Daddy's home (48)🏎

13K 810 607
                                    




Mi papá me había atrapado haciendo mil cosas; escabulléndome de casa, robando alcohol de su cava privada, con un chico huyendo de mi habitación (que, juro por dios, solo fue porque se había sentido mal en la fiesta en la que estábamos), bebiendo siendo menor de edad, fumando, en Central Park en días de clase porque había decidido simplemente no ir...

Había obtenido mi respectivo regaño en todas y cada una de esas situaciones, pero nunca, jamás, lo había visto tan molesto. Ni siquiera me mira. Y sé que no se debe a que me encontró escondida con un chico besándome. Se debe a que dicho chico, es Charles.

Por dios, ¡es Charles! Esto lo vuelve oficialmente real, oficialmente oficial, verídico, porque mi papá ya lo sabe. Y no fui yo quien se lo contó. Char tenía razón, debí haber previsto esto y decírselo hace tiempo. Me metí con su piloto estrella. Es lo único que me había pedido que le prometiera. No quedarme en Maranello, no amar este trabajo. Me pidió específicamente esto.

Y no pude cumplirlo.

No dice nada más al salir de la sala de juntas y no voltea a vernos porque tiene la certeza de que lo estamos siguiendo detrás de él.

Cuando pasamos por las escaleras, veo que Carlos viene bajando por ahí, y se queda estático porque no hace falta ser un genio para darse cuenta de que ya lo sabe.

Nos observa mientras caminamos por ese pasillo que se siente eterno. ¿Por qué la puta oficina tiene que estar hasta el final? ¿Y por qué este día se siente como si ya hubiera durado 36 horas? ¡Y apenas son las 4! No puedo más, ha sido un día de mucho estrés y sé lo que le pasa a mi cuerpo cuando tengo un día así de estresante; duermo. Y duermo mucho porque toda mi energía ya fue drenada.

La última vez que me pasó fue precisamente cuando Charles y yo dormimos juntos (pero dormir, solo dormir) por primera vez. Recuerdo lo mucho que mis párpados pesaban, y el sueño que me invadía. Pero también recuerdo lo agradable que fue sentirlo acostado junto a mí, abrazándome y manteniéndome cerca.

Desafortunadamente, pensar en que eso pasará de nuevo no me reconforta lo suficiente, porque si mi papá no se lo toma bien, voy a estar demasiado nerviosa como para pensar en otra cosa, y eso me provoca todo lo contrario; no poder dormir. Detesto tener ansiedad y detesto lo volátil que reacciona en mí.

Y Charles... no quiero cerrarme ni alejarme de él. Se lo había prometido en dos ocasiones ya, y quiero hacer las cosas bien esta vez.

Irónico saber que cuando las cosas no podrían ir más en serio, pasa esto.

Pero a pesar de las circunstancias, él se ve tranquilo. Serio, pero pacífico. Y sé que se comporta así por los dos, porque sabe que este era el escenario que más me interesaba evitar.

Finalmente, llegamos a la oficina. ¿Por qué siempre las peores pláticas pasan en las oficinas de los hoteles en los que nos hospedamos? Pasó en Brasil cuando renuncié a Red Bull y ahora aquí. Solo quiero paz, no pido más.

Se sienta en la gran silla de madera y nos indica hacer lo mismo. Entrelaza sus manos y las deja sobre el escritorio, mirándonos a ambos. Me reiría por la seriedad con la que se lo está tomando de no ser porque estoy jodidamente nerviosa.

Carraspeó y se quitó los lentes de sol. Y de cierta forma, el que hiciera eso me pone más nerviosa, como si el vidrio de los lentes nos mantuviera un poco más alejados.

-Leclerc, ¿se te perdió algo, o besas así a todos tus ingenieros?- comenzó finalmente, y suena tonto decirlo, pero que haya comenzado con un chiste de hecho me tranquiliza bastante.

-Arnold, permíteme explicarte lo que...

-¿O querías ser dentista? ¿Es eso? ¿Estás pensando en cambiar de carrera?

FORMULA HEART || Charles LeclercWhere stories live. Discover now