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JungKook no podía creerlo, aún con la sorpresa de ese momento, intentó acercarse a TaeHyung pero este se alejó.
-¿que pasó? Tú hiciste eso?!
-N-NO LO SÉ!! -gritó angustiado, asustando a Kook un instante por el sorpresivo grito- todavía faltan 2 años para que esto volviera! Porqué!?
Siguió a Tae hasta llegar a la orilla, al lado de sus ropajes en el suelo, Kook lo vió sentarse y suspirar, aún con el agua al nivel de su cintura. Kook tomó su rostro, notando que era tan diferente de ese modo que lo hacía sentir extraño.
Sigue siendo tu Alfa, acompañalo en sus penas, a sufrido mucho con miedo a la muerte, no soportaría que le des la espalda.
Kook sollozó al oír en su oído la voz de ella, aconsejándole como acostumbraba hacer la última vez que vino. Tae cerró los ojos sintiendo las caricias de Kook en sus mejillas, calmando su inquietud.
-como pudiste mentir de esa manera? Años y años huyendo, en exilio, viviendo entre soldados, lejos de tu familia y verdadero hogar..... Sufriste tanto y aún así conseguiste seguir luchando solo..... eres un príncipe, no debiste pasar por esto.
Tae abrió los ojos, viendo el dolor que tenía Kook al expresar esas palabras. Abrió la boca para decir algo, pero el menor une sus labios, apegando su cuerpo al suyo.
-te deseo a mi lado..... -susurró sobre sus labios- ya seas Taegyeon o aquel León exiliado..... no te dejaré irte tan fácil.
TaeHyung sonrió, tomando la cintura del menor, para luego bajar a su trasero, masajeando y apretando este a su gusto.
-eres mío. Desde hoy y para siempre, León idiota. -gruñe Kook mordiendo su labio, sintiendo el calor sofocante de su celo regresar en los brazos del mayor-
-no quiero que te arrepientas.....
-nunca lo haría.
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Exactamente estuvieron una semana entera en aquel bosque y visitaban la cueva cada tarde. Kook sonreía portando una reciente mordida en el cuello. Ayer en la noche, su lobo se entregó completamente, diciéndole "te amo" y el mayor respondió con esa marca. Y el menor no podía estar más orgulloso de ello, trayendo su camisa con los primeros botones sin abrochar, dejando a la vista parte de su pecho y su marca.
Llegó hasta la fogata que habían hecho, hoy volverían a aquella fortaleza que tanto le gustaba a Tae y este no podía esperar a ver a Khal luego de una semana separados.
-estás listo? -Kook asintió y rió al ver que Tae le extendía su abrigo- que?
-deberías de saber que la ser albino no tengo frío.-Kook de burla y Tae de igual manera le lanza al abrigo-
-te lo pondrás si o si. -Kook le saca la lengua, poniéndose el abrigo.- recién anoche acabó tu celo y es peligroso que vayas así, tu aroma sigue fuerte.
Y finalmente entendió, respiró profundamente, gemiendo a gusto de sentir el aroma del mayor impregnado en su abrigo de cuervo.
-sube arriba mío y me dirás el camino. -Kook asintió y sonrió viendo al León frente a el-
Al igual que el aspecto de Tae, el aspecto de su forma animal también, ahora había crecido un par de centímetros, su melena más rizada y brillante, sus ojos verdes y aquella piedra de ámbar en su pecho, igual a la de HyunKhal.
-vamos Alfa, tu gatito nos espera.-rió Kook y se sostuvo fuertemente de la cadena de su cuello y al momento en el que comenzó a correr.-
Tae seguía las instrucciones de Kook, evitando atraer algún animal salvaje hasta llegar. Les abrieron las puertas y los soldados comenzaron a acercarse, caminando con Kook dándole los informes de la semana y una carta que había llegado.
Khal bajó las escaleras hacia Tae, deteniéndose frente a el, ladeando la cabeza y rugiendo en busca de una respuesta. Tae le respondió con un rugido y juntó sus frentes, acariciando y lamiendo a su mejor amigo.
Kook antes de entrar al salón de consejos con los soldados a cargo, volteó a ver a ambos leones jugar en la nieve y sonrió.
-llegaron dos cartas, son de sus Majestades y de Lord Park. Hay suficientes provisiones y lamento informar que hay una baja, un soldado cayó por una peste.
Kook lamentó la muerte de uno de los soldados, luego les dió un par de órdenes y habló un poco con ellos, para luego pedir un poco de privacidad para leer las cartas.
Se quitó el abrigo y se sentó en el escritorio, abriendo primero la carta de sus Padres.
**No deseamos molestarte con esta carta, Nam y yo sabemos que sabes cuidarte solo. Cuida tus comidas y de los salvajes, sabes que de la montaña ellos provienen.
Quisiera me respondas esta carta contándome acerca de tus días y experiencias con aquel León. ¿Él te trata bien?
Visita nuevamente el lago, sé lo mucho que te gusta ese lugar.
Y lamento escribir que tenemos una mala noticia. No quiero que te alteres, aquí en el Castillo está todo bien, el problema es en Reino León.
Han proclamado a Kim Kibum como legítimo Rey. El Rey Jonghyun está muy delicado de salud y finalmente le entregó la corona a su sobrino.
No le cuentes a Taegyeon de esto, es lo mejor, se puede alterar al enterarse que Reino Tigre se declaró Reino independiente al no aceptar a KiBum como rey y es probable que Kim JinKi, su padre, les declare la guerra.
Mantengan su viaje y regresen cuando consideren sea correcto. Que Taegyeon se mantenga al margen de esto, no queremos vaya a enfrentar al Rey y que muera en el intento.
Sabemos que son destinados y que elegirás lo mejor para ti y para ese León. Te amamos mucho cariño, deseamos verte pronto.
Sus Majestades
del Reino Lobuno,
Jeon NamJoon y Jeon SeokJin.**
JungKook dejó caer la carta en el escritorio, su mano temblaba y justo TaeHyung entró al cuarto. Este se distrajo un momento al ver que Khal venía detrás de él y Kook escondió la carta en uno de los cajones del escritorio.
-estás ocupado, niño? -pregunta curioso, viendo los papeles encima de la mesa y la carta de Jimin- es para tí o para mí?
Kook leyó la dirección y dijo en voz alta.
-"Para Príncipe JungKook" -dijo y le sonrió burlón- Jiminie me quiere y a tí no~ -Tae rodó los ojos y rió. Mientras que Kook dejó la carta a un lado y agrega- quítate esa capucha, les ordené a los soldados no decir nada acerca tu identidad.
-gracias.....
Khal se acercó a Kook y apoyó su cabeza en el regazo de este mismo, el menor ríe acariciando detrás de su oreja.
-ya crecido al igual que tú. -comenta Kook y Tae asiente-
-tu también, solo que no te das cuenta. -rió el rubio y agregó- me iré a bañar y a dormir. Ve a despertarme para comer juntos en el cuarto.
Kook asintió y vió a Tae abrir la puerta y silvae, Khal levanta la acabeza, lamiendo la mano de Kook para luego trotar e ir tras Tae.
Al encontrarse solo nuevamente, Kook abre la carta de Jimin.
**Lo siento tanto.
No sé cómo explicarte lo que siento ahora. Debí decirte desde un inicio, eres un viejo amigo y eres de confianza, saber su identidad no haría nada malo..... ustedes se amaban antes de conocerse.
Choi Taegyeon no es cualquiera y Kim TaeHyung es mucho más que un simple León.
El destino que les dió los dioses es único. Ambos estando juntos son poderosos.
No permitas que regrese antes de tiempo. Hazte cargo de ello. Por favor JungKook.....
Él no debe regresar hasta los 18 años, el estará listo para entonces.
No te preocupes por nosotros, Hoseok y Yo estamos bien y en cuanto a la guerra que podría venir, ten seguro que EunJin, no permitiría que hagan nada.
Cuídense. Y no tengan cachorros tan pronto, eres muy joven aún.
Nos veremos en Reino León, cuando sea hora.
Lord Park,
Príncipe y Embajador de
Reino Tigre**
El ojiazul suspiró. Traía mucho en mente con tan solo dos breves cartas. Se levantó y caminó con pesar a la puerta, llendo hacia los cuartos.
Iba a entrar al suyo, pero su lobo no lo dejó, adentrándose al cuarto de Tae. El aún no volvía de su baño, por lo que solo se encontraba Khal en una esquina, durmiendo.
-Oh! Mi Príncipe!-dijo un soldado al entrar y encontrarlo ahí- vine a traer más almohadas a petición de Tae, ¿usted desea algo?
-traeme un cambio de ropa Estaré con Khal un momento.- el chico dejó las almohadas sobre la cama y asintió llendo rápidamente-
Khal abrió los ojos pero no se movió un centímetro, viendo a Kook sentarse a su lado y apoyar su espalda en su costado, acariciando su melena, haciéndolo ronronear
-te extrañamos mucho. Estás más gordito..... Te han alimentado bien? -Khal lame la mano que no estaba acariciando su cabeza en respuesta- supongo que no la has pasado mal aquí.
El soldado regresó con ropajes para JungKook, dejándo solo para vestirse. Khal le dió la espalda con cansancio, volviendo a dormir cuando el menor comenzó a desvestirse.
Se cambió la ropa, pero no se puso sus botas, dejándose caer sobre la cama, con la cara escondida entre las almohadas.
No tienen el aroma de Su Alfa....
-hubo un cambio de planes?-una voz grave lo hizo levantar la cabeza y ver al rubio adentrarse al cuarto-
Este traía un pantalón, sus botas, la camisa y una chaqueta pero estas dos últimas desabrochadas, ya que aún traía el cuerpo mojado y con una tela seca, la pasaba por su abdomen, subiendo a su cuello y su cabello.
-quiero estar aquí. También necesito descansar un poco.-se excusó, pero sintió su rostro arder cuando TaeHyung dejó la tela con la que se secaba y abrió los muslos de Kook, acomodándose entre estos.- n-no.....
-¿no que? -pregunta burlón el León, inclinándose hasta pegar su pecho a la espalda del menor, apoyando sus brazos a cada costado de este.-
Kook arqueó la espalda, alzando el trasero contra su entrepierna, moviéndose y frotándose con un ritmo pausado y provocativo.
-tienes 15 años y eres todo un niño caliente.
-tu tienes 16 y ni bien tomaste mi cuerpo para tus deseos.-respondió Kook jadeando, sintiendo la respiración de Tae por su cuello hasta su marca, besándola con suavidad para luego lamerla, dándole un fuerte escalofrío-
-no importa la edad teniendo en cuenta lo que uno ha pasado.....en especial yo.
-p-pero.... que no hayas vivido una muy buena niñez no quiere decir que tienes el derecho de tener sexo conmigo cuando quieras.
- corrección. -dijo y se acercó a la oreja de Kook, mordiendo esta- yo te hago el amor.
Khal gruñe en una esquina, haciendo que Tae se aleje de Kook y este se siente en la cama, abrazando una almohada, avergonzado.
-lo siento Khal, no quisimos molestarte. -susurra Kook y Tae ríe-
-anda, vamos a dormir.
Ambos se metieron en la gran cama, Tae atrajo la cintura del menor, cerrando los ojos con suavidad, dándole un beso en la frente. Kook vió como al paso de los minutos, quedó dormido preso del cansancio.
No podía permitir que sufra más. Cuando niño lloró al enterarse de la supuesta muerte de él, sin saber que los dioses ya lo habían unido a Tae. Y ahora que lo tenía en frente, con su amor recién formándose. Un amor joven, único. Quizás algo complejo, pero eran el uno para el otro, así lo quisieron los dioses.
Su lobo no permitirá que dañen a su Alfa, nunca más.
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