Holis, por las dudas publiqué un capítulo antes de este :D
Se acabó el hiatus chiquis ♥
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Clyde tosió y escupió algo de café.
- Agh, con todo respeto Pip -dijo Clyde-, no sabes hacer cafés.
- Oh, pero mis tés son riquísimos. -Sonrió Pip.
- ¡Apoyo eso! -Sonrió Damien.
Damien, Pip, Clyde y Token se encontraban ya en la casa de Butters y Pip, específicamente en el comedor. Butters se estaba dando una ducha.
- Espero que ya llegue Tweek y haga café. Él sabe que el café me gusta como me gustan los hombres... -Clyde le guiñó el ojo a Token-. Negros...
- Grr, Clyde. -Rió Token que se encontraba sentado bebiendo su café.
Pip sintió que su teléfono vibraba, lo miró y comenzó a saltar de la emoción.
- ¡¡OH, POR SATÁN!! -Gritó Pip.
- ¿Desde cuando hablas así? -Rió Clyde.
- Culpable. -Rió Damien- ¿Qué sucedió amor?
- ¡¡Los chicos!! ¡¡Cartman los liberó y están viniendo para aquí, se quedarán en casa!! -Gritó Pip.
- ¡¡Genial!! -Sonrió Clyde-. Justo a tiempo para comenzar el plan.
- ¿No comenzaremos esta noche? -Preguntó Damien.
- Bueno, tal vez llegan algo temprano.
- Ay... Estoy tan nervioso... ¿Dices que le diga a Butters ahora? -Preguntó Pip.
- Ehh... Ahora se está duchando. -Dijo Token.
- ¿Decirle qué? -Preguntó Clyde mientras se sentaba en las piernas de Token.
- Lo de Bradley... -Susurró Pip.
- Oh, cierto eso... -Dijo Clyde-. Mejor que lo vea por el mismo, ¡adoro las sorpresas!
- ¿No crees que se molestará?
- Me dijiste que era su amigo en esa cosa en la que estuvo, de seguro se pondrá feliz.
- ¿Tu tampoco entiendes nada de esto, verdad negro? -Le preguntó Damien a Token.
- Ya estoy acostumbrado. -Rió Token-. Ni siquiera se quienes vendrán hoy.
- Veamos... -Dijo Clyde mirando en su celular y sentándose en las piernas de Token-. Todos los del cabaret, nuestros novios, Stan, los chicos que acaban de liberar, Ike, las dos novias de Ike, los amigos raros de una de las novias de Ike y creo que somos todos salvo que haya alguna que otra sorpresa.
- Oh, tendré que hacer muchas galletitas. -Dijo Pip llevándose la mano a la frente.
- Te ayudo. -Dijo Damien abrazando a Pip-. Pero no te preocupes Pip...
- Sí, ya pareces Tweek por como estás temblando. -Comentó Clyde.
- Oh, es que no estoy acostumbrado a sentir tantas cosas, lo del plan, Bradley, el cabaret, mi psiquiatra... ¡¡OH NO!! ¡ESPEREN! ¡TENÍA TURNO HOY CON ÉL Y...
- Lo cancelé por ti y te espera mañana, supuse que te habías olvidado. -Sonrió Damien.
- Oh, Damien... Eres el mejor... -Sonrió Pip.
Pip abrazó a Damien y comenzó a besarlo. En esos momentos tocaron el timbre.
- Bueno, no quiero arruinar su momento así que yo abriré. -Dijo Clyde incorporándose.
- Te acompaño. -Dijo Token.
- Ah, ¿así que quieres que te abra? -Se burló Clyde.
De camino a la puerta, ya algo alejados de Pip y Damien, Token tomó la mano de Clyde.
- Hay algo que aún no te dije. -Sonrió Token.
- ¿Qué es? -Preguntó Clyde.
- Les dije que a mis padres que... Estoy saliendo contigo.
- ¿¿¿QUÉ??? -Gritó Clyde- ¿¿Y qué te dijeron??
- Bueno, mi padre aún no quiere hablarme, pero mi madre está feliz por mi y creo que eso es suficiente. -Sonrió Token.
- Oh, Token... -Dijo Clyde con lágrimas en los ojos.
Ambos comenzaron a besarse apasionadamente mientras el timbre seguía sonando.
- ¡¡OIGAN, YA LLEGAMOS!! -Gritó Mike.
- Ups, casi lo olvido. -Rió Clyde.
Sin dejar de abrazar a Token, Clyde abrió la puerta.
- ¡¡Buen días chicos!! -Sonrió Clyde.
- ¡¡MIERDA, CLYDE!! ¡Debí suponer que Pip no tardaría tanto! -Gritó Thomas.
- Oye, ¿ahora tienes novio? -Rió Mike mientras entraba.
- Sí, un gusto, mi nombre es Token. -Dijo Token dándoles la mano a todos.
- Pasen hacia el comedor chicos... Iré en un rato... -Rió Clyde.
- Agh... No cambiaste nada... -Suspiró Bradley.
Mike, Thomas y Bradley fueron directo al comedor, Gary se detuvo a observar a Token.
- Hola, soy Gary. -Dijo Gary.
- Ehh... Hola. -Rió Token.
- Quiero pedirte perdón a ti y a todos los de tu raza. Estaba muy confundido con ustedes.
Luego de estas palabras Gary fue hacia el comedor.
- ¿Qué mierda acaba de pasar? -Preguntó Token.
- No lo sé, es o era mormón, es algo rarito... -Rió Clyde.
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Damien acariciaba el pelo de Pip.
- Tu cabello es tan suave, y oh por Satán, tus ojos celestes me encantan... -Sonreía Damien.
- Damien... -Sonreía Pip.
A pocos centímetros de unir sus labios otra vez, Mike comenzó a aplaudir.
- ¡Que bien! -Rió Mike-. Desaparecemos un año y ahora todos tienen pareja.
- ¡¡CHICOS!! -Dijo Pip apartándose de Damien y corriendo a abrazarlos a todos- ¡¡Están aquí!!
Pip comenzó a abrazar a los chicos uno por uno, luego de eso Mike se acercó a Damien.
- Me gusta tu estilo. -Dijo Mike.
- ¡Hey! ¡Gracias! -Sonrió Damien.
Al abrazar a Bradley, Pip lo notó muy nervioso.
- ¿Te encuentras bien? -Preguntó Pip.
- ¿Es verdad? -Preguntó Bradley-. Tu... ¿Vives con Butters?
- Oh, sí... -Dijo Pip rascándose el cabello-. Ahora se encuentra dándose una ducha.
- Oh Dios... Estoy tan nervioso... No creo que me recuerde...
- Créeme. -Sonrió Pip-. Lo hace.
Clyde entró al comedor junto con Token.
- ¡Bien, perras! -Gritó Clyde-. Esta noche habrá una gran reunión aquí para patearle el culo a Cartman el domingo...
- ¡¡MIERDA!! -Gritó Thomas- ¿¿Ese día no abre el cabaret??
- Exacto -sonrió Clyde-, habrá una gran reunión allí con muchos chulos, es nuestra oportunidad.
- ¿Ya pensaron en algo? -Preguntó Mike.
- ¡No! -Rió Clyde.
Damien escuchó como la ducha del baño se cerraba.
- Creo que Butters está a punto de salir. -Dijo Damien.
- ¡¡OH POR DIOS!! -Gritó Bradley.
- Tranquilo amigo -dijo Clyde-, estará todo bien.
- ¿¿Tu sabes algo de esto?? -Preguntó Bradley.
- Bueno, Pip nos comentó un poco...
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Butters entró al comedor secándose el pelo con una toalla, allí se encontró a Damien, Pip, Clyde, Token y 3 personas que no conocía.
- ¡Hola, Butters! -Dijo Pip algo nervioso.
- Hola... -Sonrió Butters.
- Ellos son los ex empleados del cabaret.
- ¡Nos ayudarán con el plan! -Gritó Clyde.
- ¿¿Cartman los liberó?? -Sonrió Butters- ¡¡Genial!!
- ¡¡MIERDA, TETA!! ¡¡Sí!! -Sonrió Thomas.
- Ehh... ¿Pero no eran cuatro empleados? -Preguntó Butters.
- Sí... -Sonrió Pip.
Clyde miró para el costado e hizo una pequeña seña. Butters abrió los ojos como nunca cuando, por detrás de una pared, salió Bradley. Todo su cuerpo comenzó a temblar, el de Bradley ya lo estaba haciendo hace rato.
- Hola Butters... -Susurró Bradley-. No sé si me recuerdas pero...
Butters, sin pensarlo dos veces, corrió hacia Bradley y le dio un gran abrazo que este correspondió.
- Bradley... -Susurró Butters.
Todos miraron la escena con una gran sonrisa, incluso Token y Damien que no entendían la situación pero esta hablaba por si sola.
- ¡¡Bueno!! -Gritó Clyde- ¡¡Reunión en la habitación, aquí no hay nada que mirar!!
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Butters y Bradley se encontraban en el sillón de la sala. Luego de unos largos segundos de mirarse sin decir una palabra, Butters tomó la mano de Bradley que se sonrojó al instante.
- Pe-pensé lo peor... -Dijo Butters-. Tu te habías ido a Texas...
- Escapé de ese lugar. -Susurró Bradley-. Estuve meses analizando el edificio y, una noche, burlé a la seguridad y salí por la ventilación...
- Oh, Bradley...
- Con lo poco que tenía regresé a mi ciudad, pero mi familia se molestó y, antes de que llamaran otra vez al centro de rehabilitación huí otra vez... Terminé en South Park prostituyéndome para sobrevivir, una noche uno de los autos que me paró fue Cartman y...
- ¿¿Por qué viniste a South Park?? -Preguntó Butters-. Esta ciudad es horrible y...
- Recordé que tu vivías aquí, pero jamás te encontré...
- Mierda... -Susurró Butters-. Si tan solo lo hubiese sabido...
- Gracias Butters.
- ¿¿Qué?? ¿¿Qué estás diciendo?? Gracias a mi tu...
- Gracias a ti, a pesar de todo lo que pasó, entendí que no hubiese soportado vivir en una mentira. La pasé de lo peor, Texas es... Horrible... Pero, al menos me despertaba todas las mañanas pensando que yo era normal, el mundo podía estar en contra mio pero el problema era del resto de las personas, yo... Yo no podía vivir detrás de una máscara. -Sonrió Bradley.
- Te extrañé tanto... -Sonrió Butters.
Bradley rió, tomó a Butters de las mejillas y acercó sus labios hacia él.
- ¡BRADLEY! -Dijo Butters apartándolo un poco-. Ehh... Oh, lo siento... Tengo novio...
Bradley abrió los ojos y volvió a su posición inicial.
- Oh... Disculpa... -Dijo Bradley.
Butters se sonrojó y bajó la mirada, pero luego sintió que la mano de Bradley se apoyaba en su hombro.
- ¿Aún puedo seguir siendo el padrino de tu boda? -Sonrió Bradley.
Al escuchar esas palabras Butters comenzó a reír y a llorar a la vez, se volvió a abalanzar sobre Bradley dándole otro abrazo.
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Kenny salía de trabajar y estaba a punto de tomar un colectivo hacia South Park, pero antes, hizo una llamada a alguien por primera vez.
- ¡Hola! -Gritó Kenny mientras subía al colectivo.
- Hola, ¿eres Kenny?
- El mismo.
- Oh, tu voz es extraña, no la imaginaba así.
- Sí lo sé, es muy sexy. -Rió Kenny- ¿Recibiste mis mensajes?
- ¡Sí!
- ¿Y qué piensas?
- Me encantaría unirme, además mi vida es demasiado aburrida...
- Excelente, entonces te pasaré a buscar en un par de horas e iremos juntos, ¿quieres?
- Me da algo de miedo, no te conozco...
- ¿El padre Maxi no te envió fotos mías?
- No, él solo me explicó la situación y luego me pasó tu número. La única foto que tengo de ti es la de tu whatsapp y no se te ve bien la cara por ese abrigo...
- Oh, es que amo el misterio... -Rió Kenny-. Si quieres te mando mis fotos y nos encontramos en alguna plaza.
- ¡Buena idea, así te reconoceré!
- ¡Exacto, niño!
- Bien, avísame cuando llegues.
- Anotado...
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Tricia abrazaba a Karen que estaba sentada en su regazo. Iban en el auto de Henrietta hacia South Park, ella manejaba, a su lado estaba Michael y en los asientos traseros, Tricia, Karen, Pete y Firkle.
- Sigo sin entender por qué nos quieren a nosotros en todo este plan. -Dijo Pete.
- Ike dijo que mientras más personas fuéramos sería mejor. -Contestó Karen.
- Incluso él nos pidió que los llamáramos. -Sonrió Tricia.
- Creo que es lo más interesante que haremos en mucho tiempo. -Dijo Michael sacando un cigarrillo.
- Concuerdo. -Dijo Firkle-. Además quería ver a Ike, debo darle algo...
- ¡OH! ¿QUÉ ES? ¿QUÉ ES? ¿QUÉ ES? -Preguntó Tricia.
- Es secreto...
- Ay, mierda. -Refunfuñó.
- ¿Dónde debía doblar? -Preguntó Henrietta.
- A la izquierda. -Contestó Karen.
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Stan subió al colectivo, comenzó a caminar buscando un asiento disponible, en eso vio a Kenny.
- ¡¡KENNY!! -Gritó Stan.
- ¡¡AMIGO!! -Sonrió Kenny.
Luego de un abrazo se sentaron juntos.
- ¿¿Cómo has estado?? -Preguntó Kenny.
- La verdad me siento bastante mejor, mañana Kyle saldrá del hospital. -Sonrió Stan.
- ¿¿DE VERDAD?? ¡¡GENIAL!!
- ¡¡Lo sé!! -Dijo Stan-. Además, por primera vez en mucho tiempo me siento útil, llevo todas las fotos que saqué cuando me infiltré.
- ¡¡Excelente!!
- Tu apareces mucho en los registro del cabaret. -Se burló Stan.
- Ese no era yo, era el espíritu de la lujuria tomando mi cuerpo.
- Sí, sí... -Rió Stan.
- Por cierto, diles a los chicos que tardaré un poco en llegar.
- ¿¿Qué??
- Tengo que buscar a alguien...
- ¿Quién?
- Oh, es una sorpresa...
- ¿Lo conozco?
- No.
- ¿Entonces me lo dirás?
- No, así es aún más sorpresa... -Se burló Kenny.
- Idiota... -Rió Stan- ¡Hey! ¡No sabes! ¡Les dije a mis padres que me enamoré de un chico!
Kenny abrió la boca lo más que pudo.
- ¿¿Mis oídos acaban de escuchar eso?? -Gritó Kenny.
- Sí, por fortuna lo tomaron bien... -Sonrió Stan.
- ¡Ay! -Dijo Kenny- ¡Eso era más que obvio! ¿¿PERO ACABAS DE ADMITIR QUE ESTÁS ENAMORADO??
- Oh, ¿sorprende tanto?
- ¡¡CLARO QUE NO, PERO ESCUCHARLO SIMPLEMENTE ES... ESPERA!! -Kenny sacó un pañuelo de su abrigo e hizo como si se limpiara las lágrimas- ¡¡CRECEN TAN RÁPIDO!!
- ¡¡No jodas!! -Dijo Stan golpeándole el brazo.
- ¡¡Estoy orgulloso de ti!!
- ¡Lo sé! -Rió Stan-. Por cierto, ¿¿sabes lo de nuestros hermanos??
- ¿¿Tu no lo sabías??
- ¡No! ¡Lo supe ayer! Tuve una charla con Shelly y ella me lo dijo...
- Ahora no te podrás librar de mi ni aunque quieras. -Sonrió Kenny.
- Tranquilo, no quiero hacerlo.
Kenny sonrió y abrazó a Stan.
- Extrañaba nuestras charlas así amigo. -Dijo Kenny.
- No te das una idea de cuanto las extrañaba yo... -Sonrió Stan.
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Craig y Tweek caminaban de la mano, estaban a pocas cuadras de la casa de Pip y Butters.
- ¡GHA! ¡De verdad, dile a tu madre que muchísimas gracias! -Dijo Tweek.
- No. -Dijo Craig-. Se lo dirás tu.
- ¡GHA! ¡PERO ES MUCHA PRESIÓN!
- Hey, es tu suegra, lo mejor es llevarse bien. -Rió Craig.
- Lo más importante es llevarme bien con su hijo, ¿no crees? -Rió Tweek.
- Oh, pero eso ya lo haces y demasiado.
Tweek rió y besó a Craig.
- Hueles raro. -Dijo Tweek.
- Que extraño, tomé una ducha antes de venir aquí... -Dijo Craig.
- No, quiero decir que... No hueles a cigarrillo.
- Oh sí, no fumé en todo el día.
- ¿¿De verdad?? -Preguntó Tweek-. Es decir, no te vi fumar pero creí que lo ibas a hacer cuando...
- No, esta vez me lo estoy tomando en serio. -Sonrió Craig.
- ¡GHA! ¿Y cómo te sientes?
- Estoy sufriendo en silencio.
Tweek rió, se detuvo y pegó su pecho contra el de Craig.
- Puedo apaciguar tu sufrimiento... -Sonrió Tweek.
- Ya lo haces... -Sonrió Craig.
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Kyle miraba por la ventana del hospital, hace pocos minutos le había llegado un mensaje de Stan diciendo que se encontraba camino a South Park, al igual que el resto del grupo. También se había enterado, gracias a Clyde, que Cartman había liberado a Mike, Thomas, Gary y Bradley. La enfermera se acercó a la ventana, a punto de bajar la persiana Kyle la detuvo.
- ¡Espere! -Dijo Kyle- ¿Puede dejar la ventana así por hoy?
La enfermera sonrió.
- Claro. -Le contestó-. Yo también la prefiero abierta... La luna se encuentra preciosa hoy, ¿no crees?
Kyle suspiró con una gran sonrisa en sus labios.
- Sí... -Contestó.