delicate | lrh [CANCELADA]

treinta y siete🍒

—Fue una broma.

Repito triste después de haberlo contado todo. Me animo a alzar la mirada solo para encontrarme a 3 pares de ojos verme de forma totalmente distinta.

Calum me había dicho que tenía que contarle todo, me pidió que llamara a Karla porque se sentía mal si la dejábamos sola por un largo tiempo y también estaba de acuerdo. Me estaba preparando para explicarle a mi amiga y a Calum absolutamente todo cuando a lo lejos observe a Eli sentada en una mesa a las afuera de un quiosco de helados. Al principio no me acordé de ella hasta que el moreno me dijo su nombre. Eli, la chica que trabaja con Luke y que estaba aquella vez en su casa y de la cual estaba celosa.

Ahora Calum me mira serio, con un tinte de preocupación en sus ojos marrones. Karla tiene el ceño tan fruncido por la sorpresa, parece que no cree nada. Y Eli, bueno, Eli tiene esta mirada de oposición, como si no estuviese de acuerdo con nada y como si yo fuese una pequeña diablita o un duende.

—Luke nunca mencionó que tuviese algo contigo —Eli es la primera en hablar, y si no supiese que a ella le gusta las chicas pensaría que está celosa—. Tú tampoco lo hiciste —esta vez se dirige a Calum, el moreno solo se encoje de hombros.

—Nunca surgió el tema —se excusa.

— ¿Tu mamá no sabe? —la voz de Karla interrumpe.

—No y no se va a enterrar —respondo exasperada. Jamás me había sentido tan juzgada en mi vida.

—Ya no tiene nada de qué enterrarse, Luke te botó.

Alzo la mirada para evitar ver mal a Eli. Entiendo que no esté de acuerdo, pero no tiene que ser ruda.

—Por Dios, Eli, no seas mala.

—Calum, ¿Por qué si quiera estás bien con todo esto? Sabes que si alguien se entera, Luke, tu mejor amigo iría a prisión, deja de ser tan tonto.

—Vale, tienes razón —habla él, haciendo que le vea con el ceño fruncido—. Quizá esté mal, bueno, de hecho está mal legalmente hablando, pero por Dios, Ophelia no es una niña.

—Cumpliré 17 en pocos meses —colaboro.

Karla se ha dejado caer en el respaldar de su silla, nos ve a todos como si de un partido de ping pong se tratara. Luego me tengo que encargar de convencerla de que no le diga nada a nadie.

—Sigues siendo menor de edad, lo siento, Ophelia, me caes bien y todo, no dudo que seas una chica agradable, pero también procuro velar por Luke.

—Lo sé, lo sé —asiento rápido—. Yo también, jamás haría algo para perjudicarle.

—Por eso no lo evité en parte —intercede Calum, le da golpeteos con sus dedos a la superficie de la mesa—. A Luke le gusta Ophelia, lo conozco lo suficiente como para saber que ya es tarde, ha caído enamorado.

— ¿Sí? —susurro pasmada. Calum asiente lento. Observo de reojo a Eli y esta está de brazos cruzados negando desaprobatoriamente.

— ¿Ya te acostaste con él? —la pregunta la hace Karla, provocando que todos en la mesa le veamos con asombro, abro mi boca sorprendida y sin saber qué decir, me ha tomado por sorpresa y se me es inevitable no sonrojarme.

— ¡No! —respondo llevando ambas a mi pecho.

—Gracias a Dios —musita Eli. Esta vez sí le veo mal.

—Es inofensivo, ¿Ves? —suelta Calum con ambas cejas alzadas. Eli no dice nada, se mantiene callada y en serio lo agradezco.

—De todos modos, Luke no quiere saber de mí, supongo que ya no importa nada.

Respiro hondo tras aceptar eso y apoyo mis codos en la mesa para después hundir mi rostro entre mis manos.