo hago.

3 llamadas, 1 mensaje: "No me evites, quiero hablar contigo."

No contesta... No llama... No responde... Joder. 

Cuando entiendo que no se va a comunicar conmigo, me meto debajo de mis sábanas y me dejo ir en sueños.

**

Al despertarme lo primero que hago es revisar mi celular. Nada. Mierda, tendré que ir a aclarar las cosas en persona. Genial.

Levanto perezosamente mi trasero de la cama y comienzo a arreglarme. Trataré de ir lo menos atractiva posible. Hace algo de calor para una polera, pero consigo una gris oscura, termina por encima del ombligo, pero encuentro unos pantalones cortos de tiro alto. No mucha piel. Mi cabello lo recojo en un desordenado moño. No pongo nada de maquillaje. Mis vans blancas completan mi imagen de... Vagabunda con estilo. Pues Ross no querrá llevarse una vagabunda a la cama, verdad?

Bien, hay que hacer esto. 

O no...

Agg, Laura qué cobarde eres. 

**

-¡Laura cariño! Creí que no iba a volver a verte por aquí. - Me dice Stormie en cuanto me ve en su puerta. No había entendido hasta que recordé la última vez que me vio, con mi salida dramática mientras estallaba en llanto. Qué vergüenza.

-También me alegra verte Stormie... ¿Se encuentra Ross? -Le pregunto intentando no sonar desesperada porque me diga que sí y subir corriendo a verlo.

-Claro, está en su habitación, desde anoche que no sale de ahí. Debo advertirte que está algo enfadado, a ver si tu le puedes levantar el humor. 

"Debería" pienso "ya que fui yo quien tiró su humor abajo".

-Iré a verlo. Con permiso.

-Ve... ¿Quieres algo para tomar primero?

-No gracias, estaré bien. -Eso espero.

**

Golpeo la puerta y puedo oír a Ross quejarse.

-Ya dije que no pienso abrirle a nadie. -  Grita él desde dentro

-Y a mi mucho menos, verdad?

-¿Laura?

-Sí, soy yo. Por favor ábreme.


Siento el silencio que invade su cuarto. Ross, no seas tan duro conmigo ¿quieres?

Lo intento una vez más. Doy cinco golpes seguidos.

-¿Ross...?


Nada...

- ¿Y si hacemos un muñeco? - Comienzo a cantar. Y me siento algo estúpida. Pero espero que esto cambie su humor.

A los pocos segundos siento pasos que se acercan, y sé que ya he avanzado. 

Cuando por fin me abre la puerta, clavo mis enormes ojos en los suyos. Parece apiadarse de mi y me deja pasar. Pasan unos incómodos 5 minutos aproximadamente antes de que me animo a hablar.

-Ayer te fuiste algo enojado - Le digo

-¿Algo? - Y me da una mirada de "eres idiota?"

-Lo sé, lo lamento. Fue una situación algo incómoda, pero realmente no tenías por qué enojarte de esa manera. Simplemente iba a salir con un chico, ¿dónde está el problema Ross? 

-¿El problema? ¿Y nosotros?

-¿Es una broma? Fuiste tú quien dijo lo de "sin sentimientos"

-¿Que yo qué? 

-Nuestro segundo encuentro en tu cama. "Sin sentimientos" ¿recuerdas?¿A qué viene este reclamo ahora?


Ya estabamos gritando nuevamente. Y esta vez estaba su familia debajo. Es que... Simplemente el no puede venir a hacerme este tipo de reclamos y salirse con la suya.

Notaba que Ross no sabía qué responder, ni dónde meterse. No dejaba de pasar su mano por su cabello nervioso. Mordía sus labios de manera frenética y no concentraba su vista en un sólo punto. 

-Cálmate Lynch. 

-¿Que me calme? ¿Estás de broma?

-¿Quieres dejar de tratarme de esa manera Ross?

-Es que no lo entiendes. Nunca lo entendiste. Por eso dije lo de "sin sentimientos" yo primero. Para no quedar como un imbécil. Sabía que esto no podía ser mutuo.

-Cálmate de una jodida vez y explícame qué es todo esto.

-Esto, Laura, todo esto...

Y luego de una interminable pausa agregó:

- Esto es el jodido amor que siento por... por...


Oh mierda... 

Mini maratón.

When reality is so realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora