El destino de una princesa

Capítulo 23

"Lo prometí... prometí que la salvaría, y aún así... fallé"

Las lágrimas de Fiama salían una tras otra sin detenerse, temblaba y una gran sensación de impotencia la embargaba. Casi podía decir que tenía el corazón roto, estaba decepcionada de si misma, no podía evitar culparse.

<<Fiama... Esto no tenía nada que ver contigo, lo sabes ¿no?>> la voz de Deen salía más amable y calmada de lo normal <<Se que los humanos se guían por sus sentimientos y emociones, es natural para ustedes, pero culparte por alguien que no conocías, eso no tiene sentido>>

En las profundidades de su alma, podía llorar y estar cómoda, básicamente estaba dormida, por lo que nadie se atrevería a molestarla y mucho menos en el estado en el que estaba ahora.

"Se que tienes razón... apenas y conocí a esa mujer, pero yo solo se que... me duele no haberla ayudado como ella pidió..."

<<Tal vez ahora deberías concentrarte en averiguar qué fue esa cosa que devoró a la reina>>

A la mente de Fiama vino ese extraño ser que terminó por comerse el alma de la reina en menos de un instante, no era fácil de describir, aquella cosa no tenía forma, pero extrañamente, le parecía familiar. Apenas terminó de desaparecer a Liza en esas fauces atemorizantes, trató de seguir con Fiama, si no hubiera sido por la protección de Valdovino, ella ya no seguiría con vida.

"Lo último que recuerdo fue ver a Valdovino usar un campo de protección alrededor de ambos" al hacer mención de ese maravilloso duende, que no dudo en protegerla a costa de su propia vida, hizo que sus ojos se volvieran vidriosos nuevamente.

<<Fiama...>>

"Tampoco pude proteger a Valdovino, de que me sirve tener la magia que tengo… si no puedo protegerme a mi misma o a mi familiar… soy patética"

<<Aún no sabes enfrentar situaciones inesperadas. Escucha, esas cadenas estaban bañadas en magia negra, para mi hubiera sido fácil destruirla, pero al parecer también tenían magia sagrada>>

“Eso es lo que me parece más extraño…" murmuró tratando de mantenerse bien, aun habían muchas cosas que discutir y averiguar. Lo más importante era estar en calma, de ese modo podría resolver todo ese enredo que había a su alrededor "... ¿Por que esas magias opuestas estaban en una misma cosa y no se destruyeron entre sí?”

<<Porque no son opuestas. Fiama, razona. La magia negra y la magia sagrada nacieron como hermanas, son los humanos las que la usan como opuestas. Escucha, cuando estás dos fuerzas se enfrentan, la vencedora absorbe a la otra y la vuelve parte de si, ninguna desaparece, solo cambia su naturaleza>>.

"Lo sé... ya me lo has explicado, pero... es complicado... se que me lo dices en términos fáciles... es solo que... no sé... digo, la única que yo se que puede utilizar magia sagrada es Arabella, y ella no despierta sus poderes hasta los 9 años... aún es muy joven..."

<<No estamos en un libro Fiama, esta es la vida real. Así como tu despertaste tu magia, que se supone jamás lo hacías en esa novela, ella también puede haberlo hecho>>

"Se que he cambiado muchas cosas... es posible que otros cambien también" penso un poco más de acuerdo con las palabras de Deen "Aunque si es así... ¿por qué ella se involucraría en algo de lo que ni siquiera tiene idea? Eso es lo que no tiene sentido"

<<¿Has pensado en la idea de que ella sea como tu?>>

"¿A qué te refieres?"