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Aún no puedo creer la traición de mi novio. Ex novio. Yo confié en él como nunca había confiado en nadie, le conté absolutamente todo, le entregué mi virginidad joder, y ahora resulta que todo había sido una maldita apuesta, nuestra relación: una completa mentira. No creo poder perdonarle esto, nunca, y aún quedan por grabar algunos episodios de Austin & Ally. Mierda. No quiero pensar en eso ahora, pues simplemente no quiero pensar en él en absoluto.

"Aquí tienes" Me dice Andrew mientras me pasa una taza de café.

"Gracias" Respondo, haciendo una sonrisa forzada que estoy segura que mas bien se ve como una mueca.

"Escucha Laura... Sé que dijiste que no querías hablar sobre el tema y lo entiendo, créeme, pero aún así quiero que sepas que si en algún momento deseas desahogarte te escucharé sin juzgarte, aquí tienes un amigo"

Andrew ha sido uno de mis mejores amigos desde que tengo memoria, ha estado conmigo siempre, así como yo para él. A los 10 años yo perdí a "Lilly" una muñeca que papá me había regalado cuando yo era una bebé, ya estaba algo deteriorada y no olía muy bien, pero tenía un enorme valor para mí. No lograba encontrarla en ningún lado y lloré, me senté en el patio trasero y lloré como la niña que era. Luego de un momento la puerta trasera se abrió y llegó Andrew. Me abrazó, consoló y prometió que me conseguiría otra, aunque yo sólo quería a Lilly le sonreí por su intento de hacerme sentir bien. Fue en ese momento en el que noté las ojeras que traía, claramente había estado llorando por alguna razón. Pues así era. Esa tarde su padre se había ido de casa, dejando una nota con un argumento totalmente estúpido, nunca más volvió a verlo y Andrew no volvió a ser el mismo, sin embargo ha sonreído para mí en momentos en los que lo he necesitado, como aquel día en que perdí mi muñeca, su pérdida había sido más importante que la mía, y aún así era él quien me consolaba a mí. En ese momento supe que nuestra amistad duraría por siempre, y de alguna forma eso me hizo sentir segura en todo lo que luego vino, hasta incluso este momento.

"Gracias Andrew, en realidad lo aprecio" 

Me inclino y lo abrazo sin derramar ni una sola lágrima, no con Andrew, el más que nadie merece todas y cada una de mis sonrisas.


++


Luego de estacionar frente a mi casa, asegurarse de que lo iba a llamar al día siguiente para contarle mi estado de ánimo, y repetirme una vez más que si quiero hablar él estará para escucharme, Andrew se despidió de mi con la mano y arrancó el auto. Lo miré irse unos segundos preguntandome qué haría yo sin este pequeño idiota, sonrío para mí y entro. Al segundo de haber pasado por la puerta mi bolso choca con el perchero y logra que haga un afecto dominó con dos grandes macetas que tenía al lado. Por supuesto, se encendió la luz y mamá bajó las escaleras alarmada, probablemente porque creyó que un ladrón había entrado a casa. ¿Olvidé mensajear?

"Tranquila mamá, soy yo, ya me encargo de esto" digo señalando el pequeño desastre que había ocasionado.

"Descuida cariño yo me encargo, eh, no te esperaba por aquí hoy, pensaba que estarías con..."

"No" la detengo en seco y ella levanta la vista al percibir mi todo "Discutimos y se acabó. Eso es todo lo que necesitas saber mamá ¿segura que no quieres que te ayude con eso?"

"Esto... No, yo me encargo, tu ¿estás bien? ¿necesitas que...?" Su cara de confusión me estaba estresando, no quiero hablar de esto.

"Estoy bien mamá, no es nada. Escucha iré a comer algo y luego me iré a la cama, recuerda que estoy aquí abajo, no te asustes de ningún ruido. Descansa" 

Me retiro al comedor antes de darle lugar a otra pregunta y me devoro todo lo que encuentro en la heladera. Hoy no había comido mucho, mi estomago no podía recibir nada. Pero ahora que me he calmado necesito alimentarme, y vaya que aquí hay hambre.

++

Luego de terminar mi cena subo a mi habitación y comienzo a deshacer el bolso, a medida que saco prendas las voy doblando y guardando donde corresponde, cuando ya casi he acabado encuentro una remera que había quedado al fondo. Era una remera que Ross me había dado hace tiempo, luego de una noche que pasamos juntos, y me pidió que fuera mi nuevo pijama. Acepté con muchísimo gusto. Me la quedo observando, negra, grande, y huele a él. Todavía huele a él. La acerco a mi pecho y siento cómo comienza a formarse un nudo en el estómago, mis ojos están húmedos iniciandose en llanto y quiero gritar porque estoy sufriendo, sufro la pérdida de algo que tuve y que disfruté tanto: su amor.  Pero entonces recuerdo que no fue amor, nunca fue amor, él no lo sentía. 

Fui una apuesta.

Arrojo lejos la remera y voy hacia mi armario a buscar uno de mis viejos pijamas, rosa y con flores y soles sonrientes, refleja un estado de ánimo totalmente contrario al que tengo ahora mismo. Aún no puedo creer lo que pasó. ¿Cómo se supone que voy a mirarlo a los ojos cada vez que una escena entre Austin y Ally tenga que ser grabada? ¿Cómo se supone que vaya a convivir en un set con él? Me asusta pensar en el momento en el que retomemos las grabaciones y cómo voy a reaccionar frente a él. Para mi suerte aún queda tiempo, puedo superarlo.

Segundos antes de meterme a la cama y por primera vez luego de la vez que llamé a Andrew, enciendo mi celular. 17 llamadas perdidas, 22 mensajes de texto, 11 mensajes de voz. Todas de Ross. No tengo fuerzas para leerlos y honestamente no quiero tener que hacerlo alguna vez. Borro absolutamente todo y luego sí entro en mi cama. Recuerdo que aún tengo algo más que borrar. Voy a galería, directo a una carpeta que había creado, "el monte raura" la habíamos nombrado, 45 fotos en la que Ross y yo hacemos poses graciosas, nos miramos, nos besamos. Duele verlas luego de lo que pasó, pero duele más saber que esa serán la última vez que las vea y que esos momentos no volverán. Presiono "eliminar" y cualquier recuerdo comprobable en mi celular queda totalmente fuera de mi alcance. 

Vuelvo a apagar el celular, me recuesto y dejo que las lágrimas corran mientras me pregunto para mis adentros dónde estará el botón de "eliminar" en mis recuerdos, preferentemente en los que está Ross.


When reality is so realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora