Lighgon y las Armas del Dragón [Editando]

CAPÍTULO XLV: DANZA BAJO LA LUNA DE SANGRE

Reiji por fin había podido blandir la Balmung, pero su rival era Vragas Bartherion, mago que logró dominar los nueve elementos dándole a consumir a su guardián almas de personas.

— Vaya, pudiste levantarla, pero, ¿cuánto durarás antes de que consuman tu Maná? — dijo Vragas con una sonrisa.

Reiji se lanzó contra Vragas a una velocidad sobrehumana, su espada cargada de una gran cantidad de aura oscura, lanzó un poderoso corte contra Vragas, pero este colocó su espada para bloquear. Del impacto entre espadas Reiji fue lanzado hacia atrás con gran fuerza, mientras Vragas quedó en el mismo punto.

Reiji usó un impulso de aire para lanzarse nuevamente contra Vragas, pero el hombre evitó el ataque, Reiji lanzaba cortes consecutivos, pero Vragas lo bloqueaba de gran manera, dando un salto el hombre se posicionó sobre Reiji y generó gran cantidad de electricidad, pero Reiji de igual manera cargó su espada de electricidad para contrarrestar el ataque de Vragas.

Una explosión de relámpagos se desató en el salón, iluminándolo por completo.

Ambos se alejaron del otro tras el choque de sus ataques, Vragas parecía que esta batalla no era algo que lo hiciera usar todo su poder.

En algún lugar de Kenta

— Lilith, con esta ya tenemos tres — decía un hombre de cabello naranja.

— Pronto comenzará — decía una mujer.

El hombre cargaba una ataúd negro en su espalda con una cruz plateada, su vestimenta negra, constaba de una gabardina negra con azul, botas altas y una pantalón color negro y una camisa negra, sus ojos naranja al igual que su cabello, llevaba una espacie de crucifijo color plateado.

La mujer era alta, sus ojos al igual que su cabello eran negros, llevaba su cabello recogido, su vestimenta constaba de un vestido largo, de manga larga color púrpura oscuro escotado, mostrando un poco sus senos de buen tamaño, llegando a negro bastante gótico, sus zapatos no se veían, era sumamente hermosa, sus labios al igual que sus uñas pintadas de negro, bajo su labio en el lado izquierdo tiene un pequeño lunar.

En su mano sostenía algo, era un corazón que aún palpitaba, su mano manchada de sangre, la mujer llevó el corazón y lo colocó sobre su boca inclinando su cabeza hacia atrás y lo exprimió tragando la sangre que aún contenía.

De la comisura de su boca salía sangre que recorría hasta su barbilla, era como una hermosa vampiresa, al terminar limpió su boca con el dorso de su mano, y volvió su mirada.

Estaban en un pueblo pero estaba completamente destruido y había partes incendiadas.

Muchos muertos alrededor, pero parecía que su sangre había sido exprimida, estaban completamente secos, como momias, en la otra mano la mujer tenía una especie esfera color rojo, era de tamaño mediano que cabía perfectamente en su mano.

Dentro de la esfera, parecía que un líquido rojo se movía, era sangre, la sangre de todos los habitantes del pueblo, el hombre tenía un arma y la metió al ataúd, era una Reliquia, la Reliquia del noble de dicho pueblo.

— Vámonos, hay que continuar — dijo el hombre que aparentaba unos 23 años.

— Andando — respondió la mujer.

Ambos comenzaron a combinar mientras a sus espaldas se veía el panorama del pueblo en llamas, la mujer alzó su vista al cielo, viendo la hermosa luna que hacía, dando un leve suspira.

— Parece que algo interesante está pasando lejos de aquí — dijo la mujer.

— Sí, esa aura, una Deidad, ¿no?