CAPÍTULO XLVIII: LA NUEVA AVENTURA

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 Livius había llegado de manera misteriosa donde Reiji, al parecer le tenía una misión importante que era de alto secreto, la cual ayudaría a Reiji en su investigación sobre los antiguos.

— ¿De qué se trata? — preguntó el chico.

— Hace poco se descubrieron unas ruinas que aparecer eran de los Antiguos, una persona viene a investigarla y quiero que la escoltes.

— ¿Quién es esa persona?

— Reiji, lo que te diré es un secreto, no puede salir de aquí, bien, hace un mes me enteré que ya hace un año el Consejo de los Cinco había entrado en contacto con personas de Yameriam, al parecer las Puertas Celestiales están funcionando, si bien cuando me dijiste sobre Yameriam en la batalla contra aquella arma no entendía me puse a investigar, el Consejo hizo un tratado de paz con los de Yameriam, ellos también buscan información sobre los antiguos así que se intercambiará la información que se posea. Si bien las ruinas encontradas están en Ventara el Consejo me solicitó el permiso para su investigación, la verdad no se mucho sobre los acuerdos del Consejo pero no pude negarme. Mía Kaede será enviada del Consejo para ayudar en la investigación, así que necesito que observes lo que pasa, por eso te pido como escolta, la persona llegará en dos días a Ciudad Imperial.

— Entonces tengo que vigilar, ¿no? Y también podría conseguir información.

— Sí, necesito tu ayuda en eso.

— Bien, de una u otra forma ya acepté.

— Debes viajar a Ciudad Imperial y partir junto a esa persona.

— Está bien, si logro conseguir información sobre los Antiguos.

— Te lo agradezco, este es el mapa de la ubicación de las ruinas — dijo al darle un mapa.

— Bien, yo te agradezco a ti, espero conseguir buena información.

Livius salió por la ventana a como entró y desapareció a gran velocidad, una nueva aventura toca las puerta a Reiji, un viaje que le puede traer respuestas a tantas preguntas que tiene, Yameriam, el continente donde se desarrolló la tecnología, ¿qué nuevas armas verá el chico?

En algún lugar de Kenta alguien se dirigía a Ciudad Imperial, iba en una motocicleta color negro con plateado de tecnología de punta, la cual igualaba la velocidad del sonido, el conductor llevaba unos pantalones negros, un chaleco de cuero negro y un casco de igual color que cubría su rostro.

— Ai, ¿cuánto falta para llegar? — preguntó el conductor.

— A la velocidad actual llegaremos en dos días — contestó una voz.

En el vidrio del casco había una batalla digital, en la cual decía la velocidad actual, la hora y otras cosas importantes, era como una computadora o algo parecido.

La motocicleta avanzaba dejando solo el polvo, los que la veían quedaban asombrados y no sabían que era.

Dervis entró al estudio luego de ser mandado a llamar por Reiji.

— Mi Lord, ¿necesita algo?

— Dervis, en dos días saldré de viaje, no sé cuánto durará, quedarás a cargo de todo.

— Como ordene, mi Lord.

— Quiero que me consigas estas hierbas — Reiji le entrega una lista con las hierbas para hacer pociones para restaurar Maná que Ange creó.

— Algunas son difíciles de conseguir, pero está bien mi Lord, las tendré para mañana en la tarde.

— Te lo agradezco, Dervis.

Lighgon y las Armas del Dragón [Editando]Where stories live. Discover now