XXXVIII: una noche más. | 1/3

85 10 7
                                    

Narra _____ Verá

Había algo que me hacía querer estar cerca de él por alguna razón, por más que quisiera no caer en sus falsos sinceros ojos otra vez algo me hacia aceptar sus miserias y correr a sus brazos nuevamente pero no esta vez.

Se había convertido en un golpe de suerte todo esto, era como si hubiera un algo que finalmente hubiese detenido mi obsesión por querer que él me amara, por desear su admiración o aceptación, mi corazón se sentía débil, si, era verdad pero eso no quitaba que me sintiera con él poder de dejarlo ir.

Esta vez quizá para siempre.

Al escuchar el ultimátum que salió de su boca me detuve y trague grueso.

Levante la mirada, sus ojos que tanto había deseado que me vieran finalmente me estaban viendo y no solamente eso  si no que también estaban implorando que me quedara, esa mirada por la que habría matado por tener hace años se había detenido en mi por fin, pero algo en mi ya estaba cansada de quererla.

Y puedes amar mucho a una persona pero si te cansas, no importa que tanto ames. Solo te alejas en espera de descanso finalmente.

Sonreí con los ojos cristalizados, — Es esto un adiós entonces.

— No... — susurro suplicante. — no salgas por esa puerta te lo pido, no me obligues a olvidarte... no lo hagas.

Negué con lentitud, — No lo haré. Todo es un proceso Jo, yo no tengo la culpa.

Tan rápido cuando di un paso, justo antes que saliera, sentí sus brazos en mis hombros, temblorosos, como yo.

Levante la mirada a penas y sus ojos ya no me hacían sentir pena pero lo amaba, diablos. Mordí mi labio inferior cuando sentí su respiración en mi nariz, estaba tan cerca que solo podía alcanzar a ver sus ojos.

Una lágrima como cristal cayó por su mejilla.

— Por favor... — dijo cerca de mis labios.

Una fuerte contratación se sintió en mi pecho, quería estar con él. Quería sus labios, quería su mirada...

Lo quería.

Pero...

Negué, — Quizá en otra vida.

Antes que pudiera hacer algo más sus labios atraparon los míos con esa libertad con la que siempre lo han hecho, como si siempre han sido suyos y quizá así lo era de una u otra forma. Me aferre a las solapas de su chaqueta y profundice el beso y él hizo lo mismo hundiendo sus dedos en mi cintura. Sus labios moviéndose al compás de los míos, fue como si de verdad quisiera quedarme.

Y si quería.

Solté mi agarre con detenimiento pero él nunca flaqueo su agarre a mi cintura haciendo que me alejara yo misma, sus manos estaban frías cuando las toque para alejarlo, era como si no quisiera.

Y no quería.

— Me tengo que ir. — susurre tratando de que lo entendiera.

— No antes de que hablemos.

— Joel. — dije con dureza, — dijiste que si salia por esta puerta jamas me buscarias de nuevo.

Fueron mis últimas palabras al dar el paso final que me hizo estar afuera.

Su rostro se estrecho en decepción.

Su corazón esta lastimado pero esta y algún día va a sanar pero no seré yo quien esté ahí para verlo.

Por que cuando alguien esta lastimado necesita lastimar a alguien más para poder deshacerse de ello y no seré quien se sacrifique para darle lo que nunca ha tenido. Paz.

100 Días Para Enamorarte. || Joel De Leōn Y Tú ||Where stories live. Discover now