97. La demanda del callado

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 La demanda del callado

MACABEOS

Como su madre fue echada del castillo antes de nacer él, su historia inició aquí; creció aquí, entre cultivos, pobreza y hambre de revolución. Después de morir ella, su padre lo instruyó poco; ya que, como es notorio ahora que le hace falta, fue educado por Viktor; quedó a su cuidado, fue él quien lo volvió un soñador.

Duardo se encuentra bajo la influencia de Alastor pero ni siquiera él se percata de cuánto lamenta no tener cerca a Viktor.

No había tenido la oportunidad de tratarlo, pero sí escuché hablar de él; de lo que era capaz, de lo mucho que la gente lo admiraba, de lo que esperaban de su gallardía como miembro del Partido.

Duardo Garay, el ladrón, el alborotador, el... revolucionario.

El traidor.

No ha dicho palabra desde que salimos del castillo. Aún parece estar ahí, en la alcoba de su madre. Me atrevo a decir que toda su vida, por lo menos en pensamiento, ha estado con ella.

Qué triste saber que te quitaron todo, que lo merecías todo, y que cuando lo recuperaste... de nuevo lo pierdes. Porque no es bien amado quien ocupa una posición de privilegio.

De ahí que, como parte de las medidas de precaución recomendadas por Alastor, el cochero nos trajo al Callado pero dejo nuestro carruaje afuera, lejos del sector 22. No queremos dar la impresión de fastuosos.

Propuse venir a caballo pero Duardo teme que gente lo reconozca. Sospecho que si fuera por él hasta saldría disfrazado. ¿Qué tan mal lo han tratado las últimas semanas?

El Callado es la demarcación que más debe vigilar un soberano de Bitania. En este suelo comenzó el Movimiento Rebelde. ¿Es de sorprenderse? No. Aquí es donde en mayor medida se viven las injusticias, aquí tienen lugar el trabajo forzado, la apetencia, las enfermedades. Pero como bien señaló una vez Eleanor «Alguien tiene que hacerlo», «Alguien tiene que pasar por esto».

Y esa es la parte agría del poder que en mi instrucción nunca conseguí que Hedda comprendiera. Siempre debe haber alguien abajo para mantener un equilibrio.

El truco está en darles lo necesario. No lo justo. Solo lo necesario para que no sientan la necesidad de arriesgarse a pedir más. ¿Para qué terminar en la Rota por otro pedazo de pan si ya te encuentras lleno? Se debe emplear la dosis adecuada de miedo.

Pero esto Eleanor no lo comprendió y tarde, para fortuna de sus detractores, se percató de que se encontraba al borde del abismo.

Y al final la empujaron.

Porque a ella la empujaron.

Mantuvo a la gente humillada, enojada y hambrienta. Los presionó hasta que dio a la oposición las armas suficientes para volverse contra ella.

No tenían que amarla, solo temer arriesgar su escaso sustento de osar volverse contra ella.

Por eso fue astuto por parte de Gavrel deshacerse de las reservas de alimento. Sin embargo, y es inevitable que lo haga, me pregunto si su única intención es mantener a la gente enojada.

En el Callado las casas son covachas rodeadas de campos de cultivo que trabaja cada familia y que junto a otras comparten diversos pozos. Hay un líder por sector, un mandamás que mantiene al tanto de todo al Burgo. El objetivo de esto, en los tiempos del rey Fabio, era mantener al trono enterado de las necesidades de la gente, pero hubo otros intereses de por medio y posteriormente la ambición terminó por afectar uno de los pozos; y aunque me consta Eleanor no estaba al tanto de eso, si dio poder a quienes lo hicieron e incumplió su deber como madre de Bitania al mostrarse indiferente y llamarles ratas.

Crónicas del circo de la muerte: Vulgatiam ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora