FORMULA HEART || Charles Leclerc

Kiss, kiss (50)🏎

Tengan a la mano Softcore - The Neighborhood. Disfruten   :)

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Are we too young for this?

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Viernes. Free practice 2.

Desayuno.

-Tú e Isa han estado juntos por 6 años...

-De forma intermitente, pero sí.

-¿De qué hablan después de tanto tiempo?- pregunté.

Carlos sonrió como cuando un niño te hace una pregunta.

-Realmente nunca has tenido una relación en serio, ¿verdad?

-No me molestes, la tengo con Charles ahora.- respondí abrazándolo, pero me separo de inmediato cuando me doy cuenta de que estamos muy en público, y noto que Charles se tensa. Sé que él ve las cosas más fáciles. Pagar la multa, salir a cenar para confirmar y ya, pero para mí es más que eso, no es tan fácil, y no tiene nada que ver con él.

-Pues... de cosas. El futuro, películas, planes. La verdad es que no cambia mucho cuando el tiempo pasa. Pero sigue siendo divertido.

-Interesante.

-¿A qué viene la pregunta? ¿Te preparas para casarte con Perceval?

-Cállate, Carlos.- respondí escondiéndome detrás de mi bebida, desviando la mirada. Pero a decir verdad, no sé de dónde salió mi impulso por preguntar eso, curiosidad supongo. Porque ciertamente nunca había tenido una relación que se sintiera así. No es como que Charles sea la más longeva que he tenido, pero se siente de esta forma porque por primera vez estoy viendo las cosas en serio, pensando a futuro. Y no quise preguntarle a él porque no tengo muchas ganas de saber de qué platicaba con Charlotte o cualquier otra ex novia que haya tenido.

-¿Quién va a casarse con Charles?

-¡Lando!- grité cuando lo sentí empujarme con su hombro por accidente, logrando que derramara mi frappé sobre mi ropa.

-Uh, lo siento, Alice, perdón. ¿Quieres mi playera? Tengo una limpia y nueva en mi motor home, déjame ir por ella.

-¿Qué, de McLaren?

-Bueno, no es como que tenga casualmente una roja en mi armario, ¿sabes? Me lo prohibe mi contrato. Pero no sé, tal vez tenga una blanca o algo así, déjame revisar.

-No, está bien, no te apures. Uh... creo que tengo una blusa en mi locker. Pero tú vas a pagar los 20 euros de multa por no traer el uniforme completo.

-¿Tú pagas la multa? Eres la dueña de ese lugar, si lo pagas es porque quieres hacerlo. Mejor te repongo tu bebida y listo. ¿Trato?

Asentí antes de dirigirme a la hospitalidad de Ferrari y a mi oficina. Me parece increíble que tenga una. Realmente no la uso para nada, todo el tiempo estoy con los chicos o en el garage, pero nunca aquí. Desde mi dirección puedo ver la oficina de mi papá, y aunque él no está ahí, sí está el cuadro con fotos que le regalé de navidad. Me pareció un bonito detalle que lo pusiera en la pared detrás de su escritorio.

Recordé el primer día que estuve aquí, lo decidida que estaba a irme, lo poco que me importó memorizar los pasillos y cajones, porque juraba que no iba a quedarme mucho tiempo. Dando lo mejor de mí para que mi papá me dejara irme antes, las miradas furtivas que Charles me dedicaba en ese entonces. Aquellas que duraban un segundo más de lo necesario. Ahora tengo esas miradas todos los días, todas para mí y a diferencia de ese entonces, ahora sé lo que significan. Peleábamos como novios incluso antes de serlo, supongo que esa era la única prueba que necesitaba para saber lo que sería de nosotros.