—¡Listos ya!
Naruto agarró las partes del arma frente a él, trató de ser ágil a la hora de armarla, tratando de ser lo más rápido posible, no tuvo tiempo de si quiera poder ver a sus compañeros, el sonido metálico a la hora de armar las armas se escuchaba.
Sus dedos se resbalaban de las piezas, cuando escuchó a Gaara a unos pasos de él decir con voz fuerte.
—¡Listo!
Naruto lo vio incrédulo, el alfa había armado rápidamente su arma y parecía orgulloso de ello, varios ahí rezongaron, Naruto negó dejando las piezas que había logrado armar.
Vio a su alrededor notando las caras cansadas de todos ahí, parecía que querían rendirse como él, habían pasado dos semanas ya, su cuerpo estaba fortaleciéndose, era más fuerte que al principio, ya casi nadie se metía con él.
Pero eso no quería decir que era aceptado, seguía siendo el solitario omega ahí dentro, ya se había acostumbrado, solo necesitaba acabar el proceso.
Varios alfas habían renunciado, lo menos orgullosos está claro.
El que quería que se largara de ahí era Gaara no Sabaku, a pesar de todo, él seguía metiéndose con él, y estaba por perder la cabeza y atacarlo, infringir la regla sobre no dañar a sus compañeros.
¡¡Al diablo!!
—¡Vayan a descansar, después no tendrán tiempo de hacerlo! ¡Nos vemos a las 3:00 soldados! —gritó Hidan.
Naruto se dio la vuelta notando unos ojos negros viéndole desde lejos, apresuró su caminar tratando de que no fuera atrapado, había evitado como le fuera posible a Sasuke, desde la última vez había decidió no acercarse.
Había perdió la conciencia dejando el paso a su instinto de omega, queriendo rendirse ante el alfa, abrir las piernas y dejar que lo jodiera ahí mismo.
No soportaba la idea, así que evitó verlo, evitó meterse en problemas, evitó ser el último en todo, solo para no tener contacto con él, corrió hacia su habitación y jadeó apartando su cabello de su cara, estaba largo y comenzaba a molestarle, se dijo a si mismo que era hora de cortarse el pelo, ser menos omega.
Se miraba en frente del espejo y notaba a un omega en toda la palabra, debajo de ese uniforme flojo estaban sus curvas, cada vez más marcadas por el ejercicio, sus pómulos finos, cada vez se parecía a él...
Y eso le mataba, negó ofuscado, quitó la mirada, salió de su cuarto y fue directo a la barbería para tomar unas tijeras y cortarse el pelo, el barbero le miró sin comprender.
—Buenas tardes soldado ¿quiere un corte de pelo?
—No—dijo firme— Me puedo encargar yo
El hombre le vio por un largo rato y no dijo nada, se sentó y siguió ojeando una revista, además era un asunto de él, no soportaba la idea de comenzar a parecerse a él, cuando sintió que el pelo no le estorbaba más, dejo la tijera viéndose, había quedado todo disparejo pero no estaba tan mal, podía vivir con ello.
—¿Nuevo corte de pelo?
Se sobresaltó viendo hacia la voz, notando a Sai, este sonreía de lado viéndolo fijo.
—Me molestaba.
—Primer omega que me dice eso... Ustedes aman su pelo largo como si fuera la gran cosa.
¡¡Él no amaba su pelo largo!! Por qué Sai y todos los alfas estereotipaban todo.
—¿Acaso los alfas no tienen pelo largo también? –vio el brillo ser reflejado en sus ojos y sonrió— ¿No me equivoco no?
—No... No lo haces... creo que debiste ser abogado, abogas por todo y nada. —Se burló, pero Naruto frunció el ceño.
—Pocos lo lograron.
—¿Eh?
—Pocos lograron, ser abogados... Los otros murieron.
Sai quedó en silencio, recordado aquella noticia de hace años donde omegas estudiantes de leyes habían sido masacrados dentro de las universidades por el alfismo de ese tiempo, y pocos había sobrevivido.
Después de todo eso, había causado terror y los omegas volvieron retroceder queriendo guardar su vida y bajarse hasta donde todos decían que debían estar.
Naruto en ese tiempo decidió no ser uno más, decidió no vivir con miedo, decidió que él no... Él no moriría, y terminó siendo uno de los mejores cadetes dentro de la escuela militar.
—Lo siento...
—No eres tan hijo de puta como aparentas—dijo mordaz y Sai negó divertido.
—Puedo ser todo un cabrón cuando quieras—le guiñó el ojo.
Naruto negó y decidió irse, ya había perdido mucho tiempo ahí. Entonces Sai volvió a romper el silencio. – Te ves bien...
Naruto sonrió de lado y siguió su camino.
No fue sorpresa cuando todos los alfas le vieron, ahora con el pelo corto dejaba a la vista sus cicatrices... Tenía unas cuantas en la cara y la más reciente en su sien, una mandíbula cuadrada salía a resaltar para la sorpresa de todos.
Nadie se burló, simplemente le vieron y aguardaron con silencio, Naruto se sintió bien, caminó erguido hacia la fila, hizo todos los ejercicios que fueron dados, su cuerpo caliente buscaba con fervor desahogar la energía que tenía.
Se esforzó al máximo para así en la noche perder la conciencia y poder dormir... Dormir y no sentir nada.
Pero a la mitad del entrenamiento todo volvió a descontrolarse, alguien gritó, el pánico entró rápidamente, Naruto se puso en guardia, sin ningún arma en las manos.
Agudizó los sentidos y vio a algunos soldados correr, su boca se abrió al notar un gran león de melena negra, gruñir y acercarse peligrosamente hacia ellos, sus dientes rebozaban de sangre y un alarido a lo lejos se escuchaba, no fue mucho para ver a Hidan desplomarse en el suelo sangrando mucho.
Naruto jadeó tratando de retroceder, varios huyeron, otros se quedaron, Sai se transformó en su bestia, un águila real, era enorme y fascinante pero no pudo admirarlo mucho tiempo cuando un oso salió tras ese gran león.
¿Acaso algún bandido se había metido a la base?
¡Imposible!
Gaara se transformó en un gran tigre de bengala, y corrió con potencia hacia el león, todo fue rápido, letal y sin remordimiento, Gaara quedo a un lado sangrante e inmóvil con la mandíbula del oso en su cuello, así evitando que se moviera si no quería que lo despedazaran.
Nadie más se atrevió a convertirse, no cuando otro tigre salió de una cabaña, los pocos que quedaron huyeron, Kiba brincó asustado, y Neji se acercó rápidamente a Naruto poniéndolo tras él, fue ahí donde reaccionó.
—No tienes por qué protegerme—demandó.
—¡Entonces cambia a tu bestia y huye! ¡Corre!
—N-Neji—gimoteó Kiba— ¡¡¡Soy un perro pequeño!!! ¡¡¡Me comerán vivo si cambió!!!
Hubiera sido gracioso, en otras circunstancias, Neji se puso pálido y supo que estaban perdidos, más aún cuando los tenían a un par de metros de ellos, no podían huir, los alcanzarían rápidamente, pero tenían que intentarlo.
—Corre Kiba. —Kiba cambió a su perro y huyó tan rápido como pudo, Neji estuvo a punto de cambiar, pero Naruto seguía ahí—¡¡cambia!!
—¡No!
Neji negó y cambió a su bestia, un puma blanco realmente grande se dejó ver, pensó que huiría como todos, pero Neji se fue contra el tigre y comenzó una pelea, entonces supo que Neji estaba protegiendo a Kiba y a él, ganando tiempo para todos sus compañeros, sacrificándose él mismo, el omega se sobresaltó y negó, Naruto deparó en Gaara a lo lejos, a Hidan casi muerto, y supo que tenía que actuar rápido.
Corrió hacia el gran león y este gruño fuerte, evitó una zarpada, y se subió al lomo del animal, no eran salvajes, sabía que eran alfas, hizo una llave rápidamente al cuello del león y éste se sacudió furioso, se tiró al suelo rodando para atrapar a Naruto bajo su cuerpo, pero ambos se removieron rápidamente.
Pero Naruto no era oponente para un león macho adulto, un alfa... El león puso sus patas sobre su pecho y apretó, hundiéndolo en la tierra dejándolo sin aire, y dejó salir sus garras.
Sintió el dolor en su pecho al incrustarse esas garras, y vio con terror como el león abría sus fauces para quizá arrancarle la cara.
Pensó en toda su vida, en todo lo que había hecho y lo que no había podido hacer...
Cerro los ojos desesperado, las garras pasaron a ser manos tomándole el cuello con fuerza y el peso encima de él disminuyo drásticamente, y escuchó un claro susurro frente a su cara.
—Perdiste...
Naruto abrió los ojos notando a Sasuke desnudo frente a él, su torso blanco estaba a su vista, más esos ojos negros mirándolo intenso, las pupilas estaban dilatadas y aun podía ver los colmillos asomarse en su boca.
—Si hubieras sido inteligente tal como el teniente Hyuga hubieras podido sobrevivir... Por no cambiar a tu bestia en estos momentos, estarías muerto con la garganta degollada.
Naruto salió de su trance de miedo y notó todo, Neji tenía dominado al tigre en el suelo hasta que éste cambio y vio a Deidara pidiendo misericordia.
Entonces Neji lo soltaba igual o más confundido que él, y poco después sintió los trotes venir en su dirección, los soldados que habían huido sin más regresaban con Sai al mando.
Todo había sido un plan, ¿parte del entrenamiento?
Su cuerpo temblaba, dejó de tensar su cuerpo y se dejó caer al suelo sin aliento, entonces Sasuke le miró por última vez para levantarse de él.
—¡Son unos cobardes! –gritó Sasuke— ¡Aparte de estos tres soldados nadie se quedó! ¡Dan pena, son inútiles!
Naruto se levantó aturdido, ¡pero había sido tan real! Vio con desesperación hacia Hidan, este se levantaba como si nada, limpiándose lo que parecía ser sangre y caminaba hacia ellos, el oso que tenía a Gaara se transformó dejando ver a Sabuza.
—Sai tu informe.
—Cuando aterricé frente a la cabaña todos corrían en esa dirección, tuve que traerlos a la fuerza.
—Son todos unas nenas, que no arriesgarían su vida.
Naruto vio la desnudes de los alfas que se habían convertido en sus bestias, ninguno parecía apenado, Sasuke estaba enojado y aun desnudo era tan intimidante como cuando usaba su pulcro uniforme.
—¡Capitán explíqueles por qué hicimos esto!
—Si mi señor—Deidara se levantó con ayuda de Neji, y se paró frente a todos. — Recreamos el atentado hacia una base militar hace años atrás, unos mercenarios pagados por la mafia se infiltraron en sus formas bestiales y acabaron con toda la base militar, porque nadie previó ese ataque.
—Nosotros somos Kaigun Tokubetsu Rikusentai, no entrenamos maricas, lárguense.
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Me dijeron que mi fic se parece a una peli, me dio curiosidad así que la veré! si me inspiro viéndola quizá saque algunas partes de la peli para la fic, hasta ahora me había basado en algunas historias militares, películas de miedo, BL asiático y eso...
muchas gracias por el apoyo y la espera.
si hay dudas por favor hacerlas.
nos vemos