FORMULA HEART || Charles Leclerc

New York (57)🏎

Welcome to New York, it's been waitin' for you

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Es verano, pero en Nueva York pareciera no importar porque lo primero que siento al bajar del avión es el golpe de aire fresco que inunda el ambiente. Me sentí en casa de inmediato. Regresar  después de dos años se siente como el primer día de escuela, pero no en una escuela nueva en la que no conoces a nadie, sino cuando ya llevas años ahí y se siente como un día más. Ni siquiera me molesto en tomar fotos en el trayecto a mi departamento, porque quiero absorber lo más que puedo sin distraerme con nada más. Habrá tiempo para fotos después.

Charles sí se muestra maravillado con los grandes edificios y las luces de los anuncios. Realmente es la ciudad que nunca duerme, y se siente bien estar de regreso.

Finalmente llegamos a mi edificio, tan iluminado como siempre. Todo se ve igual; las puertas giratorias, los tulipanes en las jardineras... y Louis detrás del escritorio.

-¡Alice!- grita mientras corre a mi encuentro, cargándome entre sus brazos y dándome vueltas por la recepción, ignorando al hombre que estaba atendiendo.- ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido? ¿Qué haces aquí? ¿Vas a quedarte?

-Te extrañé con todo mi corazón, Lou.- digo cuando finalmente me baja.- Pero solo vine un par de días para llevarme las cosas que me faltan. Tenemos que salir a cenar igual.

-¡Obvio! ¿Sigues molesta con tu papá por obligarte a irte de aquí? ¿O ya lo queremos de nuevo?

Increíble pensar que esa decisión cambió mi vida por completo. Una decisión que ni siquiera fue mía.

-No, todo está increíble ahora. De hecho...- tomé a Charles del brazo, pues me había dado algo de espacio al saludar a mi amigo.- Te presento a mi novio, él es Charles.

-Hola, encantado.- estrechó su mano.- Eres muy afortunado de tener a Alice.

-Lo sé.- responde el monegasco con una sonrisa, dejando un casto beso en mi sien.- ¿Cuál es tu piso?.- pregunta acercándose al elevador.

-El penthouse.

-Por supuesto.- dice entre risas.- Gusto en conocerte!

-Chica...- Louis me toma del brazo para alejarme un poco y que Charles no pueda escucharlo.- No sé cómo le haces para conseguir a los más guapos siempre, pero con él ganaste en la vida.- dice mirándolo con poca discreción.

-Lo sé. Y es un amor también, vas a amarlo.

-Te veo muy feliz con él, creo que ya lo hago.

Me despedí de Louis efusivamente, porque ahora que lo pienso, él y Haiden fueron mis únicos amigos reales aquí. Siempre podía contar con ellos sin importar qué. Regreso apresuradamente al elevador, pues Charles estaba deteniendo las puertas mientras esperaba por mí.

No puedo evitar notar gracias al espejo al cerrarse las puertas que mi cabello está despeinado y mi maquillaje algo corrido. Supongo que dormir en el avión no había sido mi mejor idea. Trato de acomodarlo un poco, pero sé que no tiene sentido porque estamos de camino a mi departamento, donde nadie puede vernos, y tendré tiempo de arreglarme antes de salir al rato.

-Te ves preciosa así.- dice Charles a mis espaldas, sonriendo encarecidamente al verme acomodar mi cabello.

-Eso no es cierto, pero te agradezco por mentir de una forma tan bonita.- me recargo contra el espejo, algo irritada de que apenas sea el piso 11. Estoy más emocionada por regresar de lo que pensaba.

-Tu portero se ve simpático. ¿Es muy amigo tuyo?

-Mucho. Solíamos hacer pijamadas cada sábado, porque su día libre era el domingo. Hacíamos hot cakes por la mañana y veíamos Gossip Girl en loop. Es de mis mejores amigos, le contaba todo.