En Medio Del Apocalipsis. |L.P| *En Edición*

Capítulo 30: Tesla (2/?).

Punto de Vista de Marie:

Le hice unas señas a Liam y  subimos las escaleras.

—Yo abro—le susurré. Empujé la puerta y el apuntó con su arma al interior. Negó sin decir algo. Fuimos así por todas las habitaciones hasta que llegamos a la puerta que llevaba al ático, subimos esas escaleras y fue ahi donde la vi. Nunca me había alegrado tanto de ver a esa despeinada cabeza rizada.

Inicio de Flashback.

Habían pasado varios días desde que me había puesto al mando de Queens, no sabía como hacerlo, pero gracias a Misha, Jared y Oliver (chicos que trabajaban para Donovan) quienes me habían dicho como afrontar todo esto, ahora las cosas marchan bien. Al principio no les tenía mucha confianza, pero con el paso del tiempo me demostraron ser diferentes, y les tomé cariño.

Un día íbamos de regreso a Queens, pero Jared quiso parar donde antes vivía, Brooklyn, era un buen barrio, pero después de todo también terminó por irse a la mierda.

—Sólo una mirada rápida—suplicó. Asentí y me puse a ver esas calles vacías, calles en las que antes no se podía ni caminar por el exceso de gente. A pesar de estar bastante tranquilo, no dejaba de dar miedo, todo el lugar sólo, con las cosas iguales a como las dejaron las personas que vivían aquí, todo estaba intacto y por un momento me recordó a esa horrible película "Terror en Chernobyl" si no mal recuerdo, la piel se me puso de gallina cuando vi una cortina de un departamento moverse, al principio no le di importancia, pero conforme seguí viendo movimiento mis censores de alarma se activaron.

—Por ahí—les dije señalado el lugar. Ellos asintieron y se desplegaron por el lugar, los seguí de cerca hasta el apartamento y fui yo quien empujó la puerta, yo di el pequeño portazo que nos dio más esperanza, vimos a una chica afroamericana, cabello rizado y ojos grandes, delgada y sucia, protegiendo con su cuerpo a por lo menos treinta niños.

***

—No, no me voy—dijo ella.

—Tess, los niños no pueden quedarse aquí, necesitan un lugar seguro donde dormir, comida y agua.

—Yo se que si... Pero esta es nuestra casa, no podemos abandonar nuestro hogar así como así.

La dejé sola y caminé con los demás, ellos me miraban esperando una respuesta positiva, pero no contaban con que la morena era bastante terca y testaruda.

—No se irán con nosotros.

—No podemos dejarlos, podemos obligarlos a venir.—Negué.—No podemos obligarlos a hacer algo que no quieren.

—Por Dios, Marie, son niños, ellos no tienen voto.

—Pero su líder lo ha decidido así, debemos respetar sus decisiones.

—¿Les vamos a ayudar?—interrogó Jared.—¿Les haremos un campamento como el nuestro?—asentí.

Y ese fue el inicio de Brooklyn, desde ese pequeño empujón ella había sabido hacerlo más grande, tenía muchas casas, había asegurado por lo menos dos supermercados, Brooklyn estaba en su máximo esplendor cuando fue destruido.

Fin de Flashback.

—¡Tesla!—grité en cuanto la vi, ella se levanto del suelo y corrió a abrazarme.

—¡Marie!—murmuró.—Sabía que vendrían.

—¿Qué pasó?—le pregunté alejándonos de Liam. A él le hice una seña para que fuera a revisar a los niños.—¿Por que no me llamaste de inmediato? ¿Por que no me pediste ayuda?

—Fue Donovan, estoy cien por ciento segura—dijo.

—¿Entró? ¿Lo viste?—Negó.

—Tenía a alguien dentro, los escuché hablando de ello, además de que vi su auto marcharse justo antes de que todo empezara.

—En nuestro campamento pasó algo igual—confesé.

—Te confieso que al principio no sabía de que iba todo, primero rompieron las bisagras de la puerta, entraron algunos cuantos, arreglamos las cosas y no le dimos importancia, pero ayer los malditos entraron por todas partes.

—¿Como llegaron los niños aquí?

—Esta casa fue utilizada como escuela, los salones eran las recámaras, además de que los niños huérfanos dormían aquí.

—¿Como fue que los zombies no entraron aquí?

—La puerta principal tenía un seguro especial, además de que las chicas que daban clases habían sido preparadas para mantener a los niños en silencio y después evacuar las aulas sigilosamente.

—Me alegra que hayas diseñado buenos planes de acción.

—No sirvió de mucho...

—Claro que si, lograste salvar a estos pequeños, eres su heroína.