“No estuvo tan mal” pensó mientras observaba el techo. Los dulces, el pastel, la comida e incluidos todos los sirvientes, todo había sido extremadamente normal.
«¿Que cosa?» pregunto Deen curioso.
“Pues el día... no sé... Imaginé que podría pasar algo extraño al ser hoy mi cumpleaños... Solo que no... Todo fue bastante común” no quería admitirlo, pero estuvo esperando a que algo fuera de lo normal sucediera.
«¿Tenías ganas de ver a tu papá?»
La niña rió con la diversión reflejandose en sus ojos.
“Es hombre no es mi padre” aseguro con calma “Solo he tenido un padre en la vida... El padre de mi vida pasada, es mi único padre... aunque...”
«Aunque» dijo pensando que continuaría, sin embargo la pequeña Fiama no dijo nada, Deen soltó un suspiro ante su silencio, ya imaginaba que era lo que estaba sucediendo «Seguramente empezaste a olvidar sus rostros»
“¡No!” grito un poco alterada “Yo... solo... Hay veces... que cuando pienso en ellos... los veo de forma borrosa” estaba avergonzada porque Deen no se equivocaba, estaba empezando a olvidarse de las personas que la cuidaron en su vida anterior y no quería, ya que ellos habían sido muy importantes para ella, contrario a lo que cualquiera haría en esa situación, olvidarse de las personas que te dieron la vida y con quiénes pasaste momentos tan maravillosod no era tan fácil; aún no podía aceptar que tenía otra madre y otro padre.
Ella aún no sentía esa vida como suya.
«No te sientas mal» dijo Deen en consolación «Al haber vivido tanto tiempo en la tierra y con esas personas es normal que les tengas miedo de olvidarte de ellos... Pero también debes aceptar que estás aquí, que tus padres se quedaron en su lugar y tú regresaste a dónde perteneces... No vas a regresar con ellos...»
Por un momento quiso llorar y puede que Deen sonara un poco duro con ella, sin embargo esa era la forma en trataba de cuidar sus sentimientos. Vivir esperando algo que no sucederá, es vivir erróneamente y eso es lo que Deen quería enseñarle.
“En mi vida pasada tuve mucho amor... mis padres y hermanos en verdad me cuidaban mucho” conto con una sonrisa y ojos brillosos “Yo en verdad era alguien muy querida... Y ahora estoy aquí... Admito que las primeras veces cuando abría los ojos esperaba despertar de un sueño...”
«Es lo normal... Puedo entender lo que sientes»
“¿Has pasado por algo como esto antes?” pregunto un poco curiosa por su respuesta, pues aún no entendía con exactitud que era Deen.
«No, es solo que tú y yo somos uno básicamente, así que puedo entender tus sentimientos como si fueran míos».
Por un segundo quedó en blanco por esa respuesta y pronto se echó a reír.
Después de aquello ambos quedaron en silencio. Ella todavía no sentía sueño, por lo que con todas las fuerzas que tenía se levantó de su lugar y observó por la ventana, rió al ver dos lunas reflejadas afuera.
“Me pregunto... ¿cuando podré escapar?...” se dijo esto ya para si misma.
No supo cuánto tiempo así, estaba lista para dormir y entonces un ruido en una esquina de la habitación llamo su atención.
— Yo solía admirar a mi amada de la misma forma en que admiras la luna, princesa — hablo una voz desde la oscuridad.
A Fiama le pareció que conocía esa voz de algún lugar.
“¿Quien... es?”
— Ha pasado un buen tiempo desde que te ví — de pronto la voz lleno sus oídos, un sombra frente a ella apareció de repente y entonces recordó quien era — ¿Me extrañaste princesa?
“Ohh... eres el tipo que apareció en mi habitación un día de la nada...”
La pequeña negó de inmediato dejando asombrado al hombre que creyó imaginar el movimiento de cabeza de la niña, porque que clase de bebe podría responder una pregunta así. Aún era muy pequeña como para estar conciente de su propia existencia, es probable que haya sido una coincidencia, pero quería estar seguro de que así fuera.
— Me pregunto si realmente mereces mi tiempo — hablo mientras miraba fijamente a la bebé — Ella me pidió que te protegiera... pero no veo razón para hacerlo, no entiendo porque eligió tu vida por sobre la suya.
