CAPÍTULO XLIX: LAS RUINAS ANTIGUAS

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Reiji Akasha ahora Lord de Italika, había comenzado un nuevo viaje a petición del rey Livius, al joven Lord también le convenía porque podría encontrar información sobre los Antiguos.

Su viaje comenzó con cuando él y Mía Kaede, enviada por el Consejo también lo acompañaría, la hermosa chica que vestía una blusa color blanca de manga larga con unas hileras color dorado, una falda alta color azul con blanco y unas medias hasta los muslos de color negro con una decoración en dorado, llevaba unas botas altas de tacón.

Lleva una especie de cinturón que unía dos colas de tela de color azul, el cual tenía el emblema de los Kaede en el centro. Ella lleva una diadema negra y una pañoleta roja como corbata.

Además de una persona proveniente de Yameriam, Samantha Steinberger, ella fue enviada por el Organismo de las Repúblicas Unidas de Yameriam (ORUY), Samantha quiso medir fuerzas con el joven Lord, ahora una batalla entre magia y tecnología se está dando.

— Acabaré con esto.

Samantha había cambiado a munición anti-blindaje para dispararlas contra el chico que estaba evadiendo los ataques de los drones, ambos debían demostrar su fuerza, mas no causarse daños ya que esto podría traer conflictos y hasta una guerra.

La mujer hizo dos disparos, pero para su sorpresa fueron evadidos a gran velocidad, en los ojos del chico había un círculo mágico, era su técnica ocular, Arcartis, para Reiji fue fácil evitar el ataque, luego dando un salto golpeó a los drones con una fuerte patada lanzándolos contra el suelo y deshabilitándolos.

— Sorprendente, Ai analiza su patrón de ataque, calcula sus estadísticas y busca la mejor estrategia.

— Entendido —después de unos momentos Ai ya había realizado lo que Samantha le pidió. —Samantha, al parecer puede predecir los ataques, su velocidad sobrepasa el límite, incluso podría igualar al ACE, va a ser difícil pero he escaneado sus patrones de ataques y podríamos prevenirlo, pero como los drones están deshabilitados será más difícil, analicé la armadura y no parece tener puntos débiles.

— ¿En cuánto está su tiempo de reacción?

— En 0,001 segundos.

— ¿Y el nuestro?

— En 0,1 segundos.

— Su velocidad de reacción es mayor, cambia al cañón térmico.

— ¿Estás segura?

— Sí, que no se eleve a más de 2000 grados.

— Yo recomendaría usar las ametralladoras y la granada de luz para disminuir su visibilidad, podíamos usar los misiles frigoríficos para evitar su movimiento.

— ¿Congelarlo? No había pensado en eso, ¿cuál es el porcentaje de éxito?

— Ronda el 78%.

— Pues, hazlo.

— Entendido.

De la parte de sus brazos salieron dos cañones ametralladoras y comenzaron a disparar a gran velocidad, Reiji usaba Aegis mientras corría hacia Samantha, cuando el chico estuvo cerca la mujer liberó una granada que al explotar dejó un destello de luz muy cegador.

Reiji se cubrió los ojos con el brazo pero justo en ese momento se abrió un compartimiento en la parte de las hombreras liberando cuatro misiles a los pies de Reiji, para comenzar a congelar y evitar que se moviera.

La luz por fin cesó, Samantha observaba con una mirada de satisfacción a Reiji inmóvil por el hielo que había en sus pies, pero su mirada cambió al ver que el hielo comenzó a derretirse, gracias al elemento fuego de Lyon, el joven Lord acumuló calor en sus pies para descongelar el hielo.

Lighgon y las Armas del Dragón [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora