FORMULA HEART || Charles Leclerc

Invisible string (76)🏎

And isn't it just so pretty to think

All along there was some

Invisible string

Tying you to me?

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2 años después.

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Cuando convives mucho tiempo con una persona, aprendes a leerla a niveles que no creíste posibles. Absorbes información no hablada hasta que llega un punto en el que simplemente entiendes cuándo o por qué hace las cosas.

Sé, por ejemplo, que Charles deja el volumen de la televisión en números pares, que solo sirve dos tazas de café cuando necesita hablar conmigo de algo importante, y que siempre deja el balcón de la recámara abierto porque sabe que duermo más cómoda así, a pesar de que él tenga que dormir envuelto en varias sábanas distintas.

Y creo que él puede darse cuenta de ese tipo de detalles respecto a mí.

Hoy, por ejemplo, sé que vamos a tener que aplazar el desayuno un par de horas porque decidió empezar el día con su cara enterrada en mi cuello, causando cosquillas con sus labios al dejar besos lentos y cortos por toda su extensión.

-Feliz aniversario, mi amor.- susurra contra mi piel, aprovechando para comenzar a subir de a poco mi blusa.

-Feliz aniversario, guapo.- me giro para verlo de frente, pero solo lo logro porque relaja su agarre de mi cintura.

Sus ojos, verdes como el bosque más bonito, vibrantes y llamativos se encuentran con los míos. Su sonrisa incipiente me contagia, volviéndome imposible de negarlo también yo. Es guapísimo. Incluso recién levantado, incluso sin hacer o decir nada. Es atractivo sin darse cuenta.

Charles no había querido desaprovechar las vacaciones ni un poco. No bromeo, no quiso dejar pasar ni un día para poner en marcha los próximos días libres que estaban a punto de aglomerarse en nuestras agendas.

Y Mónaco fue el primer destino.

El vuelo de Abu Dhabi hasta aquí fue tranquilo, sobretodo porque Pasta ama viajar en el jet. Es increíblemente mimado en ese aspecto, echándose en uno de los sillones, posando para las fotos que tomo de él y Charles. Es casi como si supiera que esa es su contribución a nuestras vidas: verse adorable a cambio de recibir todo esto.

Probablemente hubiera pensado que eso fue todo por esa mañana, que iba a guardar cualquier tipo de acción para después de la cena de celebración, pero comienza a frotarse contra mí. Y eso solo significa una cosa.

-Vas a traumar al perro.

-Nada que no haya visto o escuchado antes. Quítate la ropa.

-Oww, ¿ya no lo haces por mí? Murió el romanticismo.- digo para molestarlo, retorciéndome bajo su peso, porque ni siquiera noté en qué momento me había dejado debajo de él, pero noto que no está cediendo, y por el contrario, se ve divertido por esta interacción.

-¡Charles!

-Tienes razón, ¿cómo podría permitir que lo hicieras tú? Para eso estoy yo.

-Me alegra que lo entiendas.- sonrío con arrogancia cuando comienza a bajar los shorts de mi pijama lo suficiente para revelar el encaje de mi ropa interior, y dirigir sus labios justo encima del pequeño moño que adorna las bragas. Quiere matarme, voy a morir de esto.

Aprieto mis piernas por inercia, porque de pronto algo tan simple me parece demasiado.

-Princesa, ya habíamos quedado que eso solo yo.- susurra con sus labios contra mi pecho esta vez.