-Un gusto haber perdido mi virginidad contigo

1.3K 94 4
                                    

¿Qué acabo de hacer? Oh Dios mío. Todo pasó tan rápido. No sé en qué momento se me cruzó esta idea en la cabeza, pero fue muy fugaz, porque sólo actué y con rapidez.

Yo... Acabo de perder mi virginidad. Con Ross. Dios, no.

En el momento me pareció tan normal que... Un momento... Todo se sintió, normal. Es verdad.

Supongo que así funciona la cosa de "una sola noche". Uno avanza y lo siguiente que se sabe es que acaban de pasar el climax. Y eso es todo. Sin sentimientos, sin compromisos. 

Concentrada en mi alivio no había notado que Ross estaba recostado a mi lado observándome algo divertido. No estoy segura de qué caras hice cuando no prestaba atención así que no sé si soy yo la que le hago gracia, o el sexo es divertido para él. 

-Así que... Consideraste mi propuesta y te animaste. Bien hecho Marano -Dice, y luego me guiña el ojo.

-No la consideré Lynch. Sólo estabas aquí, y yo también. Además no estoy pensando bien ultimamente, solo hago las cosas y eso fue lo que pasó. -Digo intentando no mirarlo a los ojos. Porque aunque todo esto deba seguir "normal" para nosotros, no deja de avergonzarme. Quiero decir, la única que conoce mi cuerpo soy yo, y ahora él también. Es demasiada intimidad para mí.

-¿Vas a decirme qué era lo que te tenía mal?

Oh, me había olvidado por completo. Bueno, supongo que esto va en la lista de "cosas positivas". Esto y el hecho de que lo pasé de maravilla. 

-¿Por qué sonríes? -Me pregunta Ross. Parece que mi sonrisa es contagiosa porque él también está sonriendo. 

Me duelen las mejillas, tal vez debería dejar de sonreír como idiota. Además, ¿qué se supone que le diga ahora? No pienso hablar de lo que pasó recién, y definitivamente no le contaré mi situación familiar. Debería volver a casa. Aquí cerramos todo. Virginidad perdida: misión cumplida. Yo me olvidé por un buen momento de todo lo que atormentaba y agradezco eso. La pasé bien, pero eso es todo. Cada uno debe volver a su papel para que el show continúe. Y yo debo hacerlo en mi casa, aunque no estoy segura de querer volver ahí, pero aún así debo hacerlo. 

-Será mejor que me vaya. En casa las cosas no están muy bien y tengo que descansar. Tu también debes hacerlo. -Le digo, y le sonrío dulcemente. Él no hace lo mismo, lo que me resulta extraño.

-Oye, ¿qué va mal en tu casa? -Oh sí, es preocupación lo que veo. A veces -siempre- es la persona ideal con quien puedes hablarlo todo, él te escuchará. Pero ya opté por no contarle sobre esto.

-Cosas que tienen solución. No es nada Ross. Igual, gracias por preocuparte, eres el mejor, lo sabes.

-Tú lo eres -Me dice con voz dulce, acto seguido me ayuda a levantarme y comienzo a vestirme.

Joder, esto está lleno de arena. Me sacudo fuerte, y por un momento me siento una niña otra vez. 

A Ross parece divertirle ya que no deja de sonreírme y yo sacudo su remera antes de que se la ponga. Es feo cómo te cae por encima de tu cabeza y se mete entre tus pechos. Bueno, no creo que eso le pase a Ross, pero sí le entrará buena parte de arena en su hermoso cabello. No arruinemos eso.

-Gracias -Dice él cuando le entrego su remera. 

-Gracias a tí, por preocuparte y venir hasta aquí 

-Oh, fue un placer haber venido. -Me contesta algo divertido, y -por qué no- también algo intenso. 

Por primera vez desde lo que acabamos de hacer, enrojezco y agacho la cabeza para que no se me note. Aunque fracaso terriblemente en ello.

Ross levanta mi cabeza, y lo veo a sólo unos pocos centímetros de mi rostro. 

-No tienes de qué avergonzarte. Eres hermosa, dulce, tienes eso de "niña buena", pero lo cierto es que lo has hecho perfecto esta noche.-Me relajo con sus palabras.

-Oh, cállate Lynch. Mientes muy mal. No soy buena en esto, tú sabes que esta fue la primera vez que lo hice sin ningún conocimiento previo. No tiene sentido lo de "perfecto". -Digo intentando parecer relajada y bromista. 

-Entonces explica porqué yo lo sentí perfecto -Me dice con una sonrisa, pero noto intensidad en sus palabras. Oh.

-Eso sólo te lo puedes explicar tú. -contesto mirándolo fijamente. 

Ahora el ambiente es el que está intenso. Wow, comienzo a creer ese cuentito adolescente, y que sí hay una especie de mariposas en tu estómago, aunque yo las llamaría hormonas. 

Decido apartarme un poco de él, y retirar mis ojos de los suyos. Esto no ayudará a que sea todo "normal".

-Me voy Ross. Y de nuevo, gracias.

-¿Quieres que te acompañe?

-No gracias, me gusta caminar sola.

-Está bien. Nos vemos Marano.

Dicho eso me abraza fuerte y yo tengo que ponerme de puntitas para alcanzar a apoyar mi cara en su hombro. Esto es lindo. Pero no es bueno hacerlo con la misma persona con la que acabas de revolcarte -literalmente- hace apenas minutos. Así que inteligentemente lo suelto y le dedico una sonrisa. Él me la devuelve al segundo y empiezo a caminar hacia atrás.

-Adiós Lynch.

un gusto haber perdido mi virginidad contigo

When reality is so realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora