delicate | lrh [CANCELADA]

once🍒

"Espero puedas comprender, no era mi intención hacerte sentir mal"

Perdí la cuenta de las veces que leí ese mensaje que me llegó por la noche. No me tomé la molestia de contestarle a Luke porque no iba a servir de nada, sentía que ya había pasado demasiada pena. Así que ayer me dormí con mi celular en mano y sintiéndome fatal.

Su mensaje ronda por mi mente aunque no quiera, sus palabras soltadas con amabilidad y dulzura, pero con un significado doloroso para mí están ahí, burlándose de mi inocencia por creer que Luke se arriesgaría para estar conmigo. Una tonta, eso es lo que soy.

Ahora que lo pienso mientras mastico mi avena con fresas, creo que él tuvo razón cuando me preguntó si acaso yo había atrapado señales incorrectas, quizá y confundí su carisma y amabilidad hacia mí con sutil coqueteo.

— ¿Lista para irnos? —me pregunta mamá cuando entra a la cocina con su bolso en mano. Esta vez no se le ha hecho tarde.

Asiento en su dirección, guardo el resto de mi desayuno en la refrigeradora y me encamino al baño rápidamente para lavar mis dientes. Tomo mi mochila, las paso por mis hombros y escucho cómo mamá abre la puerta, dándome lugar para salir primero.

Luke está sentado en las gradas de su entrada, con una taza en mano y celular en la otra. Su cabello va desordenado dando a entender que se ha levantado hace poco, y el bostezo que suelta lo confirma. Por más que quiera seguir viéndole, me obligo a apartar la mirada, así que me dirijo hacia el carro de mamá.

—Buenos días, Sra. Davis —le oigo decir a mi mamá. Su voz es tan ronca por las mañanas.

—Oh, buenos días, Luke —devuelve mi mamá, con tono amable. Sigo sin darme la vuelta para verle, por lo que espero que ella le quite el seguro a la puerta del auto para subir. Debo de parecer una tonta dándole la espalda, pero no me interesa.

Mientras subo al vehículo, tengo la mínima esperanza que Luke me diga algo, pero eso nunca llega. Pego mi espalda contra el asiento y me limito a verle a través de la ventana, para mi sorpresa, su vista ya estaba puesta en mí.

—Pasaremos por la cafetería comprando unos expresos, ¿Sí? —me avisa mamá a la vez que enciende el auto. Yo solamente asiento, ida aun en Luke.

Este le da sorbos a su taza mientras pasa una de sus manos por su barbilla poblada con barba. Qué no daría yo por estar justo a su lado. La sola idea de no poder demostrarle el amor que siento por él me duele más de lo que creí.