Ross había preparado un sofá enorme, con una mesa y una gran pantalla en frente. La mesa estaba llena de todo tipo de comidas chatarras, y por un momento me pregunté quién habrá hecho todas estas compras. También había mantas sobre el sofá, y ahora la pregunta que me hago: ¿qué es todo esto?
Pienso en preguntarle directamente a Ross, pero el me guía hasta el comedor y allí se explica mejor.
-Todavía eso no, preparé un almuerzo sano, y -espero- que rico para ti. El sofá, la chatarra, y la maratón de películas vienen después. Ah, tambièn tenemos helado, recordé tus gustos favoritos, no te preocupes. -Me dijo Ross, y yo me derretí por lo último. Por supuesto que no dejé que lo notara.
-Tu debes quererme demasiado, pero... ¿a tus padres no les molestará tener una sala de cine en medio de la casa?
-Por ellos tampoco te preocupes, estarán fuera todo el día, y me arriesgaría a decir que parte de la noche. No salen mucho con amigos, y cuando lo hacen se toman todo su tiempo para ponerse al día.
-De acuerdo -y le dediqué una sonrisa, por ser uno de los chicos más detallistas que conocí en mi vida, me encanta. -Y... ¿qué has cocinado?
-Umm, por el momento no te lo diré, si la conoces, perfecto, sino tendrás que averiguarlo. Pero te daré una pista: es un plato italiano. Oh, y sabe de maravilla, si puedo presumir.
Su comentario me hizo reír, y nuevamente aquí estoy yo agradeciendo el tenerlo conmigo en momentos en los que necesito algo como esto.
-Pues, iré a deleitarme con tu comida, permiso.
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Creo que eso fue lo más delicioso que probé en mi vida... además de Ross.
No sabía que cocinara tan bien así, una vez intentamos hacer un pastel y terminamos llenos de harina, huevo y todos los ingredientes que se suponía, iban en la torta. No pregunten cómo pasó. Pero este sí es un progreso, un delicioso progreso.
-Pues te felicito Lynch, pocas comidas me hacen querer comerme el plato inclusive, y la tuya lo hizo.
-Vaya, gracias. Eres la primera que lo prueba.
-Oh, eso quiere decir que puedo ser la primera envenenada, ¿qué es esto? ¿una prueba? ¿no habrás puesto toda esa chatarra allí para que luego yo pueda echarle culpa por mi pronta muerte, verdad?- le dije en un tono serio, pero él sabía que bromeaba, por eso sonrió.
-No, simplemente es una comida que yo probé hace tiempo, me encantó, y quería que también la probaras tú, no tuve tiempo de hacer que otro la probara, pero procuré seguir cada paso como lo decía la receta, lo juro.
Eso me hizo sonreír de nuevo como tonta.
Ay Lynch, eres tan dulce, tierno, caliente, y me estás volviendo loca. Mmmm ¿qué podría yo hacer al respecto?
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Luego de un momento, nos dirigimos al sofá. Yo me cubrí con la manta y tomé una bebida, mientras Ross ponía la película. No sabia de lo que se trataba hasta que vi el título grande en pantalla: "Amigos con beneficios".
-¿Es en serio? -le digo casi al borde de la risa.
El nota mi diversión, pero aún así se pone nervioso cuando se explica.
-Pensé que sería divertido, tu sabes, por lo...
-Entiendo, no necesitas explicar -pero aún así se ve adorable haciéndolo y me divierte que lo haga.
Toma asiento a mi lado y la película comienza. La realidad es que nunca la había visto, me han dicho que es intensa, muy divertida, y tierna también.
Fui confirmando cada cosa mientras la veía. La comedia es buenísima, no creo haberme reído tanto con el principio de una película, simplemente. El sexo sin compromiso, sin sentimiento, no fue como esperaban y terminaron... bueno, no estuve del todo lúcida para el final de la película porque por alguna razón terminé recostada en los brazos de Ross, y nos agarrábamos algo fuerte, pero creo que terminaron juntos. Lo que noté también ahora, repasando los hechos, es que en los momentos más intensos -y divertidos a la vez- Ross y yo juntábamos nuestras manos, o el me acariciaba el hombro, el cabello. Yo su pecho o su rodilla. No creo que ambos hayamos sido conscientes de ello en su momento, pero ahora que nos separamos y nos miramos a los ojos, cierta incomodidad llenaba el aire, pero no duró mucho. Pronto todo se volvió intenso.
Pronto, Ross y yo estábamos envueltos en un apasionado beso.
