Crónicas del circo de la muerte: Vulgatiam ©

87. No es una buena manera de enterarse de las cosas

Ayer también actualicé. Por si Wattpad no les ha notificado.

Dedicado a JesusAlonsoSolaba. ¿Qué otros chicos leen Vulgatiam? :) Comenten aquí.

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No es una buena manera de enterarse de las cosas

MORIA

No encontré a Viktor y, al final, para seguir al tanto de cualquier tipo de información, decidí esperar afuera de la Rota hasta que se detuvo el griterío. Las bestias se saciaron pronto, eran demasiadas personas para unas cuantas; sin embargo, para Garay la solución llegó pronto: los nobles que no fueron asesinados por un animal, recibieron una estocada en el corazón.

Al terminar, ex soldados de la Guardia arrojaron los cadáveres a una fosa cavada en medio de la Rota.

Saqueos.

Ventanas de negocios son abiertas a pedradas. De igual forma, campesinos entran a las casas de personas que fueron masacradas en la Rota. La mayoría está fuera de control. Aun así, para no contribuir al caos, miembros del Partido los sacan a la fuerza y los golpean frente a los suyos como castigo ejemplar. En respuesta, otros grupos de campesinos han decido prender fuego a gran parte de la Plaza de la moneda.

No pueden permitir caos en medio de una reorganización.

Alastor ordenó que todas las casas de la Gran isla, propiedad de familias nobles de Bitania, fuesen revisadas, inventariadas y marcadas con el símbolo del Partido para quedar a disposición nuestra. De haber personas dentro, las que todavía viven por no asistir hoy a Reginam, serán asesinadas; o, en el caso de sirvientes, deberán ser reubicados en el Callado. Alastor envió gente a controlar fronteras y mañana, para continuar con la reasignación, serán tomados caballerizas, establos, campos de cultivos, campos ganaderos, granjas, factorías y también se darán nuevos lineamientos de trabajo a los comerciantes de la Plaza de la Moneda y pescadores del lago.

Pero las tareas pendientes no detienen la celebración.

Miembros del Partido aprovechan que sus esposas aún se encuentran en Rocesvalles para tomar a cuanta mujer encuentran en su camino. Sobre todo a las capturadas en casas de la Gran isla.

A Viktor le asquearía ver esto. «¿Dónde está?» Alastor dependía de él para poner orden. Viktor es respetado por haber enseñado a pelear a la mayoría.

Por ende, para mí las calles tampoco son seguras, de modo que hoy más que nunca, pero debo llegar a casa.

«Sí, a casa».

—¡MORIA! —escucho que me llama un muchacho que como puede camina ebrio en medio de otros. Todos miembros del Partido Rebelde. ¡Bárbaros!

«Pero es Micah, el hijo de Viktor».

No es de mi agrado, es peor caballero que Garay, pero es posible que sepa dónde está su padre.

Avanzo con prisa, serpenteo personas y hasta dejo tirada en la calle una bolsa que me estorba con tal de llegar pronto a él.

—Estoy buscando a tu padre —digo a Micah cuando lo tengo en frente, procuro mantenerlo en pie e intento que me mire. Se encuentra ebrio pero no por eso perdió su capacidad de hablar.

—Los vas a tener que seguir buscando —ríe, cogiendo entre sus dedos hebras de mi cabello para olerlo—. Alastor le encargó perseguir a los Abularach.