Estaba esperando en el despacho de James. Peta me había llamado hace unos diez minutos y me tenía parada como una estúpida en medio de la habitación.
- ¿Entonces esta listo? - ella saltó como una niña y pego un grito eufórico - Si, si. Ire ahora
Ella no me dejó tiempo para preguntar nada.
-Ve por tu bolso, Dawrer - ella cogio su bolso detrás del escritorio y luego camino empujandome a la salida-
- ¿Tenemos una reunión? - agarré mi bolso y caminé junto a ella hacía el ascensor -
- Si... algo así.
...
El auto estacionó frente a una tienda muy famosa de vestidos de bodas. Y Peta bajo. Ya sabía a donde llevaba esto. Saqué mi teléfono del bolso y le mandé un mensaje a Christa. No iba a estar media hora ahí dentro eligiendo un vestido para ella.
" Querida hermana. Llámame en veinte minutos. Por favor es urgente "
Se lo envié y sali. Peta ya había entrado así que no quedaba de otra. Aunque podría irme sin que me vea. Antes de poder si quiera dar un paso en dirección contraria a la tienda Peta salió.
- Vamos, Dawrer - ella se rió.- Será divertido.
- Ya lo creo...
Entramos a la tienda. Había muchos vestidos blancos y de colores para las damas de honor Era un lugar muy sofisticado. Peta se acercó a un hombre alto con un traje negro a rayas violetas.
- Muy buenos días señoritas, un gusto conocerlas - Peta sacudió su mano con mucha energía - Tu debes ser Peta.
- Si, si. ¿Dónde esta mi vestido?
- Amelia - una chica de pelo negro y tez blanca se acercó - Lleva a la señorita con su vestido.
Ella asintió y se llevó a Peta por una puerta que conectaba con el recibidor. Solo esperaba que terminara rápido.
-¿Qué puedo hacer por ti? - me volteé-
- Nada - sonreí - yo no me casaré.
- Sabes muchas mujeres vienen a probarse vestidos solo por diversión. ¿ Quieres alegrarme el día? Me sentiré mal si vienes a mi tienda y no te pruebas si quiera uno. - él puso ojos grandes de cachorro lo que me hizo soltar una sonrisa -
- ¿ Si lo hago estarás feliz? - él sonrió y cogio mi mano-
Me guió hacia otra puerta. Era una habitación blanca con detalles en dorado enorme. Llena de vestidos colgando y en exposición. Mi mirada viajo a uno realmente hermoso, con el escote corte corazón. Parecía de princesa.
- Buena elección -yo sonreí-
- Es realmente hermoso ¿Por qué no está fuera, para que todos lo vean?
- Solo yo decido a quien dárselo. Son mis diseños.
- ¿Me lo darías a mi? - pregunté mientras giraba alrededor del vestido, viéndolo desde todos los ángulos. -
-Si, si te casaras pensaría que eres la indicada para este vestido. Más que la flacucha que esta en la otra habitación - yo me reí - ¿Quieres probarlo?
- ¿Me ayudarías? - Pensé que sería una inútil al intentar ponérmelo sola -
- Estaba esperando a que lo dijeras.
...
Salí del probador agarrando las partes delanteras del vestido. No quería pisarlo y arruinarlo. Antonio estaba sonriendo de satisfacción cuando salí. Me sentía muy linda. Aunque no me había visto completa.
- ¡Me encanta lo que haz hecho en tu cabello!- él notó el moño descontrolado con unos mechones que se salían por delante - Te queda estupendo. ¿Lista para verte?
- ¡ Estoy nerviosa y ni siquiera me voy a casar! - exclamé subiendo a un círculo que había allí -
- Es normal... Lista, a la cuenta de tres... uno, dos y tres.
Él dió vuelta el espejo y quedé sorprendida. El vestido resaltaba todas mis curvas, e iluminaba mi cara de una manera muy especial. Antonio hizo un gesto para que giré y lo hice. El vestido se infló de una forma hermosa.
- Le queda hermoso...
- Gracias - miré a Antonio pero el miraba hacia atrás mío yo miré mediante el espejo y James estaba atrás mío -
- Será una hermosa novia cuando se case algún día...
