cuarenta y cinco🍒

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Me remuevo en la cama, halando las cobijas para cubrir mi cabeza, pero a lo lejos escucho mi nombre ser gritado, tardo unos segundos para percatarme de mi alrededor y reviso la hora en mi celular, el brillo de la pantalla me hace entrecerrar los ojos, pero me sorprendo al ver la hora, es tarde. Está oscuro a través de la ventana, lo que me hace entender que mamá acaba de venir del trabajo y es ella quien me está llamando. He pasado todo el día en mi habitación, después de que se fuera Luke antes del mediodía, fui a comer algo, darme un ducha y ponerme mis pijamas de nuevo. Por alguna razón me sentía exhausta así que caí dormida mientras repasaba en mi mente una y otra vez todo el tiempo que pasé con Luke en la mañana.

— ¡Ya voy! —grito en respuesta cuando escucho mi nombre otra vez, mi garganta está reseca.

Salgo de mi habitación con la capucha de mi Hoodie sobre mi cabeza, mi cabello hecho un desastre debajo de esta y mareada por el sueño.
— ¿Qué sucede? —digo al entrar a la cocina, donde ella está sentada en uno de los taburetes, sigue con la ropa de la oficina y en una mano lleva una taza de té. Su mirada me inspecciona de arriba a abajo.

— ¿Estabas durmiendo?

—Sí, me despertaste.

—Bueno, pues lo lamento, tenemos que hablar.

— ¿Hablar de qué?

Frunzo el ceño, paso una mano por mis ojos para restregarlos y me siento al frente de ella. Le observo revisar su celular rápidamente, así que decido agarrar una banana del centro.

— ¿Entonces? —cuestiono después de un rato de ella mirándome seria mientras yo mastico.

—Ophelia, no soy estúpida, sé que entre tú y Luke hay algo.

Siento como si mi corazón se cayera hacia mi estómago, se me es difícil tragar, pero lo hago con dificultad, dejo la banana a medio comer a un lado y comienzo a negar. Sus ojos igual a los míos me ven con decepción y molestia. ¿De qué rayos viene esto ahora? ¿Cómo ella sabría algo?

— ¿De dónde sacas eso? —le pregunto y entrelazo mis manos que ahora están heladas por los nervios, tratando de guardar la calma.

— ¿Qué hacía Luke hoy en la casa?

Abro mi boca sin saber qué decir, estoy anonadada. Es tonto de mi parte que empiece a negarlo, no hay vuelta atrás. Estoy atrapada y el miedo empieza a crecer en mí.

— ¿Cómo lo supiste?

—Ophelia, llevo rato sospechando algo, y cuando me estaba bajando del auto, el Sr. Peter se me acercó para aconsejarme que debería de tener cuidado contigo ya que pasas demasiado tiempo con el vecino que te lleva años y que, uhm, que él vino a la casa hoy.

— ¡El Sr. Peter es un chismoso! —Es lo que espeto, enojada—. A ese viejo le gusta inventarse cosas, mamá, es grosero, recuerda que fue él quien mandó a la mascota de Luke a la perrera, es nefasto…

—Ya basta, Ophelia —me calla, trato de tranquilizar el agite en mi cuerpo y dirijo la mirada a la de mamá, quien me ve con contrariedad—. ¿Acaso no te das cuenta de lo mal que está esto? Luke te lleva como 9 años…

—Son 7 —le corrijo.

—7 o 9, da igual, sigues siendo menor de edad y él no puede meterse contigo, ¿Entiendes eso?

—Lo entiendo —respondo e intento pensar en algo rápido—, pero, Luke y yo no somos nada, te lo juro, solo somos amigos, acepto que paso demasiado tiempo con él, pero nada ha sucedido.

Al decir aquello tengo la esperanza de que me crea, pero ella niega, dudosa.

—No sé si creerte, Ophelia —suspira pesado, ahora ve hacia otra parte, negando lento—. Hija, tienes que entender que hombres desearán algo contigo, eres bonita y ciertamente tu cuerpo ya no es el de una niña, pronto cumplirás los 17, pero eso no significa que harás lo que te plazca, tienes que cuidarte, yo tengo que cuidarte. Luke es un hombre ya, sabes a la perfección cómo son de lujuriosos y pervertidos la mayoría…

Alzo mis manos para detenerle, me incomoda el camino que esta conversación está tomando y ella lo nota porque aprieta sus labios y me ve atenta.

—Si nunca te dije algo fue porque sabía que pensarías esto, Luke es respetuoso conmigo, por favor, confía en mí.

Ambas nos quedamos en silencio, el ruido del motor de la refrigeradora suena de fondo al igual que las agujas del reloj en lo alto de la pared. Mamá toma una gran bocanada de aire, de forma vencida. Quiero poder decir algo más, pero no sé qué, los nervios me carcomen, trato de esconder mis manos heladas debajo de la mesa y no puedo evitar morder mi labio inferior. La sola idea de mamá enterándose por completo de lo mío con Luke me pone pésimo porque sé que algo puede salir mal.

—Solamente somos amigos… —intento de nuevo cuando ya no resisto su silencio. Estoy asustada no porque yo no sepa mentir o que se me ocurran excusas, sino porque las probabilidades de que ella me crea son bajas ahora.

—Si es así, entonces quiero escuchar a Luke confirmarlo.

— ¿A qué te refieres? —Musito perpleja al verle levantarse de su asiento y tomar las llaves— ¡Mamá! ¿Qué haces?

A este punto también me he levantado y ahora le sigo hacia la sala, con mi corazón latiendo fuerte y un gran nudo en mi garganta, amenazando con hacerme vomitar por culpa del pánico.

—Yendo a casa de Luke para hablar.

delicate | lrh [CANCELADA]Where stories live. Discover now