XXXVII: Ultimátum

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Sus disculpas no habían sido suficientes, mi corazón seguía estando igual o quizá para este punto en el que mi madre me mantenía, muchísimo que peor.

Mi único refugio en estos días había sido mi cámara, mi sueño de tener un estudio se esfumó tan rápido como ese video llego, seguía tomando fotografías en todo Nueva York como parte de un plan de sociego que me sacaba de todo lo relacionado con mi vida actualmente.

Me senté en la acera de la calle a revisar las fotografías que había tomado, Sonreí.

No hacía esto hace mucho tiempo.

- ¡Dios! Esa si que me encanta. - dijo llenándose la boca con un alfajor.

Reí, - Es linda, y luego preguntas por qué estaba arriba de un árbol, eh.

Él se encoje de hombros, - En mi defensa, Johann me envió a vigilar.

- ¿Y tú desde cuando obedeces a Johann?

- ¿Desdé cuando te cuelgas de los árboles como un orangután?

El flash lo cegó de un momento a otro y reí.

- No veo nada. - dijo pestañeando múltiples veces.

- Pues yo si veo algo. - bromeo riendo mientras veía la foto en la mini pantalla.

Baje la cabeza.

Solo espera unas horas más y todo lo que siempre has soñado llegará.

Me puse de pie y sacudí mi trasero.

El olor de un perfume muy familiar inundó mi nariz.

Hasta cierto punto yo ya estaba extrañando demasiado a una persona que solo se molesto en pedir disculpas por la televisión.

Levante las manos por encima de la cabeza para estirarme. Antes de mi pausa para tomar fotografías había salido a correr.

- ¿_____?

Mi corazón se detuvo.

Me gire con lentitud y todas las esperanzas que alguna vez tuve se desvanecieron cuando lo vi ahí, parado frente a mi.

- Si eres tú, creí que no te encontraría jamás.

Frunci el ceño, - ¿Disculpa?

- Ah... - sonríe.

Su sonrisa...

- ¿Pimentel? - susurre.

Su sonrisa se amplió aún más, - ¿Y es que los conoces muy bien?

- Creo... - deje la cámara en su estuche y guarde las manos dentro de mis bolsillos.

- Soy Israel, por cierto. - dice caminando a mi lado.

- Si, escuche de ti alguna vez... en algún momento, en una platica privada que invadi.

Él chico ríe, - Estonces sabes que soy

Interrumpí, - El hermano de Joel De León.

- Si...

- ¿Y que hace un hombre como tú en una comunidad como esta?

- Así que sabes que no estoy aquí porque me gusta Nueva York. - se detiene frente a mi.

Baje la cabeza y le sonreí, - Se a lo que vas y yo no me molestaría si fuera tú.

- Tengo más de diez años de no hablar con mi hermano y la primera llamada que recibí en diez años de ese personaje engreído fue un "Tienes que encontrar a esta chica" ¿Tienes idea de lo loco que fue?

100 Días Para Enamorarte. || Joel De Leōn Y Tú ||Where stories live. Discover now