Capítulo 7

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“No estuvo tan mal” pensó mientras observaba el techo. Los dulces, el pastel, la comida e incluidos todos los sirvientes, todo había sido extremadamente normal.

«¿Que cosa?» pregunto Deen curioso.

“Pues el día... no sé... Imaginé que podría pasar algo extraño al ser hoy mi cumpleaños... Solo que no... Todo fue bastante común” no quería admitirlo, pero estuvo esperando a que algo fuera de lo normal sucediera.

«¿Tenías ganas de ver a tu papá?»

La niña rió con la diversión reflejandose en sus ojos.

“Es hombre no es mi padre” aseguro con calma “Solo he tenido un padre en la vida... El padre de mi vida pasada, es mi único padre... aunque...”

«Aunque» dijo pensando que continuaría, sin embargo la pequeña Fiama no dijo nada, Deen soltó un suspiro ante su silencio, ya imaginaba que era lo que estaba sucediendo «Seguramente empezaste a olvidar sus rostros»

“¡No!” grito un poco alterada “Yo... solo... Hay veces... que cuando pienso en ellos... los veo de forma borrosa” estaba avergonzada porque Deen no se equivocaba, estaba empezando a olvidarse de las personas que la cuidaron en su vida anterior y no quería, ya que ellos habían sido muy importantes para ella, contrario a lo que cualquiera haría en esa situación, olvidarse de las personas que te dieron la vida y con quiénes pasaste momentos tan maravillosod no era tan fácil; aún no podía aceptar que tenía otra madre y otro padre.

Ella aún no sentía esa vida como suya.

«No te sientas mal» dijo Deen en consolación «Al haber vivido tanto tiempo en la tierra y con esas personas es normal que les tengas miedo de olvidarte de ellos... Pero también debes aceptar que estás aquí, que tus padres se quedaron en su lugar y tú regresaste a dónde perteneces... No vas a regresar con ellos...»

Por un momento quiso llorar y puede que Deen sonara un poco duro con ella, sin embargo esa era la forma en trataba de cuidar sus sentimientos. Vivir esperando algo que no sucederá, es vivir erróneamente y eso es lo que Deen quería enseñarle.

En mi vida pasada tuve mucho amor... mis padres y hermanos en verdad me cuidaban mucho” conto con una sonrisa y ojos brillosos “Yo en verdad era alguien muy querida... Y ahora estoy aquí... Admito que las primeras veces cuando abría los ojos esperaba despertar de un sueño...”

«Es lo normal... Puedo entender lo que sientes»

“¿Has pasado por algo como esto antes?” pregunto un poco curiosa por su respuesta, pues aún no entendía con exactitud que era Deen.

«No, es solo que tú y yo somos uno básicamente, así que puedo entender tus sentimientos como si fueran míos».

Por un segundo quedó en blanco por esa respuesta y pronto se echó a reír.

Después de aquello ambos quedaron en silencio. Ella todavía no sentía sueño, por lo que con todas las fuerzas que tenía se levantó de su lugar y observó por la ventana, rió al ver dos lunas reflejadas afuera.

“Me pregunto... ¿cuando podré escapar?...” se dijo esto ya para si misma.

No supo cuánto tiempo así, estaba lista para dormir y entonces un ruido en una esquina de la habitación llamo su atención.

— Yo solía admirar a mi amada de la misma forma en que admiras la luna, princesa — hablo una voz desde la oscuridad.

A Fiama le pareció que conocía esa voz de algún lugar.

El destino de una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora