-Hyung, puedo ir contigo a tu reunión familiar, ¿verdad?.
-No, bebé.
-¿Por qué?-hizo un puchero-Quiero conocer a toda tu familia.
-No quieres conocerlos, Minnie-respondió-No todos son como mis padres.
-Pero Yoonie-se quejó-Quiero que me presentes como tu futuro esposo.
-Suspiró-Bebé, ven acá.
Jimin obedeció y con un puchero en sus labios, se sentó en el regazo de su novio.
-Escucha, Minnie. En mi familia no todos saben que soy gay, ¿de acuerdo? Le pedí a mis padres que no lo comentaran porque en ese entonces estaba avergonzado y ya no lo estoy, pero hace mucho años que no veo a mis familiares y sé que ellos no van a tomarlo tan bien como mis padres, así que no quiero llevarte para que termines siendo lastimado por gente homofobica e insensible-explicó-Sabes que muero por presentarte al mundo entero como mi esposo, pero no quiero exponerte a ellos. No quiero que te lastimen, bebé. Van a enterarse de que soy gay, pero no quiero que estés ahí cuando suceda.
-Pero yo soy fuerte, Yoonie-respondió-Estaré bien, quiero enfrentarlo contigo-dijo sonriente-Sé que va a ser duro, pero quiero estar a tu lado.
-Sonrió-Lo sé, bebé y lo aprecio mucho, pero no quiero que te lastimen.
-Negó-Estaré bien, Yoonie. Además, sé que pase lo que pase eomma nos defenderá.
-Sí, bebé, pero aún así prefiero no exponerte, ¿de acuerdo? Quiero que entiendas eso.
-Negó-Quiero ir.
-Minnie, por favor.
-Hizo un puchero-Yoonie, quiero ir contigo.
-Bebé, ya te dije que no. Estarás mejor aquí.
-¿Sin ti? ¿Durante dos días?-negó-No quiero-se cruzó de brazos.
-Suspiró-Minnie, no voy a discutirlo contigo.
-Yo tampoco, voy y punto.
-No seas terco-lo regañó-Serás un niño bueno, te quedarás en casa y me esperarás.
-Negó-Minnie va con Yoonie.
-Bebé...
-Iré a hacer mis maletas.
-Minnie-intentó detenerlo.
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-Vamos-gritó emocionado.
-Minnie, por favor vuelve a casa.
-Negó-Voy y punto.
-Suspiró-Minnie, no voy a repetirlo.
-Entonces no lo hagas-sonrió-Porque de todos modos no voy a hacerte caso.
-Park Jimin-lo regañó-Vuelve ahora a casa.
-No lo haré, además hace una semana le avisé a eomma que iría contigo, así que no puedo faltar-sonrió.
-¿Qué hiciste qué?
-Mira, ya llego el tren, vamos Yoonie.
-Park Jimin, vuelve acá.
Aunque quiso detenerlo no lo logró y terminó resignandose a la idea de que tendría que llevar a Jimin con él y exponerlo a su familia. ¿Estaba preocupado? Sí, bastante. Por más que Jimin dijera que era fuerte, Yoongi estaba seguro de que su familia lo lastimaría.
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Luego de aproximadamente dos horas y media de viaje, llegaron a Daegu. Un emocionado Jimin corrió al ver a su suegra y la abrazó, mientras Yoongi traía las maletas y la cabeza llena de preocupaciones.
-Mi niño hermoso, te extrañé-le dijo a Jimin-Y bueno, a ti también, mocoso-le dijo a Yoongi, quien no respondió-Oh... cariño, ¿está todo bien?
-Eomma-habló Jimin-Está así desde que le dije que lo acompañaría hoy.
-Suspiró-Estoy bien, mamá-la abrazó-¿Cómo has estado?
-Bien,cariño, pero los extrañaba demasiado a ambos.
-Y nosotros a ti, eomma-sonrió el menor.
Salieron de la estación y subieron al carro de la madre de Yoongi para dirigirse a casa en un trayecto de diez minutos. Al llegar, los recibió Jae Woo, el padre de Yoongi, quien al instante los abrazó y los hizo sentarse en el comedor a conversar y degustar un postre que él les había preparado y el cual, según Sun hee, madre de Yoongi, había intentado hacer unas cincuenta veces hasta que le saliera bien.
-Está exquisito-dijo Jimin encantado con el postre.
-Sonrió-Gracias, Jimin. Me alegro que te guste.
-Está muy bueno, papá. Gracias por prepararlo para nosotros.
-No es nada, hijo. Además sé cuanto Jimin ama los dulces-respondió-Quería que disfrutara su estancia aquí.
-Gracias, eso es muy lindo de su parte-respondió Jimin con timidez.
-Oh, ¿quieren algo de beber?-preguntó Sun hee.
-Leche, por favor-pidió Jimin.
-De acuerdo, ya vuelvo.
Yoongi aprovechó el momento y siguió a su madre hasta la cocina.
-¿Por qué no me dijiste que Jimin te contactó? Se supone que él no debía venir hoy.
-Cariño, tranquilo-intentó calmarlo.
-No mamá, no me tranquilizo. Jimin quiere que lo presente como mi novio a toda la familia, tú sabes que no puedo hacerlo.
-Cariño, ya es hora de que los enfrentes, tu padre y yo guardamos este secreto porque así lo quisiste, pero son tu familia y te quieren, merecen saber.
-Mamá, van a lastimarlo-respondió-A mi no me interesa lo que piensen de mí si les confieso que soy gay, pero Jimin...-suspiró-No quiero exponerlo así, mamá. Ellos no son.... como tú y papá.
-Cariño-acarició su rostro-Sé que tienes miedo, pero entiende una cosa. Jimin puede ser muy sensible, pero es un hombre fuerte y te ama, por eso quiso venir hoy. Él quiere enfrentar esto contigo, no lo alejes. Yo sé que no va a ser fácil, sé que quieres protegerlo, pero él tomó una decisión y quiere que lo apoyes en ello. Quiere hacer esto porque te ama. ¿Crees que él no sabe lo duro que puede llegar a ser?-preguntó-Él lo sabe, pero aún así decidió venir para estar a tu lado. Además, tu padre y yo estamos con ustedes en esto y si las cosas se ponen feas, no dudes de que voy a sacar de mi casa a cualquiera que intente dañarlos, no me importa quien sea.
Yoongi solo pudo sonreír a su mamá, quien lo abrazó y le dio ánimos antes de salir y seguir conversando. ¿Yoongi amaba a su mamá? Pero por supuesto, ella siempre había sido comprensiva y la había apoyado. Era la mejor madre del mundo.
-Bueno, ya es un poco tarde y deben estar cansados-Dijo Jae Woo-Será mejor que vayan a descansar, mañana será un día largo.
Ambos se despidieron y se dirigieron a la habitación de Yoongi, en la que se quedarían esos dos días. Luego de darse una ducha, se pusieron sus pijamas y cayeron rendidos. El viaje los había agotado y necesitaban energías para lo que les tocaría enfrentar al día siguiente.