Capítulo 27

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- Buenos días - Fiama mostro una sonrisa suave y muy agradable.

"Deen... ¿crees que haya magia negra recorriendo su cuerpo. Tengo miedo de acercarme."

<<No te lo puedo asegurar con exactitud. Pero no me parece que haya magia negra en ella>>

La pequeña dio un suspiro mental, estaba un poco más tranquila, aunque no quitó su estado de alerta, no quería exponerse a un ataque que podría resultar fatal ahora que recién comenzaba a recuperarse.

- Yo he estado esperando encontrarme con la prima imperial - murmuró sonrojada.

"Ahh maldición... mirala, ¿cómo le hace para verse tan tierna y hermosa?... ¿ese tipo de belleza es en verdad posible?"

<<No deberías preguntarlo. Tú eres millones de veces mejor que ella>> respondió Deen ignorando por completo el rostro de Arabella <<Ella es más común de lo que crees>> agrego algo fastidiado.

"Eso es muy grosero, ella es una niña demasiado linda... el problema es que hay personas muy malas a su alrededor."

<<Aún eres demasiado ciega>>

- ¿Prima imperial?

La interrupción de Arabella la hizo regresar a la realidad, había estado discutiendo con Deen y olvidó por completo sus modales.

- Disculpame, parece que me distraje por un momento - murmuró la pelirroja avergonzada - ¿Que es lo que haces tan temprano aquí?

La rubia miró la puerta con un leve sonrojo - Empezare a estudiar con la baronesa Yell, madre dijo que lo mejor era mantenerme culta desde muy joven, igual que la prima.

- Oh, eso es fantástico - contesto Fiama con una sonrisa - Entonces entremos, no hagas esperar a tu maestra - la princesa dio unos pasos adelante, claro que no se acercó por completo.

<<No siento magia negra cerca>> dijo Deen analizando la energía alrededor de Arabella.

Ambas entraron, en el interior se encontraba Jules, el administrador y cuidador del lugar, conocía a Fiama, algunos libros de la biblioteca fueron enviados a ella, esta era la primera vez que la veía de cerca, pero ya la admiraba. Fiama iba por delante, un poco más apartada estaba Arabella, en la entrada se quedó Beth, Camille y Benjamín entraron con la pelirroja y la seguían de cerca.

Jules se arrodilló nada más ver esa cabellera color sangre y le sonrió con respeto - Saludos a la princesa de Intravella, la estrella más brillante que ilumina el camino del imperio.

<<No se tú, pero que bien se siente que te tengan respeto>>

"Admito que me gusta, supongo que con tantos problemas, al menos empieza a mejorar mi posición"

Fiama le sonrió al hombre y asintió con la cabeza a modo de saludo.

- Se que vine sin avisar, pido disculpas.

- No tiene porque disculparse princesa, he esperado verla por aquí desde hace mucho - el hombre hablo con rapidez, casi agitado, no podía dejar que alguien de la realeza se acomplejara por nimiedades - en el segundo piso podrá encontrar un espacio cómodo donde puede llevar acabo sus estudios - Jules había preparado todo para el momento en que Fiama decidiera ir.

La pequeña princesa le miró con suavidad, dio las gracias, observo a Arabella antes de irse y le deseo buena suerte, después siguió su camino y con ayuda de Benjamín, llevo los libros de historia que revisaría ese día.

La rubiecilla no aparto su mirada, ni siquiera cuando ya había desaparecido de su vista. Espero un rato y fue hasta donde la esperaba la baronesa Yell. La mujer era la encargada de enseñarle modales, empezó con lo más básico, la baronesa creyó que sería fácil, ella había educado a Lina en su juventud e imagino que su hija sería igual, el problema es que desde el principio, ella no prestaba atención, no dejaba de mirar las escaleras y apenas hacía caso a la enseñanza de Yell.

El destino de una princesaМесто, где живут истории. Откройте их для себя