FORMULA HEART || Charles Leclerc

Love at first speed (77)🏎

Its nice to have a friend

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Este capítulo tiene mezcla de flashbacks y tiempo actual. Lo que está en cursivas es el pasado, solo para que lo tengan en cuenta. Disfruten :)

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Me gusta conocer gente. Al menos eso creo. Ya no sé si realmente disfruto de hacer nuevas amistades o he fingido tanto que ya me acostumbré. Mi papá siempre me dice que tengo que tener buena cara y ser muy amable con todos porque tengo que ser educado, y porque uno nunca sabe quién puede ser esa persona. Y sé que justamente hoy es un día importante porque voy a conocer al dueño de Ferrari. No a un asesor, o socio. No. El dueño. La persona que, según mi papá y Jules, si las cosas salen bien, mis negociaciones pueden comenzar el día de hoy. Y justo por eso es que no he dejado de temblar en todo el trayecto.

Necesito ser seleccionado. Necesito entrar a la academia, Jules no puede seguir apadrinándome por siempre, por mucho que me guste pasar tiempo con él.

La gran fábrica roja de Ferrari se levanta imponente frente a mí. Es mi sueño tan tangible como se puede ser. Aquí quiero trabajar, aquí quiero correr, aquí quiero ganar. Y voy a hacer todo lo posible para conseguirlo.

Los pasillos me parecen enormes, pero no me molesta caminar ni perderme por ellos porque todos los rincones están adornados con vitrinas llenas de trofeos y fotografías de todos los pilotos que esta Scuderia ha visto en su historia, y conforme los recorro, no puedo evitar pensar en si alguna vez mi foto será parte de ellos, si algún trofeo mío va a conformar aquellos estantes, o si alguien va a conocer mi nombre como para pedirme un autógrafo.

Las enormes puertas de madera se abren desde adentro, revelando a aquel personaje del que depende mi gran oportunidad. Arnold Agnelli no es para nada como pensé que sería. De entrada porque cuando mi papá me dijo que conoceríamos al dueño, tenía en mente a Enzo Ferrari, no a un señor joven y bastante amigable. Pensé que estaría vestido con gorra y jersey de su equipo, pero está usando traje.

Me cayó bien desde nuestra primera interacción, porque de todas las personas en este mundo que he conocido, él ha sido el único en tratarme como un piloto, y no como un niño.

Me dice que tengo casi la edad de su hija y que de seguro nos llevaríamos bien, pero es como si lo escuchara estando detrás de un vidrio. Sé que lo realmente importante es mi desempeño en la pista, pero no entiendo por qué estoy tan nervioso ahora mientras hablan en su escritorio.

Sé que mi papá me dijo que prestara atención, y claro que tenía toda la intención de hacerlo, pero ¿cómo podría? Todo en esta oficina parece llamarme por mi nombre que me es imposible no mirarlo: el enorme cuadro de monoplaza rojo que adorna la pared detrás de su silla, las plumas rojas listas para firmar contratos importantes, los trofeos y fotos de él con diferentes pilotos que pude reconocer. ¿Algún día podré estar en estas mismas paredes usando ese uniforme que tanto anhelo?

Pero todo en el ambiente, tanto su plática sobre mi futuro como las cosas que estaba admirando en la oficina, pasa a segundo plano cuando la puerta se abre de par en par luego de unos ligeros golpecitos en la misma.

-Papá, ¿me puedes ayudar?...- escucho una voz femenina desde el otro lado de la habitación, pero tanto mi papá como Arnold me tapan la vista como para poder percatarme de quién se trata.- Uy, lo siento, puedo volver luego.

Arnold se pone de pie para ir hacia ella, revelando así a la dueña de la dulce voz que lo llama desde la puerta. Esa fue la primera vez que la vi, con una cámara en su cuello y una botella de agua en mano, mostrándose tímida, pero aún así, sonriente.