XVII: Karma | Parte I

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09 de Enero

Día 25

5:12 am

No había podido pegar un ojo desde la madrugada pensando en lo que paso ayer, Chesster — Chesster, no he llegado al punto de querer asesinarte pero si vuelves a besarla lo haré con muchísimo gusto — y así mi mente a maquinado cien cosas, tenia a una preciosa chica a mi lado riendo y bromeando con mis amigos pero yo solo podía concentrarme en aquella chica con una absurda pijama de Bob Esponja y un calcetín de un color y otro de otro la cual jugaba con tanta dedicación al lado del ojiverde.

Sus labios hicieron contacto con los mios una vez llegamos a mi habitación pero en cuanto cerre los ojos ella apareció en mi mente haciéndo que me separara de la pelinegra de prisa, ella hundió sus cejas viéndome fijamente como queriendo decifrar que pasaba por mi mente.

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Eso había dentro, entonces al verla a los ojos me di cuenta de que no podia mentirle, Sam era una buena chica y a pesar de tener poco tiempo de conocerla ha sido de las pocas chicas que respetan mi espacio por eso sienpre habian unas segundas veces pero sabia que ella se estaba haciéndo ilusiones y yo no podia dejar que eso pasara, ya no más.

Tenia que madurar.

— ¿Que pasa? ¿Esta todo bien?

Negué vacilando mis palabras, — No, Sam de hecho no, nada de esto está bien.

— ¿A que te refieres?

— A esto, — señale entre nosotros dos, — ¿Si sabes que solo te estoy usando no?

— Eso fue crudo y cruel. — admite, — pero si... creo.

— No, no quiero que creas, quiero que los epas por que no quiero hacerte ilusiones, las ilusiones son el camino más rápido para que a uno le partan el corazón.

Aparta la mirada, — Vi como la mirabas ¿Okay? Y ella en verdad se estaba esforzando por no parecer celosa.

— ¿De que hablas?

— La chica. — explica, — la bonita chica de pijama frente al televisor

Reí, — Ella no tiene nada que ver con esto.

— Cuando... — muerde su labio inferior pensativa, — Hubieras visto tu cara cuando Chesster la beso, estuviste a un segundo más de volverte loco.

Si, ya no tenia caso mentir.

— Es como mi hermana. — mentí otra vez.

— No te preocupes , que no somos niños y no voy a cortarme las venas por esto. — toma su bolso.

— Es que, yo no soy lo que buscas.

— Lo entiendo, no te preocupes, tú corazón no es mio y yo realmente lo entiendo Joel... agradezco que seas honesto.

— Samantha, no, esto no tiene nada que ver con ella ¿Por que es difícil de entender?

— Cariño el único que no entiende eres tú. — abre la puerta.

Frunci el ceño, — ¿Entender que según tú?

— ¡Solo hablas de ella! — se queja haciendome callar, — Fuimos a cenar pasta la otra vez y dijiste "Dios ¿Como es posible que ______ odie la pasta?" Y-y luego en la heladería "A ella le encanta el de menta" o cuando me acompañaste a comprar un mapamundi "Alaska, _______ odia que la llame asi" trato de ignorarlo pero es imposible y ahora que la conocí al fin entiendo tu obsesión.

100 Días Para Enamorarte. || Joel De Leōn Y Tú ||Where stories live. Discover now