Hace 10 minutos que Rydel está esperando con toda la paciencia del mundo que conteste a su incómoda pregunta. Sé que de estos temas las amigas suelen hablar con confianza, y por supuesto que lo haria, si ella no fuera la hermana de mi novio. ¿No le resulta incómodo saber eso sobre su hermano menor? Sin embargo, decido que es mejor quitarme ese tema de encima. Respuesta directa.
"Sí" Contesto, y me dirijo a su colección de libros con la esperanza de que si me ve haciendo algo muy habitual mientras hablo de mi vida sexual, no notará mi rubor.
No sé si tomar su silencio como algo bueno, o no, así que con toda la curiosidad del mundo giro la cabeza para encontrarme a una Rydel boquiabierta, en una actitud totalmente sorprendida. Vaya, no creía que fuera tan inesperado para ella. Pero su mirada me pone aún más nerviosa, así que desvío de nuevo mi vista hacia los libros. Comenzaba a hojear el tercero cuando la rubia detrás de mi por fin habló.
"Yyyyyyyyyyy?" Preguntó con una voz tan chillona que me hizo abrir mis ojotes y mirarla para confirmar que sí había venido de ella. Y efectivamente, así era. Volví a el libro.
"¿Y qué Rydel?" Me pregunto si se tragará mi papel de inocente ahora.
"No te hagas la inocente Marano" Mmmm, nope, no lo hace. "Detalles, las chicas siempre queremos detalles, y yo los quiero a todos ahora." Dijo de lo más autoritaria.
"Wow, Ry, dejame algo para mi intimidad, correcto?"
"Okay, no todos, pero al menos dame algunos."
"Puesssss... lo hicimos, no hay mucho que saber" Continúo hojeando el libro que tengo en mis manos, sin ver absolutamente nada. Pero noto cómo me arden las mejillas.
"¿Críticas?¿Algo para destacar? ¿Fue tierno? ¿Cómo te sentiste luego?"
"Okay, ya" La detengo porque debe tener infinidad de preguntas en su cabeza, y no estoy dispuesta a responderlas todas. Con las que me hizo tengo suficiente.
Intento tranquilizarme, poner mi cara lo más inexpresiva posible, doy un suspiro de apoyo, y me dispongo a hablar. Pero de repente una estúpida sonrisa aparece en mi rostro mientras comienzo a contarle.
"Criticas, ninguna. Puedo destacar absolutamente cada pequeño momento. Espero que no suene exagerado, pero fue..." necesito cerrar los ojos para tranquilizarme otro momento, e intento de nuevo. "Fue... hermoso Rydel. Tierno es poco, es muy poco. Me mantuvo tranquila en cada momento, me dio confianza en mi cuerpo, me hizo sentir mucho más que deseada. Amada, en verdad. Cada beso, cada abrazo, cada roce significó mucho más para mi. Cada palabra me hizo amarlo todavía más, yo..." Me detengo de golpe nuevamente al notar que le he confesado mi amor por su hermano a Ry. Eso era algo que sólo sabíamos Ross y yo, y espero que no haya pensado que exagero ya que es la primera vez que nos ven juntos. "Estuvo bien" Remato, intentando parecer desinteresada. Y vuelvo a mi (no) lectura.
"Wow Laura, pensé que iba a escuchar un 'es muy bueno en la cama como para tener alguna otra objeción' salvaje, o un 'fue bueno' demasiado timido, mis pensamientos eran demasiado extremistas, en verdad. Pero lo que me has dicho demuestra que eres la persona ideal para mi hermano. Comenzaste hablando de la vez que se acostaron y terminaste confesandome tu amor por el. Te resultó inevitable. Me encanta que sea así." Dijo eso y movió su trasero hasta mi lado para darme un fuerte abrazo. Yo aún no reaccionaba. "Y por si no fui lo suficientemente clara... Bienvenida a la familia." Entonces, correspondí a su abrazo.
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Luego de compartir unos cuantos besos de despedida en el coche de mi novio, Ross volvió a casa y yo entré a la mía. No sin altes recordarle por octava vez, que se abroche el cinturón y me llame ni bien llegue a su casa.
No me sorprendió ver las luces completamente apagadas. No creía que mi madre me estuviera esperando. Me disponía a ir directamente a mi habitación, pero un pequeño movimiento en la cocina me detuvo. La silueta volvió a moverse, logrando que mi cabeza confirme que hay alguien, refiriendome a persona, ahí en la oscuridad. Quería llamar a mi madre, o ir a mi habitación y llamar a la policía, pero me encontraba caminando hacia por donde la silueta había pasado segundos antes. Sin sabes muy bien que hacer, agarré un jarrón mientras pasaba al lado del sofá, y en cuanto llegué a la concina encendí la luz. Encontrandome con la mirada asustada de mi madre.
"Santo cielo, mamá" Tiro el jarrón a un lado y voy a abrazarla. Ha estado llorando otra vez, se le nota. "¿Qué sucede mamá?¿Que ha cambiado que te tiene de esta manera?"
"Ha pasado algo esperado, pero aún así terrible."
Me lo temía. Me hago una pequeña idea de lo que se puede tratar, pero no quiero pensar hasta que mi madre no me confirme lo que ocurre.
"¿Quieres contarme, mamá?"
Ella se aparta de mí y mira directo a mis ojos. Su triste mirada me llega directo al alma. Y de repente estoy llorando también.
"Te contaré cariño, mereces saberlo".
