Capítulo 70

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Los preparativos para el Onyue ya casi estaban completos, quería terminar pronto con eso, pues ya quedaba prácticamente nada para el evento. La emoción se podía sentir por todas partes. La gente ya empezaba a decorar las calles y muchos se preparaban para las ventas que siempre incrementaban durante ese tiempo, llegaban turistas de otros reinos, el Onyue era celebrado en todo sitio, pero la gente siempre iba a Intravella, pues la festividad había nacido allí y se había expandido después. Además de la cantidad enorme de dioses que así como las personas, terminaban yendo a Intravella por esa noche, sintiéndose a salvo con Belkaryu, el dios protector de Intravella, y Kay Lot de la Croix, el hombre que terminó por extinguir a los asesinos de dioses.

Camille observaba desde la ventana del carruaje los puestos de los comerciantes, que gritaban sus productos llamando la atención de diferentes personas con todo tipo de necesidades, ya fuera decoraciones, comida, ropa y demás. El ambiente era maravilloso, de hecho, se imaginó a sí misma caminando entre la multitud llevando de la mano a su princesa. Amaría poder llevarla a conocer la ciudad, que comiera todo lo que ofrecían los vendedores, comprarle alguna pulsera y reír con ella. Ese era su sueño, poder llevarla por fuera algún día y disfrutar de las festividades con Fiama. Tal vez la próxima vez, la princesa estaría feliz, además de estar bien protegida.

Así como el Onyue, el vestido para la princesa ya se encontraba en preparaciones finales. Lady Kasta parecía muy feliz con el resultado y aseguraba una y otra vez que la princesa amaría el vestido que le había confeccionado. Camille no lo dudaba, el trabajo de la modista era reconocido de manera internacional.

Nada más llegar de vuelta fue recibida por Fiama, quien estaba ansiosa por saber si la carta que le había entregado a Camille para Lady Kasta ya había sido entregada. Por supuesto, Camille le aseguró que el mensaje había llegado a las manos de la mujer, se preguntó que tanto misterio había en la carta pues la princesa le había prohibido leerla.

- El vestido es maravilloso, Lady Kasta sabe como crear ropa magnífica, estoy segura de que lucirá hermosa para el día del baile - comentaba Camille con una sonrisa mientras observaba a la pequeña.

La pequeña asintió, aunque Fiama andaba pensando en otras cosas, estaba segura de que Lady Kasta podría cumplir su petición a pesar de que ya no quedaba mucho tiempo. Observó a Camille con cuidado, la mujer seguía tan bonita como siempre, Camille siempre se aseguraba de mantener ese aspecto pulcro, para Fiama no había nada de malo en ello, pero aún así, quería ver a la mujer aunque fuera una vez en su vida, con otros vestido que no fueran los de servicio, de hecho, quería verla brillante, con una vestimenta que la hiciese lucir espectacular. Así que, aprovechando que venía el Onyue, se le ocurrió que podría pedirle a la modista un vestido para su doncella, algo que realzara su belleza, que la hiciera lucir magnífica. Quería esta vez que su doncella disfrutará del baile como una invitada más. De hecho, esperaba no sólo que se divirtiera, si no que la gente apreciará lo hermosa que era Camille.

Por supuesto, Camille no era consciente de los planes de la niña, para ella sería otro día que servir a la pequeña. Aunque sin dudas le parecía algo extraña la actitud de la pequeña, pues no demoraba en sonreír complacida cada vez que la miraba, no le fue difícil pensar que estaba tramando algo.

- Princesa, ha llegado un joven a verla - una sirvienta se apresuró en llegar a ella para informarle.

- ¿Un joven? ¿Quién? - preguntó olvidando sus pensamientos sobre Camille, su lista de amistades era muy corta, así que habían muy pocas opciones, y al pensarlo la respuesta llegó a su mente - ¿Es Luah? - saltó emocionada, hacía tiempo que no lo veía, desde que entró a la academia, sus visitas eran poco frecuentes, pero siempre estaba en contacto. Recibía una carta cada semana a la que respondía con gusto, le sorprendía no haber recibido una avisando sobre su llegada, pero eso no importaba.

El destino de una princesaWhere stories live. Discover now