CAPÍTULO XXVII: IRIS SIMONS

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La batalla había terminado con la derrota de los Caballeros Negros y con la obtención del arco de Glacies, además de haber recuperado a Kai y el guante izquierdo de Kazer, solo faltando encontrar la espada de Flamex y recuperar la lanza de Raiko que actualmente está en manos de Laam.

Tras la dura batalla tanto Reiji como Laam quedaron sin energía, Marko había podido escapar con Laam a través de un teleportal. Por su parte Reiji había perdido el conocimiento y cayó en el pecho de Mía, ella había sido la que pidió a Reiji detener a Laam.

Por su parte Reiji había cumplido la promesa que hizo de rescatar a Kai.
La mansión Vanford había quedado casi completamente destruida, Kamil había muerto tratando de detener a Laam y su abuelo Lord Morrison fue decapitado por el joven de cabello plateado por ser un cobarde y no luchar.

Muchos guardias murieron, todo el lugar estaba manchado de sangre, cuerpo tanto de humanos como de monstruos cubrían el campo, ruinas, cráteres y más habían quedado tras la batalla de Reiji y Laam.

El chico se encontraba recostado en una cama de una cabaña, estando sin camisa y sin sus botas, sólo llevaba su pantalón y medias, además de su cinturón. A su lado estaba la bella chica que cuyo cabello era como finos hilos de oro.

La chica observaba al joven dormir, su cuerpo con muchas cicatrices por el entrenamiento que había llevado en las Cavernas Míticas hace ya un tiempo.

—Reiji, ¿Por qué? ¿Por qué cambiantes? ¿Por qué me dejaste? Yo...

Lágrimas brotaban de sus ojos verdes y recorrían sus mejillas, se acercó más al chico, acariciando la mejilla de él con su mano, acercó sus labios a los de chico y lo besó mientras dormía.

Pasó un tiempo y se durmió al lado de él, recostando su cabeza a la cama, sentada en un pequeño banco a su lado.
Las horas pasaron y él despertó, volteó su cabeza y la observó, vio a la hermosa chica a su lado, sus energías se habían recuperado.

Ya había anochecido, Reiji se sentó en la cama, estiró su cuello y sus brazos algo adolorido.

—Lyon, ¿Qué pasó? —preguntó por medio de sus pensamientos a su Servant.


—Perdiste el conocimiento —respondió.


—Rayos, no domino por completo la Crimson Armor.


—Lo mismo pasó a tu oponente con la lanza.


—Necesito entrenar y dominar los cinco elementos de Ophis.


— ¿Qué harás ahora?


— ¿Qué haré?


—Me refiero a que cumpliste tu objetivo, no tienes por qué luchar más.


—No lo sé.

La chica a su lado despertó y se quedó observando a Reiji por unos segundos.

—Despertaste—dijo sorprendida.


—Sí.


—Reiji, gracias, recuperamos a Kai y obtuvimos el Arco.


— Sí, cumplí lo que les prometí, ahora soy libre.


— ¿No nos ayudarás a encontrar la última arma?


—No tengo razón para hacerlo
—Cambiaste mucho.


—Tenía que cambiar si quería ser más fuerte.


—Todas esas cicatrices, pasaste cosas muy duras.


—Ese tipo de cosas son las que te hacen fuertes.


—Así que eras tú del que hablaban.

Lighgon y las Armas del Dragón [Editando]Where stories live. Discover now