- Yo voy a ayudar a... - le hice una cara suplicando que no me deje, pero el negó. - Un gusto.
James asintió sin quitar la mirada de encima mío. Miré a Antonio que me hizo un gesto de aprobación hacia James.
- Necesito que me dejes explicarte...
- No necesito explicaciones -después de un segundo me doy cuenta de que esta aquí en Nueva York - ¿Qué esta haciendo aquí? ¿Cuando llegó?
- Eso no importa - él me agarro del brazo antes de que pueda entrar en el vestidor - ______. Escúchame.
- No hay nada que explicar - Tragué en seco - Todo esta claro. Lo que pasó acá fue un error. Lo que pasó entre nosotros fue un error y no va a volver a repetirse. - James se pasó las manos por la cara exasperado y luego me empujó dentro del pequeño vestidor - ¿ Qué estas haciendo?
Él me agarró de los brazos poniéndolos a la altura de mi cabeza y me besó. Yo intenté sin mucho éxito alejarme. Podía sentir su erección contra mi pelvis y lo maldecí por ponerme caliente al instante, porque enseguida estaba buscando por más. Deje de luchar con mis brazos relajándome y él me soltó por lo que lo rodée por los hombros. Estaba enojada con él y no por las razones correctas. No porque estuviese engañando a su futura esposa. Si no porque con un beso hizo explotar todo a mi alrededor. Se separó de mi con su maldita respiración tranquila.
- Esto tiene que pasar. No escapes de mi - apoyo su frente contra la mía -
- Entonces no te cases - respondí sin respiración -
- Peta me tiene atado de pies y manos. Me esta chantajeando con la empresa. Si no me caso me voy a la ruina. -eso me dejó sorprendida- Es la única razón por la que me caso...
- ¿Cómo que te tiene... -recordé los papeles de Lambertville que Peta me había pedido hace semanas atrás- James...
- ¿Dawrer? - los dos abrimos los ojos instantáneamente - ¿Dónde estás?
Mierda, estábamos atrapados. James empezó a buscar dónde esconderse, era inútil. Una pequeña habitación blanca con un sillón y sin ventilación. De repente se agachó a mi lado, levantándome el vestido para meterse debajo del Tul. Peta entró cuando él dejo de moverse.
- ¿ Qué estas haciendo? - me mire el vestido y le sonreí-
- Estaba probándome vestidos.
- No estabas interesada en entrar si quiera -levantó una de sus cejas, sospechando- ¿ Por qué probarse vestidos?
Ella se acercó a mí por lo que tuve que retroceder. Sentía la cara de James en mi cachete. Y de repente un mordisco. Suspiré exaltada de la sorpresa.
- Creí que sería divertido probarme uno. - él me mordió otra vez y casi me hizo gritar. Él estaba a punto de hacer que nos descubran- Creo que... tengo hipo -otro mordisco-
- Esta bien... no tienes mal gusto -ella me examinó- hagamos algo. Mientras tu te sacas el vestido yo llamaré a James.
- ¿Qué? ¿Para qué? No hace falta -le agarré la mano. Intentando pararla-
- Tengo un presentimiento...
Dicho esto salió del vestidor. James salió de debajo del vestido intentando sacar su teléfono del bolsillo y cuando lo logró lo apagó rápidamente. Luego me sonrió y yo estaba mirándolo con el ceño fruncido.
- ¿Que te pasa? ¡Casi nos descubre! -me cruce de brazos-
- Es que... no podía resistirme -ahora estaba confundida y enojada-
- Vete -lo empujé. Debía aprender que nunca iba a poder moverlo- ¡Vete!
- Solo si vienes conmigo esta noche. -yo iba a oponerme. Pero recordé lo que paso con Peta el primer día y el resto... quería vengarme. Y aunque ella no lo sepa, lo quería. Diablos si, a la mierda todo. -
-Esta bien... pero vete.
- Paso esta noche a buscarte -él me dejó plantado un beso. Tomándome completamente desprevenida y se fue.
Que iba a hacer con este hombre...
...
Disculpen si esta así muy mocho (?... como dije antes se me borró e intenté hacerlo de vuelta...
Espero les guste →→→→