treinta🍒

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Aparcamos a las afuera de una casa grande, de esas que ves en las revistas, con aire colonial y moderno a la vez, toda una belleza. Luke se saca el cinturón así que yo hago lo mismo, por alguna razón estoy emocionada de lo que sea que vaya a pasar.

—Puedes dejar tu mochila acá, a menos que quieras ponerte a hacer tus tareas allá —suelta con aire jocoso, entrecierro mis ojos y quiero sacarle la lengua, pero ese gesto solo demostraría su punto, por lo tanto me limito a asentir. Bajo del auto, estiro mis piernas, acomodo la falda de la parte de atrás y sin pensarlo mucho, me despojo del saco oscuro, quedando en la camisa blanca y el corbatín.

A los segundos siento a Luke a mi lado, él posa su mano sobre mi cabeza, alborotando mi cabello, le empujo con mi cuerpo, pero me responde de la misma manera, quiero volver a empujarle, pero me atrae hacia él para enrollarme entre sus brazos. A mis fosas nasales llega el aroma de su colonia varonil, así que aprieto mi agarre.

Vamos caminando de esa manera hasta llegar a la gran puerta, Luke toca el timbre y mientras esperamos a que abran, él deja un beso sobre mi cabeza.

— ¿Esta vez sí traes galletas?

Observo con mala cara al moreno que está sosteniendo la puerta para nosotros, Luke suelta una risa corta, así que le empujo levemente. Pongo los ojos en blanco para esconder mi diversión y alzo mi mano en un gesto de desdén.

—No, y si vendería galletas, no tocaría tu puerta.

Calum ríe para luego darle un sorbo a la cerveza que lleva en mano, y cuando paso a su lado, me doy cuenta de que quizás esa no sea la primera o segunda. Me atrevo a decir que él va tomado y Luke también lo percibe porque se encarga de arrebatarle la botella a su amigo.

—Es demasiado temprano para estar ebrio, ¿No? —le reprende. Calum solo hace una mueca de fastidio.

—Son las 10, no es tan temprano —argumenta, camina hacia uno de sus sofás negros y se deja caer en este, hundiéndose entre los cojines, pero luego incorpora su cabeza para verme—. ¿No deberías de estar en la escuela?

— ¿Y tú no deberías de estar sobrio? —devuelvo, el moreno pone los ojos en blanco y se deja caer otra vez, cerrando los ojos.

—Malas notas, eso es lo que tendrás —espeta desde el sofá, su voz sale más ronca y lenta. Me giro para ver a Luke y él solo se encoge de hombros, totalmente divertido.

—Y tú una resaca.

—Listilla —suelta en un mascullo, reprimo mi sonrisa socarrona y siento cómo las manos de Luke se posan sobre mis hombros.

—Deberías irte a dormir, idiota —recomienda el rubio a su amigo, giro para verle y le sonrío, él me guiña uno de sus ojos y mi sonrisa de boba crece aún más.

—Eso hago, idiota —gruñe el moreno para luego colocar uno de los cojines sobre su cara y quedar completamente inerte sobre el sillón.

Estoy a punto de decirle que se caerá si no se acomoda, pero Luke toma una de mis manos y me jala consigo hacia la otra dirección de la casa, llevándonos por un pasillo lleno de pinturas abstractas y coloridas.

—Se podría decir que Calum tiene dinero, no solo por su jodido trabajo sino también por su familia —comienza explicando, alzo las cejas en asombro y asiento. La casa es hermosa por fuera y por dentro. Cada detalle que hay te roba el aliento— Lo conozco desde la universidad, teníamos nuestro grupo y eso.

— ¿Suele beber a menudo? —me encuentro preguntando, Luke niega.

—No, solo lo hace cuando está muy idiota y cree que es buena idea hacerlo.

Suelto una risita, vamos caminando por un largo pasillo, giramos hasta quedar frente a unas puertas moradas, quiero preguntar qué es, pero Luke no me da tiempo porque las abre para nosotros y sí, me he quedado sin palabras por lo que tengo al frente. Mis ojos van a cada rincón del salón y tengo la fuerte necesidad de ir hacia allá.

—Ophelia, jamás te sacaría de clases porque sí.

Volteo a verle aun con asombro y niego lento, sin poder creer que estemos en una sala de boliche.

delicate | lrh [CANCELADA]Where stories live. Discover now