“¿De quién mierda hablas?... Wow me he hecho muy mal hablada desde que llegué aquí” .
— No entiendo porque Liza te escogió...
“¿Liza? ¿Quien es esa?” estaba segura de que ese nombre le parecía conocido, lo había escuchado antes en algún lugar y de tanto darle vueltas a la idea un foquito en su mente se encendió.
“El reflejo plateado que creaba la luna mostró la intensa y perfecta figura de alguien solitario, el emperador. Un hombre que tenía la mirada perdida en los cielos, bebía una copa de vino, todo en el era elegante y agradable a los ojos, pero esta escena solo causaba que cualquier dama que pasará por ahí tuviera deseos de consolar al guapo señor.
— Por fin estás solo — otra voz, gruesa y llena de rencor se hizo presente.
Una persona que salía de las grietas del espacio y tiempo observó con cuidado a aquel a quien odiaba.
— ¿De nuevo aquí? — contesto el emperador desinteresado.
— Así es, aunque puedo asegurarte que será la última vez que me verás — contesto acercándose. En sus manos brillo un objeto, que más que hermoso, era letal, sobretodo para alguien con la sangre Croix — Por fin conseguí la daga que asesino a la primera bruja y que ahora te asesinara a tí — una sonrisa torcida apareció en el bello rostro del visitante. Paso años buscando la daga del asesino y ahora cumpliría su venganza.
En sus manos había una gran cantidad de sangre, no era suya por supuesto. Tenía el corazón apretado pues estuvo presente en algo que pudo evitarse, pero lo más importante en ese momento era conseguir la daga, por lo que simplemente dejo que pasará.
Ellos eran viejos enemigos, hacía mucho que se conocían, habían peleado por la misma razón durante mucho tiempo.
El intruso apretó el arma en sus manos y agrego magia de luz para darle más poder y fuerza, está noche solo necesitaba un movimiento para que todo acabará.
— Te esforzaste por Liza — aseguro Kay — Pero eso solo te traerá la muerte.
Basto solo un segundo para que todo acabará.
Una espada de viento era empuñada por las manos reales del emperador, la sangre empezó a resbalar por la afilada hoja y con un movimiento el arma desapareció.
— No eres el único que quiere matarme — aseguro — Ahora puedes ir con esa perra, estoy seguro de que te está esperando del otro lado.
El "visitante" cayó al suelo después de las palabras dadas por Kay y se llevaba a la tumba un solo arrepentimiento, una venganza no cumplida.
Incluso al final, no pudo hacer pagar a ese cruel hombre por todo el daño que les causó. El no pudo vengar a su amor.”
En ese momento no había tenido muy claro de quien atacó a Kay, pues el pasado de Kay no es muy claro, por ejemplo no se sabe casi nada de la primera reina que gobernó con Kay.
“Pero ahora, si lo que está pensando es correcto, entonces esta persona que me acompaña debe ser el primer prometido se mi progenitora... Eso se menciona brevemente en la novela, por eso no le di mucha importancia al principio, se decía que la primera princesa del continente del sur había sido robada por el emperador de Intravella, luego se casaron y ella falleció en el parto... Si eso es así... este debe ser el hombre que siempre emboscaba a Kay para matarlo. Cuando lo leí pensé que era un poco molesto este personaje, pues hubo veces en las que la protagonista quedó atrapada entre el conflicto que había entre los dos... ¡¡Ah!! Lo de la daga, es la misma daga que se utilizó para matar a Fiama, y según el texto el tuvo que presenciar algo horrible antes de obtener el arma... ¡Ese hombre estuvo presente cuando asesinaron a Fiama y no hizo nada para ayudarla!... Estoy muy molesta ahora, pero debo calmarme, si debo calmarme y pensar con tranquilidad... Si hago uso correctamente de esta persona, podría tener grandes oportunidades para vivir, el está a un nivel bastante alto de pelea y su magia de luz es una de las más poderosas” .
— En verdad te odio.
Las palabras pronunciadas por el hombre le provocaron un temblor por todo el cuerpo.
“Aghhh todos en este jodido mundo me odian” grito con desesperación en su mente “Solo soy una bebé... por favor, no puedes odiar a una niña inocente” .
