Capítulo 67: Problemas.

560 28 1
                                    

Punto de Vista de Marie:

Me levanté del suelo y comencé a seguirlo sin acercarme mucho. Anduvo por todo el pasillo hasta llegar a la puerta de las escaleras que llevan al tercer piso, el cual esta desocupado, en ese piso no hay nada, ni gente, ni zombies, sólo oscuridad y silencio puro.

Liam subió las escaleras y se perdió entre la oscuridad, tome una linterna del pasillo, subí las escaleras en silencio y con mucho miedo.

—Liam—le llamé acercándome. Estaba sentando en el suelo.—¿Pero que mierda hiciste?—grité cuando observé el frasco en un lado, estaba vacío, Liam tenía los ojos abiertos, pero no estaba despierto.—¡Liam!—añadí moviendo su cuerpo.—¡Misha!¡Zayn! ¡Danielle!—seguí gritando, pero nadie respondía, mi voz en los ecos era lo único que podía escuchar.—Liam, ¿Qué demonios hiciste?

Me levanté del suelo y comencé a bajar las escaleras, no podría llevar a Liam al piso de abajo, por lo menos no yo sola.

—¿Marie?—escuché la voz de Louis.

—¡Lou!—volví a gritar. Di la vuelta en el corredor principal y topé con él.—Louis, ayúdame.

—¿Con qué?

—Es Liam esta en el piso de arriba, tomo unas pastillas, no responde.

—Llévame con él—ordenó.

Comenzamos a correr hasta que llegamos al lugar donde había dejado a Liam, Louis lo cargo en hombros mientras me pedía que le iluminara el camino, una vez en el segundo piso lo llevamos en una camilla mientras la gente veía atenta la escena.

—¡Abran paso!—gritaba alejando a la gente del camino.

—¡Danielle!—gritaba Louis—¡Danielle!—volvió a gritar.—¡Abre la maldita puerta!—vociferó aunque aún nos faltaban como diez metros para llegar a ella. La chica abrió la puerta y nos dejó entrar, inmediatamente tomó su estetoscopio y revisó el pecho de Liam.

—¿Qué le pasó?—preguntó.

—Tomó estas—respondí mostrándole el frasco.—Dijo que tu se las habías dado.

—Yo jamás le dí esto—se defendió.—¿Sabes de donde pudo haberlas obtenido?—Negué.—¿Cuantas se tomó?

—No lo se, quizá diez—respondí.

—Louis abre la llave—ordenó metiendo una pequeña manguera a la boca de Liam.—Marie, sujetalo fuerte, se va a querer levantar, no lo permitas.

Me acerqué a Liam y puse mis manos en sus hombros, el agua empezó a fluir, lleno la boca de Liam y comenzó a escurrir, mojandolo todo. Liam empezó a toser, se estaba ahogando, y Danielle no retiraba la manguera.

Me sentía tan desesperada, tan frustrada, y asustada, otra vez tenía miedo, miedo a que se fuera de una vez por todas, tenía pánico de que muriera, me sentía tan débil, tan frágil, tan cansada.

—¡Se ahoga!—Le grité. No me hizo caso.—¡Danielle, se está ahogando!—volví a decir. No lo sujete fuerte y se movió, cayó de la camilla y seguía sin moverse.

—Te dije que lo sujetaras—me regaño.

—Se estaba ahogando—me defendí.

—No se estaba ahogando. Marie las pastillas que Liam se tomó son muy peligrosas, debía lavarle muy bien el estómago.

Las cosas estaban algo tensas, había tenido una discusión con Danielle, estaba molesta conmigo, estaba enojada con Liam.

Maldito egoísta.

Era lo único que podía pensar de él. No se dejó ayudar, no quería que nadie lo ayudará, y sin embargo se roba un frasco de quien sabe que mierda y se las traga todas, eso sólo lo podía hacer un idiota. Pero quizá yo lo orille a eso, nunca le ayude verdaderamente, siempre fingí que estaba bien y ahora todo estaba mal. Seguía sin despertar, otra vez le habían puesto suero en la intravenosa, de nuevo se me estaba yendo, y aunque probablemente esto no era tan grave, mi confianza no volvería a ser la misma, viviría en miedo constante, siempre vigilando, siempre dudando, siempre preocupada.

—Marie...—lo escuché decir. Por lo menos ahora estaba despierto.

—Que bueno que despertaste—dije poniéndome de pie y caminando a la puerta.

—¿A donde vas?—preguntó con voz débil.

—A ver a mi hija—respondí.—Ella si me necesita. Ella no hace estupideces.

—Lo lamentó tanto—se disculpó.—Marie, perdóname.—pidió.

—Liam, he intentando perdonarte, inclusive me he culpado a mi misma de lo que pasó contigo, pero no puedo, porque eras tu quien decidía que hacer, tu escogiste tomar esa mierda, ¿Qué querías matarte y matarme a mi también?

—Las pesadillas eran terribles, yo no podía...—dijo.

-Te ofrecí mi ayuda y siempre dijiste que estabas bien, así que ni digas que no podías porque estaba dispuesta a compartir el peso contigo.

—Por favor—dijo.—Marie dame una oportunidad, déjame demostrar que no volveré a hacerlo, que hablaré contigo si vuelvo a tener pesadillas, por favor no me dejes sólo.

—Liam tienes que jurarme que jamás tomaras algún medicamento que Danielle no te de.

—Lo prometo—juró.

En Medio Del Apocalipsis. |L.P| *En Edición*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora