El nuevo Jefe - James Maslow

Capítulo cuatro

-La llevare yo señorita Dawrer y no acepto un no como respuesta.

...

Al llegar al estacionamiento él apresuró el paso a un maravilloso, negro y lujoso Lamborghini. Mis ojos se abrieron con asombro. ¡Dios! Como me gustaría uno de estos.

-¿Le gusta? -preguntó mientras apretaba la llave de la alarma-
-¿Que si me gusta? ¡Me encanta! Dios, mataría por un auto de esta gama... Pensándolo bien, este estacionamiento esta muy desolado...
-¿Como para hacer qué? -me quede paraliza con la mano en la manija del lujoso auto. Él sonrió de costado y entró en el Lamborghini-

Él no podia mirarme pero ese comentario me hizo apretar las piernas. Ese comentario envio pulsaciones por todo mi cuerpo hasta el punto mas sensible entre mis piernas. Maldeci en voz baja, mis bragas estaban humedas. Era muy atractivo y sexy... y encima me hablaba así. Suspiré y abrí la puerta. Esto jamás iba a pasar.
...
Paro delante de mi apartamento. Yo no sabía que hacer, si despedirlo con la mano, solo decir adios, o simplemente no hacer nada y salir del auto...
-¿Hace algo mañana en la noche? - su pregunta me tomo por sorpresa-
- No, señor Maslow...
- Dime James, por favor. El señor Maslow es mi padre y solo me hace sentir mas viejo -sentí el calor en mis mejillas, lo qie indicaba que mis estaba como un tomate- Me encanta el color de tus mejillas... -por un momento quedo desconcertado y pensativo- me gustaría que me acompañara a una cena.
-Yo... -me mordí el labio, intentando recordar si tenia algo importante- creo que no tengo nada que hacer. Pero si no es así le envío un mensaje o lo llamo y le respondo.
-Sería perfecto -me sonrió- Buenas noches, ____...
-Buenas noches, James -abrí la puerta del Lamborghini y sali cuando recordé que no tenía su número.  Golpee la ventanilla y a los segundos estaba baja- Acabo de recordar que no tengo su número... -《¡Bien!》pensé. Ahora pensará que es toda una excusa para conseguir su numero- Quiero decir, para llamarlo...
-No se preocupe. Yo le envió un mensaje -miraba al frente y pude apreciar lo atractivo que era. Nariz recta, labios finos... sus ojos que brillaban con algo dentro- Buenas noches, ____. Entre ya.

Dicho esto le sonreí me di la vuelta y caminé hacia la enorme estructura que tenía delante. Nunca fui tan consciente de mi cuerpo hasta ese instante. Sentí la mirada de James hasta que llegue a la puerta. Donde me apresuré a entrar y al hacerlo escuché el ronroneo del motor de ese maravilloso lamborghini...
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