— La hija de la mujer que amo — recordó cuando sus ojos parecían los de un felino feroz, pues ahora estaba poniendo los mismos ojos mientras la observaba y daba pasos lentos, como acechandola — La semilla del bastardo que secuestro a mi amada.
“Oye, me parecías más agradable la primera vez que nos vimos... te siento distinto de aquella vez” lo observó con cautela, en ese momento sus piernitas empezaron a temblar por su propio peso, por lo que se sentó mientras lo miraba “¿Que debería hacer?...”
Y de pronto se le ocurrió “Esto podría ser muy peligroso, pero vale la pena intentarlo” respiró con calma “Entre las consecuencias buenas y malas que puedan suceder por esto... Espero que por favor ganen las buenas” soltó un suspiro “No soy buena actriz, aún así, haré todo lo que pueda”.
— Papá — empezó a sonreír mientras estiraba sus manitas hacía él hombre.
El aire se congelo y la tensión en el cuerpo del hombre fue mayor, estaba listo para atacar y después continuar su viaje en búsqueda de la daga del asesino hasta que escucho tales palabras.
— ¿A-acabo de escuchar mal? — se pregunto con un leve temblor en la voz, tomo una silla que estaba cerca y se sentó de frente a la pequeña, siendo separados tan solo por unas barras de madera.
— Pa-pá — está vez lo pronunció un poco más lento y con una gran dulzura impregnada, aunque no se le notará, estaba siendo muy difícil mostrarse adorable pues ella tenía un carácter muy fuerte y pocas veces actuaba con fragilidad, tal vez era algo sentimental, pero en la tierra muy pocos conocían este lado de ella. “Ohh mira su cara... no sé si te encanta o te disgusta... No importa, seguiré intentando” — Papá — mostró una sonrisa más grande seguido de una risa divertida — Upah — levantó los brazos e hizo señas para que la cargarán.
Su corazón se sintió pesado y de pronto estuvo agotado, el realmente quería cumplir con su promesa, con el favor que Liza le había pedido, pero cuando pensaba que tenía la sangre de Kay Lot una incontrolable ira lo invadía. El podía controlar bien su mal carácter por las mañanas, sin embargo, cuando la noche llegaba una segunda personalidad se apoderaba de él y se volvía más agresivo. Esa noche estaba allí para asesinar a Fiama, pues el día de su cumpleaños también era el aniversario de la muerte de Liza.
— ¿Por qué tienes que ser la hija de ese hombre? — susurro con cierto toque de desesperación, quería tomar la espada en su cadera para arrancar la cabeza de la pequeña niña, pero la voluntad a su promesa se lo impedía — Yo no soy tu padre — dijo con la poca firmeza que le quedaba.
— Papá, papá, upaaaahh — un lindo puchero apareció en los labios de la bebé.
Casi sin notarlo se levantó de su lugar y la tomó en sus brazos con extrema delicadeza. Era extraño cargar a una criatura tan pequeñita y frágil, un suave aroma agradable lleno el olfato del hombre y la felicidad que evocaban esos ojitos violeta por tenerlo más cerca causó que su corazón se moviera con ansiedad; los ojos del emperador solo muestran frialdad y sadismo, en cambio los ojos de la princesa brillan con pureza e inocencia. Era distinta al emperador.
No espero mucho para hacer su próximo movimiento, pues noto que era mucho más manejable de lo que esperaba. Se lanzó a su cuello y restregó su cabecita igual que un gato, aunque por dentro su mente estaba hecha un caos.
“Estoy perdiendo mi dignidad como mujer” lloriqueo “O sea soy una bebé, pero igual siento que estoy perdiendo mi dignidad”
— Papá — posó sus finos labios en la mejilla del hombre y dejo un beso (づ￣ ³￣)づ, acompañado de un poco de saliva, todavía no podía controlar bien sus glándulas salívares — Te queo.
El hombre la observaba con cierta sorpresa asomada en los ojos, pero una sonrisa se forma en sus labios.
La tranquilidad que se creo en ese momento no duró mucho, un golpe de la puerta al ser abierta tomo la atención de ambos.
