cuarenta y tres🍒

1.9K 222 57
                                    

Cuando cuelgo la llamada, me quito las sábanas de un manotazo y salgo de mi habitación para ir directo al baño; enjuago mi rostro con agua fría y cepillo mis dientes, me quedo viendo mi reflejo por varios segundos, debatiendo sobre si tengo tiempo para tapar mis ojeras profundas y que se ven casi moradas por culpa de mi mal hábito de no dormir a como se debe y mi palidez.

Solo me coloco un Hoodie negro que me queda holgado y hago mi corto pelo detrás de mis orejas cuando a lo lejos escucho mi timbre, voy enseguida a abrir la puerta, mi respiración es agitada cuando mis ojos se encuentran con esos azules claro. En mi rostro aparece una sonrisa ladeada, le tomo del brazo para entrar de una vez y cierro la puerta detrás de nosotros. Le guío a mi habitación.

— ¿Puedo ser honesto? —pregunta, fisgoneando alrededor de mi cuarto, yo me encojo de hombros— Me esperaba algo menos rosa.

Frunzo el ceño y le doy un vistazo dudoso a mi habitación, es el mismo desde que tengo 13. Paredes rosa pastel y los muebles blancos.

— ¿No va conmigo el rosa?

—Bueno, cuando pienso en ti, pienso en algo más rudo y audaz. Negro y rojo, quizá verde.

Alzo mis cejas, tratando de no soltar una risa, voy directo a mi cama para sentarme en el borde, Luke se queda de pie, pero recuesta su cuerpo en la puerta de mi closet, con los brazos cruzados.

— ¿Desde cuándo el verde es rudo?

—Desde siempre, Ophelia, cállate —Luke niega divertido, contagiándome de su humor—. ¿Así que realmente le mentiste a tu madre para no ir a clases?

Su pregunta me toma por sorpresa, pero me mantengo tranquila cuando me encojo de hombros. Luke camina hasta donde mí para sentarse a mi lado, deja una pequeña distancia entre ambos, parece asustado.

—No tenía ganas de ir, me he estado sintiendo mal —confieso, giro mi rostro para mirarle, tiene su mirada perdida en mi alfombra, su postura está encorvada y su cabello va hecho un desastre. No he sido la única al parecer.

— ¿Esto tiene que ver con mi confesión del sábado? —Sus ojos se encuentran con los míos, inspecciona todo mi rostro y cuando no hablo, él cierra sus ojos, con frustración—. Maldición, lo sabía, no debí de haber hablado de más, sabía que no era tiempo, pero aun así lo hice, siento que lo arruiné todo otra vez...

—Luke, te amo.

Mi interrupción hace que alce las cejas con confusión y diversión fingida.

— ¿Lo haces, Ophelia? Porque no lo parecía cuando literalmente huiste hacia tu casa después de que te dijera que te amaba.

—Fue mucho, sí, no me lo esperaba —admito con exasperación, dejo caer mis manos a mi piernas y aprieto mis rodillas—. Me gustas mucho, Luke, jamás había sentido esto en mi vida, todo esto es nuevo, y sí, tal vez soy yo la que inició todo, sé que soy jodidamente coqueta y solía jugar contigo para que cayeras, lo acepto, pero nunca creí que todo eso nos fuese a llevar a esto, ¿me explico?

—No solo tú tienes la culpa, yo también caí con facilidad y eso está en mí.

—16 meses es mucho tiempo, Luke.

—Lo es, ¿no es así?

—Sí.

—Ophelia, mírame —pide en un murmuro, volteo a verle y él conduce sus manos hacia mi rostro, presionando con delicadeza mis mejillas—. Lo lamento, lamento haberte agobiado, no estuvo bien, nada de lo que pasó el sábado estuvo bien, fue incómodo, te presioné, está bien si no me amas a como yo lo hago, solo me importa saber si quieres seguir juntándote conmigo.

—Luke, te dije que sí te amo.

—No lo haces, Ophelia, crees que sí, pero no me amas.

Sus palabras me azotan con fuerza, como si se tratara de una cachetada, aun cuando mi rostro sigue siendo sujeto por él. Sus pulgares dejando caricias en mis pómulos se sienten como quemaduras. Bajo la mirada, coloco mis manos sobre las suyas para apartarlas y suspiro antes de acortar la distancia que había entre ambos.

—No quiero romperte el corazón.

—No, Ophelia, yo mismo me lo rompí cuando comencé a enamorarme de ti. 

delicate | lrh [CANCELADA]Where stories live. Discover now