Capítulo 9

6.5K 666 75
                                    


—¿Qué hago? ¿Qué hago? —Pregunto nerviosa, saltando en el sitio como si me quisiese esconder en algún agujero para no tener que enfrentar nada de esto. No se me ocurre ninguna respuesta inteligente, debería haberlo pensado mejor antes de escribirle.

—¿Decirle que estás bien y mostrar que tienes un poco de interés por él? —Se burla Julia y desearía poder apretarle el cuello para que deje de disfrutar con mi frustración.

—¡Pero si Nerea acaba de decirnos que lleva dos semanas saliendo con una chica! —replico. No puedo meterme en una relación, ni siquiera cuando solo quiero decirle que va a ser padre. Esto es demasiado fuerte y no tiene pinta de que vaya a salir bien.

—Me refiero a que le preguntes por su salud. —Torna sus ojos—. Que esté con una chica no implica que debas ocultarle que estás esperando un hijo suyo. Que se hubiese cuidado, que también fue su culpa.

—¿Y si no es suyo? ―Ni siquiera sé por qué lo he dicho, pero no recordar nada me tiene en el limbo.

—¿Eh? —Nerea me mira espantada— ¿Qué estás diciendo?

—Tú ni siquiera recordabas que te habías acostado con el chico negro, ¿vale? —Me altero— ¿Y si yo también mantuve relaciones con alguien más?

—Valeria... solo salimos del pub para ir a su habitación, si te hubieses acostado con otro, créeme que lo sabríamos —Interviene Julia.

—Se supone que tú también deberías saber que... la pervertida esta —Señalo a Nerea—, casi te salta con el culo desnudo en la cara mientras roncabas.

La mira con odio y no tardo en arrepentirme de lo que acabo de decir.

—No pienso perdonarte esto, Nerea, que lo sepas —la amenaza—. Me las vas a pagar.

—Bueno, volvamos al mensaje —Trato de mediar. Lo que menos necesitamos ahora mismo es una bronca—. ¿Le pregunto cómo está y ya?

—Dale pie a una respuesta, recuerda que la idea es comenzar una conversación.

Hago lo que me dice y aunque me cuesta una barbaridad, escribo:

*Bien, gracias —Voy leyendo en alto—. ¿Y tú? ¿Qué tal tiempo hace por allí? —Envío y cuando lo hago, me miran incrédulas— ¿Qué? —No sé qué les pasa ahora.

—¿Qué tal tiempo hace por allí? —Julia resopla—. No puedo creer que le hayas escrito eso.

—¿Y qué quieres que le ponga? Escriba lo que escriba, toda esta mierda está fuera de lugar. Te recuerdo que hace ya tres meses de aquello y que le dejé claro que no quería saber nada de él. Se preguntará por qué lo he contactado ahora y con razón. ¡Oh, dios! Esto va a salir muy mal. No debería haberle escrito. ―Empiezo a hiperventilar.

—Haz lo que quieras, pero luego no te quejes.

El sonido de una notificación nos silencia y, sabiendo que es él, leo en alto:

*Bien también. La verdad es que hoy está haciendo un buen día. Vi que estaba lloviendo por allí. ¿Hace frío?

—Son tal para cual... —responden a la vez y las miro con odio.

—Me voy a mi cuarto, al menos allí no me tocaréis la moral. —Me pongo de pie y mientras me marcho protestan, pero me da igual, es imposible hacer esto con ellas delante, solo me hacen sentir más incómoda de lo que ya estoy.

Me aseguro de cerrar bien la puerta para que no me sigan y, tras apartar a Ucho para que me deje un hueco en mi cama, me acomodo junto a él. Respiro profundamente, intento relajarme y respondo:

Cupido, tenemos que hablarWhere stories live. Discover now