— Pequeña bestia — la voz masculina hizo que todo el cuerpo de la niña temblará — ¿Es que acaso ni siquiera puedes reconocer a tu propio padre? — el amenazador tono hizo que la pequeña se pusiera rígida inmediatamente — No me gusta que toquen mis cosas — le dió un vistazo casi imperceptible a Fiama.
“¡¿Estás loco?! ¡No soy una maldita cosa!”.
El emperador observó con inmenso odio al hombre que la sostenía, ya antes habían tenido varios enfrentamientos, estaba listo para pelear, activo su magia de agua en la mano derecha y su magia de viento en la mano izquierda.
“Si se ponen a pelear aquí, no voy a sobrevivir”
El hombre se dió cuenta del miedo que emanaba la niña, aún tenía deseos de matarla, pero viéndola tan indefensa una actitud paternal emergió de él.
— Suficiente Kay — hablo con suavidad, asombrando al hombre frente a él — No pelearé contigo hoy — le dió un vistazo a la bebé y le sonrió suavemente para calmarla, acercó el rostro hacia la niña — Vendré de nuevo — susurro mientras dejaba en beso en la rosada mejilla tierna, la puso en su cuna y desapareció sin dejar un solo rastro.
Kay apretó fuertemente los puños mientras sus poderes disminuían hasta que pareció que nunca estuvieron allí.
Camino con lentitud hasta acercarse al lugar donde el intruso estuvo parado.
— Infeliz — susurro con molestia. Sus ojos giraron hacia la no muy lejana cuna, dentro estaba esa pequeña criatura a la que había abandonado, estaba muy enojado y no era solo porque fue cargada por uno de sus enemigos, le molestaba que esa pequeña bestia lo haya llamado papá.
***
Se había levantado al sentir que alguien atravesaba la barrera mágica que cubría todos los terrenos donde residía. Ya había pasado esto en tantas ocasiones que comenzaba a cansarse, para Kay era como un juego, pero cuando el se aburriera mostraría su verdadero poder y eso en definitiva no era poco. Justo como la vez anterior, su horrible aroma lo llevo a la habitación de la princesa en el palacio de Siblas. Estuvo reacio a entrar, podía sentir el aura asesina dentro de la pieza, imagino lo que iba a suceder, ese hombre estaba allí para matar a la bebé y podía entender perfecto el porque. A él no le importaba mucho lo que fuera a pasar con la niña, es por eso que la entregaba a la iglesia, era seguro que ellos harían un mejor uso de ella y la cuidarían mejor de lo que podían hacerlo allí. Dispuesto a dejar que se deshiciera de ella se apego a la pared, escucharía la masacre desde fuera y después entraría para acabar con ese estúpido ex-amante de la reina.
— Papá.
El escuchar aquello hizo que en su cabeza sonarán varias alarmas. Pensó que se estaba equivocando por lo que trato de calmarse y entonces, volvió a escucharlo.
— Pa-pá.
Se estremeció ante la mencionada palabra y poco después vino un "te quiero" muy mal pronunciado que no le gustó nada.
“El no es tu padre pequeña bestia” pensó molesto.
El resto fue como un leve parpadeó.
Ahora mismo sostenía ese bultito, tenía ambas manos bajo las axilas de la niña y la observaba de forma indescifrable.
“Si no fuera porque estás loco y cualquier cosa que yo haga puede causarme la muerta ya me hubiera puesto a gritar...” empezó a removerse incómoda “Ya bájame, no me gusta que me cargues (⇀‸↼‶) ”.
— Es claro que no eres mi hija — dijo Kay con indiferencia — Ni siquiera reconoces a quien te dió la vida.
La volvió a dejar en la cuna y se fue tan rápido como apareció.
Soltó un largo suspiro y se echó en la cuna lista para dormir “He logrado sobrevivir este año... ” se dijo con una sonrisa en el rostro “Pero esto será más difícil de lo que pensé”
«Sera mejor que duermas» escucho la voz de Deen en su cabeza.
“Tu de verdad no eres de mucha ayuda” comento con cierta molestia.
«Yo no ayudo si no quieres que ayude. Tu sabes que controlar la magia será posible cuando controles tu cuerpo».
“Si... ya lo se”.
