delicate | lrh [CANCELADA]

veintinueve🍒

—No puedes venir a sacarme de la escuela diciendo que eres mi padre y luego rayarte porque te digo papi, no tiene sentido —arremeto, con el mentón alzado. Apego mi mochila a mi cuerpo, abrazándola. Voy en el asiento copiloto de su auto, pero aún no ha arrancado para salir del entorno de la escuela. Luke no me dice nada porque está ocupado revisando su billetera, se ha quitado las gafas para ponérselas sobre sus rizos desordenados, parece que acaba de salir de la ducha y que ni siquiera los peinó. Me detengo a ver cómo anda vestido y sonrío al notar unos shorts deportivos negros y una camisa manga larga gris—. ¿En serio creyeron que eras mi padre?

Mi pregunta va en serio porque se ve demasiado bien como para ser mi padre o tener esa edad tan alta. Luke gira su cabeza a mi dirección y me muestra una sonrisa cómplice, marcando esos hoyuelos que tanto me gustan. Madre santa, no sé si es que hoy amaneció más perfecto de lo normal o qué, pero Luke Hemmings me está matando y ni siquiera está haciendo algo.

—Cuando fui a preguntar por ti estaba aquella enfermera que te atendió cuando fingiste que te dolía el estómago para que me llamaran a traerte, me reconoció y la secretaria no dudó en creerlo —explica. Me apego al asiento y dejo de abrazar mi mochila para bajar el pequeño espejo que está enfrente. Mi cabello está hecho un desastre; paso mis dedos para aplacarlo más y lo llevo detrás de mis orejas. Por mi mirada periférica sé que Luke me está observando—. ¿Te sigues untando la medicina en la herida? —su pregunta me hace fruncir el ceño porque no sé qué habla hasta que toma mi mano izquierda para revisarla.

—Oh, ya no tengo problemas, ya está cicatrizando, no es tan grande —contesto y veo a la pequeña marca sobre mi palma de aquella vez cuando me corté por accidente y Luke me llevó al hospital. Mamá me había llevado luego para que quitaran las puntadas, ahora ya podía usar la mano con normalidad.

—Bien, eso es bueno —le da un suave apretón a mi mano para luego dejarla sobre mi regazo. En cuestión de segundos, arranca el vehículo y salimos de ese feo lugar, pero mientras estamos adentrándonos a la carretera caigo en cuenta de que no sé a dónde rayos vamos o por qué él fue a sacarme de la escuela.

—A propósito, ¿A qué se debe todo esto?

— ¿A qué te refieres?

Frunzo el ceño con exageración, mi gesto le hace reír, pero mantengo mi postura confundida.

—Pues primero llegas y me sacas de clases, ¡Oh, por cierto, muchas gracias! estaba muriendo en física, me sacaste justo a tiempo antes de volverme loca —digo rápido antes de continuar con mi punto. Luke alterna su mirada de mí hacia la carretera—. Y segundo, nos diriges a un lugar que sé que no es casa porque acabas de pasar la calle por cual debemos ir, así que estoy confundida.

—No estaba haciendo algo en casa, así que se me ocurrió esto.

—Eso no responde mis preguntas, espera, ¿Me estás secuestrando? —cuestiono y hago un mohín de espanto fingido, provocando una carcajada suya.

— ¿Tienes un problema con que te secuestre?

—Bueno, no es secuestro si no me opongo, duhh.

—Ay, Ophelia —suelta un largo suspiro, niega lento de forma desaprobatoria y me inclino hacia él para plantarle un beso sonoro en la mejilla—. Un día de estos, esa personalidad tuya te va a costar.