El apretó mi cintura contra la suya, y con su otra mano sujetó mi cara de una forma tierna. Joder, esto es... lindo. En el momento en que sentí su lengua me sobresalté. Dios, no. Nunca dí uno de esos besos y no sé si lo hago bien. ¿Qué tal si no? Qué verguenza.
Aún así lo intenté. Sentí que nuestras lenguas se encontraron y, oh, se sentía bien. Él sabía bien. Wow, eso hasta en mi cabeza sonó raro, no es que me lo esté comiendo. Pero realmente si pudiera hacerlo, lo haría. Apuesto a que sabría mucho mejor entero. Eso me recuerda...
¡NO!
-¡No! -dije dando un salto fuera de sus brazos- Esto... eh... eso, no... Yo sólo...
-¿Qué sucede? ¿No te ha gustado?
-¡Por supuesto que me ha gustado!
Ví la sonrisa asomarse en su rostro y supe que debí haber usado otras palabras y un tono más bajo. Oops.
-Y si te ha gustado ¿por qué paraste?
-Ross, ¿recuerdas quién soy? Laura Marano, oye. Tu amiga -dije haciendo notar un poco más la palabra "amiga".
-¿Y por eso paraste? Escucha Laura, te acabo de proponer que nos acostemos, ¿entiendes eso? Lo que quise hacer con este beso fue mostrar un punto.
-No lo entiendo...
-¿Quién soy?
-¿Ross Lynch?- dije algo confundida. ¿A dónde quiere llegar?
-Ross Lynch, tu...?
-¿Amigo?
-Así es. ¿Algo ha cambiado?
-Pues... No.
-El punto.
-Oh...
Pues, ahora que lo pienso, sólo fue un beso que disfruté en el momento y ahora todo sigue igual. No es una locura, entonces. Tiene sentido.
Mi primer beso fue con el, mi primer beso con lengua fue con él, y seguimos siendo amigos. Y yo no estoy incómoda. Y se está formando un "sí" en mi garganta, listo para salir y llevarnos a Ross y a mí a la cama.
Pero no lo haré. Un beso no es lo mismo que dormir juntos. Debo pensar bien, despejar mi cabeza un poco, dejarla digerir todas las palabras de Ross, el beso, su propuesta, lo que sentí cuando me besó, y el alcohol no ayuda en mucho.
Pensar bien. Sí, es debo hacer.
-Bien Ross, por el momento sólo te diré que lo pensaré. ¿Está bien?
-Lo está. -Dijo con una sonrisa en su rostro. Es precioso.
Oh, okay... Eso es señal de que ya es suficiente por hoy. Le dedico una sonrisa amable y vuelvo con los demás.
Cuando llego a mi asiento noto que todos me miran con una sonrisa de picardía en el rostro. No entiendo el por qué hasta que veo que Ross se sienta justo a mi lado, habiendo salido de el mismo lugar que salí yo: un rincón oscuro detrás de unas plantas. Mierda, ahora sé lo que están pensando. O puedo estar segura de que lo sé.
-los hemos pillado... -acusa riker señalándonos a Ross y a mí con su dedo y con una voz burlona semejante a la de un niño pequeño.
Las miradas se centran en él, pues eso fue tonto, aunque su cara sí ha sido divertida.
-Lo que Riker quiere decir... -Habló Raini -es que ya hemos entendido su juego...
-¿Nuestro qué? -Respondo algo confundida. ¿De qué juego habla?
-¡No te hagas la tonta! Ahora sé por qué no quieres que te presente a nadie. Pobre nadie, le ha ganado de mano Ross Lynch, escondiéndose con su chica detrás de las plantas. Pues bien jugado.
¡Oh santo Dios! Eso.
-Raini, no empieces. No ha pasado nada, sólo que ustedes hablan demasiadas tonterías en el estado en que están y con Ross necesitábamos un descanso, fuimos a hablar más tranquilos. Eso es todo. Justamente ahora lo volvería a hacer, lo que mencionas también es una tontería. ¿queda claro?
Soné algo enojada, aunque creo que eso bastó para detener sus pensamientos sucios, ya que sólo recibí un puchero y un "está bien" de Raini.
Ahí acabó el tema.
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Llego a casa y tiro el bolso en alguna parte que no veo. Joder, está todo malditamente oscuro.
Me dirijo a mi cuarto, chocándome con algunas cosas en el camino, y me tiro en la cama cuando logro encontrarla. Dios, mi dolor de cabeza no hace más que aumentar, y aún tengo muchísimas cosas que las que pensar. Pero no hoy, mañana en la mañana quizás.
Cuando siento que estoy a punto de dormirme escucho un ruido en la sala. Es un golpe, y seguido de eso comienzan gritos, gritos con insultos, gritos llenos de furia, gritos... De mamá y papá.
Oh joder, no.
