CAPÍTULO VI: RUMBO A CIUDAD MALTA

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Una hermosa chica le había pedido que convirtiera en su acompañante para que le brindase protección en su viaje. Su bella sonrisa en espera de una respuesta.

El chico no sabía qué contestar en ese momento, si bien ahora sus sueños se habían vistos destruidos por la corrupción del Imperio, que era desde adentro y no por el querer de los soldados de actuar conforme su propia conveniencia.

—Sí —esa fue su respuesta.

Ya no tenía a dónde ir, no podía sólo regresar a donde su abuelo y el hecho de viajar a la Ciudad Imperial, lo podrían meter a prisión por atacar a un general, y pues no le quedaban muchas opciones. Viajar con una hermosa chica con armadura de Valkiria, esa había sido su decisión.

—Gracias a Dios que aceptaste —Dijo la bella chica.

Ciudad Imperial 

Oficina del Ejército Imperial

Un soldado llegó a donde su superior Lord Arkos, era el líder de todo el ejercito de Ventara y nada pasaba sin que él se diera cuenta.

—Mandaron un informe, con un guardián —dijo el soldado.

El soldado le entregó el informe, Arkos golpeó la mesa y se levantó. Se notaba su enojo en la mirada.

— ¡Un general derrotado por un niño! —gritó— ¡¿Cómo puede ser posible?!

La noticia sobre Lander y Reiji había corrido rápidamente, debido a que la tropa regresaba a la ciudad. Un general derrotado por un niño, esto era algo imperdonable.

—Mi Lord, según información adicional, era un chico de cabello plateado con una velocidad sobrehumana, aparentemente un Akasha —dijo el soldado.


— ¡¿Akasha?! —exclamó Arkos.

Aquel gran soldado, que hoy llaman Lord había sido entrenado en el manejo de la espada por Paúl Akasha cuando éste tenía 15 años de edad, durante cinco años Paúl lo entrenó, le enseñó a blandir la espada y a controlar su magia. De ahí que se sorprendiera por la noticia.

— ¿Quién más sabe de esto?


—Solo usted mi Lord.


—Esto es confidencial, así que guarde silencio.


—Sí, señor —respondió el soldado y se marchó.

Era humillante, era desastroso, si esto llegaba a los oídos del Rey Carlo II...

Ahora Lander y su tropa estaban de camino a la Ciudad, y le esperaban muchos problemas por su derrota. Corría el riesgo de ser destituido. La vergüenza más grande del Ejército en años.

Pueblo Esmeralda

3:00pm

Ya había pasado media hora del despertar de Reiji, el uso de Burst Prana había ocasionado mucho desgaste en las piernas del chico por forzadas demasiado y tendría que descansar.

La chica entró nuevamente, pues, había salido a comprar un poco de comida. De lejos se sentía el aroma a carne frita, al sentir este olor el estómago de Reiji hizo ruidos.

—A comer, Reiji.


—Gracias, pero no tenías que molestarte.


—No es molestia ya que aceptaste acompañarme.


—Oye.

— ¿Si?


— ¿A dónde vas exactamente?


—A Ciudad Malta.


—Ah ya... ¡¿está muy lejos?!


—Por eso necesito tu ayuda —dijo mientras movía su dedo índice.


— ¿Cuándo salimos?


—Mañana por la mañana.

La chica ya tenía todo planeado para su viaje. Ambos comenzaron a comer, pero la chica en un momento cesó de comer y dijo: —Traje carne cruda para tu Bestia

—Mi best... ¡¿Cómo lo sabes?! —preguntó el chico.


—Pues, vi tu marca —respondió— anda llámalo para que coma.


—Ok, ven, Lyon.

El majestuoso león se materializó ante sus ojos, se sentía un cambio en la temperatura por el hecho de ser una Bestia de fuego. Mía le dio un poco de carne y este comenzó a comerla.

—Genial —dijo la chica con una cara de asombro.

Comenzó a tocar la melena del león y sentir su calor, acariciaba sus alas y luego lo abrazó. Era algo empalagosa pero a Lyon no le molestaba.

— ¿Puedo montarlo? —dijo con una cara de niña mimada.


— ¡¿Eh?!


—Cambiando de tema, ¿dónde dormirás? —preguntó el chico.


—Pues, en la cama, junto a ti.


— ¡¿C-cómo?!


—Era broma, dormiré en el piso, mi guardián debe descansar para mañana.


—-No puedo dejar que una chica duerma en el piso, yo lo haré.


—Ya sé, dormiré con Lyon. Ya que es suave y calientito.


—No me molesta —esas fueron las palabras del león.

La chica durmió al lado del león abrazando a éste.

3 de enero

Pueblo Esmeralda

6:45am

—Despierta —dijo la chica mientras roció agua en la cara de Reiji.

El chico de un brinco se despertó, el descanso le había hecho bastante bien y ya estaba listo para viajar junto a esta bella chica. Ella ya tenía su armadura puesta y estaba lista para marcharse, pero Reiji apenas se había levantado.

Después de unos minutos Reiji se terminó de alistar para salir. Ambos salieron del pueblo. Como siempre Lyon permanecía en el sello para no llamar la atención de los aldeanos.
Ya iban a una gran distancia del pueblo.

—Viaja en Lyon para ir más rápido —dijo la chica.


—Ok, ven, Lyon —dijo mientras lo invocaba.

El majestuoso león apareció y Reiji subió a su lomo.

— ¿Tú...? –el chico no había terminado de decir la frase.


—¡Sagred Wings! —pronunció la chica.

Cuatro hermosas alas blancas que emanaban una luz dorada, salieron en su espalda.
El chico se sorprendió al ver las bellas alas, parecía un hermoso ángel. Esto debido a su Guardián, cuando un mago logra controlar el poder de su Guardián puede invocar parte de su poder. Ya sea en un arma o en alguna característica de dicho Guardián, los Kaede tienen como Guardián a Seraph, un ángel que porta una gran espada, sus cuatro hermosas alas lo caracterizan así como su armadura dorada. Mía le explicó esto a Reiji.

—Genial.

Era increíble poder realizar eso, pero él no podía invocar su Guardián. Ambos comenzaron su viaje por aire rumbo a Ciudad Malta, Reiji volaba en Lyon y Mía con sus bellas alas.

Lighgon y las Armas del Dragón [Editando]Where stories live. Discover now