FORMULA HEART || Charles Leclerc

New territory (34)🏎

Tengan a la mano Into you - Ariana Grande. Disfruten :)

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Got everyone watchin' us

So, baby, let's keep it secret

A little bit scandalous

But, baby, don't let them see it

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Es la primera vez que despierto después de pasar la noche con Charles y ambos estamos aún en la misma habitación.

Siempre que despierto en un lugar que no es mi departamento, durante esos breves segundos en cuanto abro los ojos, tengo la sensación de estar en un hotel en lo que reconozco el lugar. Había tenido esa sensación en cada lugar en el que me quedé desde que tengo memoria; la casa de Carlos, casas de mis amigos, los hoteles en los que nos hospedamos como tal durante la temporada. En fin, literalmente cualquier lugar que no sea mi departamento me transmite esa sensación.

Sin embargo, eso no me pasó aquí. De alguna forma, me sentí en casa también.

Está dormido contra mi pecho, sus fuertes brazos rodeándome y manteniéndome muy cerca de él. Mis dedos enredados en su cabello, su mano en mi cintura, sintiendo la calidez de su contacto.

No sé exactamente cómo pasó, pero después de no precisamente dormir anoche, estamos usando las playeras opuestas a las que traíamos ayer; él usa la de color negro que había seleccionado de su armario, y yo la roja que él llevaba puesta originalmente.

Me dijo que usara lo que quisiera de su clóset, y juro por dios que su ropa es más cómoda que cualquier cosa que tenga yo en el mío. ¿Cómo es posible? Es como si la tela me abrazara y me incitara a nunca soltarla.

Está profundamente dormido, su respiración pacífica me lo confirma, y siento que puedo pasar horas viéndolo de esta forma.

-Sé que soy guapo, pero ya puedes verme cuando quieras, no tienes que hacerlo cuando finjo estar dormido.- su voz ronca se hizo presente.

-¿Cómo sabes que te estaba viendo?

-Porque si estuviéramos al revés, yo te estaría viendo a ti.

Sonreí.

-¿Cómo dormiste?.- comencé a jugar con su cabello.

-Mejor que nunca.- apretó su agarre en mi cuerpo, suspirando.- ¿Tú?

-Como un bebé. Pero ya deberíamos irnos, le dijimos a Carlos que pasaríamos a recogerlo temprano, y ya sabes cómo se pone si llegamos tarde. El tipo tiene que comer a sus horas o se vuelve loco.

(...)

-Cafetería nueva, los tres juntos, día libre... parece que las cosas ya volvieron a la normalidad.- dijo Carlos tomando asiento.

-Sí, todo está bien otra vez.

La cafetería de hoy es acogedora y pequeña. Las mesas son privadas porque están dentro de una especie de privado que impide a los otros comensales ver lo que sucede. Y es perfecto para nosotros en este momento.

El brazo de Charles está sobre el respaldo de mi silla, y Carlos, como es de esperarse, no tardó mucho en darse cuenta.

-Entonces, Alice... pudiste... ¿pudiste reparar el auto?

Bien, mordió el anzuelo.

-Oh, sí. Lo había olvidado. Si esa fue otra de tus bromas, no fue tu mejor trabajo, Chili.