100 Días Para Enamorarte. || Joel De Leōn Y Tú ||

XXIII: Un escapé

Para mis dos bellezas: shinethoughts y JeymiNIcolEspinozaMe las quiero mis preciosidades <3

No sabía como había pasado pero de un momento a otro, estaba subiendo las escaleras con ella colgada de mi, mis manos en su trasero y las suyas jugando con mi cabello, sus labios sabían tan dulces que quería sentir su sabor por siempre, mi entre pierna dolía de forma deliciosa, Dios, yo necesitaba estar dentro de ella lo más antes posible; al entrar a la habitación ella salta al piso sin dejar mis labios, mis manos se deslizan por su franela pasándolas por debajo de ella, tomo la orilla de esta y la quito por encima de su cabeza.

Mis dedos van al broche de su brasier quitandolo dejando así sus pechos libres, hundí mi rostro en su cuello dejando besos mojados a medida que recorría hasta sus pecho, un jadeo dejo sus labios cuando mordí uno de sus pechos, chupe y lami disfrutando de sus gemidos en mi oído, jamás había necesitado algo tanto como esto, mis manos fueron a sus vaqueros de campana desabrochandolos haciendo que caigan al piso.

Quisiera decir que sus calzones de Minnie Mouse me quitaron la inspiración pero estaría mintiendome a mi mismo, ligeramente estire la liga de sus panties y reí.

— Que sexys calzones. — susurre cerca de sus labios.

— Los mas sexys que vas a ver en tu vida. — responde juguetona.

— No por mucho, Alaska. — adverti.

Despacio los bajé, mordí mi labio inferior, ella era tan preciosa como yo lo había imaginado — más veces de las que puedo contar — incluso mucho más que lo que mi poca imaginación me daba; mis labios tocaron los suyos nuevamente haciéndola retroceder hacia la cama, ella olía tan bien, siempre lo ha hecho pero tenerla así de cerca me hacía poder apreciar más y contener su olor en mi cabeza, deje sus labios haciéndo que se recostará en la cama y en cuanto me deshice de mis vaqueros estuve sobre ella besando su delicada piel.

Besos.

Besos.

Y más besos.

Fui dejando besos mojados desde su hombro izquierdo, sus pechos, su abdomen hasta su vientre en cual se tenso con el tacto, tome sus tobillos y abrí sus piernas y no tarde en pasar mi lengua por lo que había entre medio de estas y mierda... su coño sabia tan dulce que podría hacer esto cientos de veces; mi lengua jugo un poco sobre su clitoris y su monte de venus, sus manos apretaban la sábana con fuerza y sus leves gemidos se escuchaban malditamente angelicales ante mis oídos que se morían por escucharlos desde hace ya unos años.

Lami uno de mis dedos y lo posicione en su entrada hasta que un leve "No" que salió de sus labios me detuvo, eleve un poco mi cabeza para mirarla, grave error ¿por que tenia que verse asi? sus mejillas rojas al igual que sus labios maltratados por los besos, tenía el cabello despeinado de una forma majestuosa y sus ojos brillaban con intensidad, menee la cabeza ignorando lo bien que se veia.

— ¿Que? — murmure.

— No vas a quitarme la virginidad con un dedo, idiota. — reí al escucharlo.

Negué de forma divertida, — los once centímetros de mi dedo no te harán perder la virginidad, los veintitrés punto cinco que tengo entre las piernas lo harán.

Trago grueso, — ¿Venti-cuantos?

Reí, — Shhh todo va estar bien, no duele ¿de acuerdo?

— ¿Y tu que sabes? No has estado nunca con alguien en mis condiciones