«Bien, entonces sigue esforzándote para que puedas lograr lo que te propones» comento Deen con confianza «Además, al paso que vas, no falta mucho para que puedas controlar tu cuerpo y así mismo, tu magia»
(~‾▿‾)~ «Ahora duerme, un cuerpo sano es el mejor contenedor para una magia sana».
Cerro los ojos y se dejó llevar por la dulce sensación del descanso.
Los meses posteriores ya fueron cosa de nada, pudo aprender a controlar su cuerpo como una adulta y así mismo, empezó a sacar pequeños brotes de magia, porque aunque le pusieran sellos todas las semanas eran bastantes fáciles de romper. Por las mañanas antes de que cualquier sirvienta fuera a su habitación, se levantaba y se ponía a hacer ejercicio, con el fin de fortalecer su pequeño cuerpo, de la misma manera empezó a estudiar los libros que eran llevados a la pequeña biblioteca del lugar. Comenzó a hacer muy independiente, lo único que necesitaba de las sirvientas es que la alimenten, Fiama era conciente de que no era querida y a ella tampoco es que le importará mucho, no quería el amor de personas hipócritas por lo que no se los pedía. A la princesa solo le gustaba pasar tiempo con Camille, y es por eso que solo se dejaba mimar y cuidar de Camille.
Y el tiempo no se detuvo, poco después comenzaba a tener sus propias "aventuras" en las afueras del pequeño palacio, comenzó a explorar el terreno. Logro darse cuenta que el palacio principal estaba bastante alejado de su residencia, por lo que se mantuvo tranquila. Fue así como empezó a entrenar su cuerpo y su magia de formas responsables.
Dos años después
En el bosque, una pequeña y hermosa niña de cabello tan rojo como la sangre lanzaba bolas de fuego a ciertos seres creados con magia de luz, estos ignorantes atacaban sin parar a la niña de no más de tres años. Ella no se mostraba angustiada, atacaba a estos seres de la misma manera.
— Ya es hora de que regreses — Ryu hablo con calma haciendo desparecer a todas sus creaciones — Debes ir a comer.
— No quiero tío Ryu — la niña se quejo — ¿Podríamos quedarnos otro poco? — dijo mirándolo directamente haciendo ojos de cachorrito — Porfisss....
— No — se negó de inmediato, aparto la mirada pues estaba seguro de que aceptaría si la seguía observando — Mi hermosa princesa debe comer a horas adecuadas para crecer mucho más fuerte y bella — aseguro como un estricto maestro.
— ಠಗಠ ...
— Nos vamos.
Alzo a la niña en sus brazos y uso su magia para transportarse al descuidado jardín del palacio de Siblas.
— Vendré dentro de tres semanas — dijo antes de desaparecer, dejando una pequeña ventisca en el proceso.
La niña se quedó observando el aire y entonces recordó que los soldados imperiales aparecerían pronto, pues la presencia de Ryu jamás pasaba desapercibida. Para su suerte, Kay ya no volvió a aparecer de la nada cuando Ryu venía a visitarla, en su lugar mandaba a los soldados imperiales para que se hicieran cargo de él. Así es, Fiama ya no volvió a ver al emperador después de la "visita" que recibió en su primer cumpleaños.
Entro en el palacio y se fue directo a bañar, debía quitarse todo el sudor del cuerpo.
Ni bien entro fue recibida por una Camille muy enojada.
— Princesa — dijo con un tono molesto — Volviste a irte sola.
— Umm — asintió con la cabeza — Lo hice.
— No puedes hacer eso, que pasa si alguien te rapta o peor — agrego con cierta desesperación en su voz.
— No puede pasarme nada — aseguro con calma mientras empezaba a caminar — Nadie sería tan tonto como para meterse en el territorio del Emperador — prosiguió.
Camille suspiro derrotada, a veces le parecía que estaba conversando con una adulta en el cuerpo de una niña, le preocupaba que ella fuera tan indiferente a las personas que le dieron la vida.
— Ya sabe que mañana no puede salir, vendrá el mago a verla.
— Lo se — mostró una sonrisa y subió a su habitación.
— Es bueno que al menos sea obediente — dijo Camille para si misma.
Ya en su lugar, Fiama mostró una sonrisa.
“Deen, mañana es el día”
«Ya era hora» respondió Deen con calma «Mañana sorprenderemos a ese mago».